Belleza
8 falsos mitos sobre la cosmética que hay que desterrar ya
Cuidados
Las farmacéuticas Gema Herrerías y Boticaria García desmontan algunas de las creencias más extendidas sobre el mundo de la belleza
Agua micelar, leche limpiadora, espuma... pros y contras de cada limpiador facial

Aunque siempre han circulado trucos de belleza y teorías sin ningún rigor científico, con las redes sociales el peligro aún es mayor. Parabenos, siliconas o sulfatos han sido demonizados en los últimos años, ¿pero de verdad son tan malos? ¿Es cierto que la piel se acostumbra a los cosméticos y estos dejan de ser eficaces? ¿La piel necesita un detox igual que el cuerpo? En el libro 'Radiografía de un cosmético', las farmacéuticas Gema Herrerías y Boticaria García recogen algunos de los falsos mitos más habituales del mundo de la belleza y explican por qué hay que desterrarlos ya.
Los parabenos son tóxicos
Con el boom de la cosmética natural, se ha generado un 'acoso y derribo' por ciertos ingredientes habituales en la cosmética como los parabenos. Las farmacéuticas aseguran que «hay parabenos cuyo uso está autorizado en productos cosméticos al haberse demostrado su seguridad, mientras que otros se han prohibido por su posible acción como disruptores endocrinos». Las expertas aseguran que «la legislación de la Unión Europea es una de las más exigentes a la hora de limitar sustancias y concentraciones. Si un cosmético no fuera seguro, directamente no saldría al mercado. Teniendo en cuenta que los parabenos que están prohibidos no pueden utilizarse, la reivindicación 'sin parabenos' es tendenciosa e induce al error, ya que siembra la duda sobre la seguridad de los productos con parabenos que sí están autorizados y cuya seguridad no está en cuestión».
Lo sulfatos son irritantes
Otro de los ingredientes demonizados en los últimos años han sido los sulfatos. Estos activos están presentes en muchos cosméticos, sobre todo champús, geles o limpiadores faciales. Como indican las farmacéuticas Gema Herrerías y Boticaria García «algunos sí son irritantes, como Soldium Lauryl Sulfate (SLS) si no van compensados en la fórmula con ingredientes que contrasten el efecto irritante. Por eso es fundamental valorar el producto terminado y no solo los ingredientes de forma aislada... Pero es un ingrediente seguro». Las personas con pieles sensibles es preferible que elijan cosméticos para pieles atópicas, porque se formulan sin sulfatos irritantes.
Las siliconas son perjuficiales para el pelo y la piel
Las siliconas son otros de los ingredientes en el punto de mira a raíz del boom de la cosmética natural. Pero, de nuevo, las expertas aseguran que «su uso está autorizado. Su acción emoliente produce un efecto suavizante en la piel, y en el cabello. Es cierto que las siliconas insolubles en agua, como la dimeticona, crean una película protectora de la fibra capilar y que en productos cosméticos capilares sin aclarado, pueden apelmazar el cabello fino, sin volumen y graso. A cambio, son una excelente elección para usar en cabellos muy gruesos y secos». La conclusión es que no son ni buenas ni malas, solo depende del tipo de cabello. Y lo que sí aseguran las farmacéuticas es que no son biodegradables.
Los retinoides no son para el verano
El retinol es el activo antiedad con mayor evidencia científica, pero es común oír que en verano no se puede utilizar. Gema Herrerías y Boticaria García señalan en 'Radiografía de un cosmético' que «los retinoides cosméticos ni son fotosensibilizantes ni son exfoliantes. Aunque no hay problema para continuar usándolos durante el verano, en caso de hacerlo, dado que sí son irritantes, se recomienda disminuir la frecuencia de uso y la concentración, en función de la resistencia de la piel y del grado de exposición solar, aplicándolos siempre por la noche, y además, por la mañana usar protección solar de FPS alto y amplio espectro. Lo que no se recomienda es iniciar el tratamiento por primera vez en verano, si va a haber exposición solar».
La piel se acostumbra y hay que cambiar de cosméticos cada cierto tiempo
Sobre esta afirmación que es muy habitual, las farmacéuticas se muestran tajantes: «si algo funciona, no lo cambies. Una crema hidratante no dejará de hidratar la piel, ni un protector solar de protegerla. La piel no se adapta a los cosméticos, sino más bien al revés. Lo que puede ocurrir es que, con el tiempo, cambien las necesidades de la piel y se tenga que adaptar la rutina. Es algo que ocurre en los cambios de estación».
Para limpiar la piel es suficiente con agua
La limpieza es el primer paso del ritual de belleza y no es suficiente hacerla solo con agua. Según las farmacéuticas «es cuestión de química. La suciedad tiene carga eléctrica positiva y se une en la superficie de la piel a la queratina, que tiene carga negativa. Esta unión es lo que hace difícil eliminar toda la suciedad por simple arrastre con agua». Los limpiadores, en cambio, sí ayudan a limpiar bien y arrastrar toda la suciedad que acumula la piel a lo largo del día y de la noche.
Hay que hacer un ayuno cosmético o 'skin fasting' para detoxificar la piel
Hacer ayuno intermitente, tomar zumos detox... son algunas de las tendencias en alimentación y de ahí ha surgido la idea de que la piel necesita también hacer un 'parón'. Sin embargo, no hay base científica. «La piel no necesita ningún tipo de ayuno o de terapia detoxificante. No hay evidencia de que sea beneficioso dejar de aplicar los cosméticos durante un periodo de tiempo determinado. Y menos para que la piel 'respire'. Otra cosa muy distinta es intentar optimizar y minimizar las rutinas con productos multifunción».
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No conviene usar productos cosméticos durante el embarazo
De nuevo las expertas desmontan este falso mito asegurando que «los productos cosméticos son seguros durante el embarazo y la lactancia debido a que se aplican de forma localizada y no pasan al torrente sanguíneo. Aunque hay mucha controversia sus efectos durante este periodo por la falta de estudios, es muy improbable que pudieran afectar al feto. Lo que sí puede pasar es que, a causa de los cambios hormonales, la piel deje de tolerar los cosméticos habituales temporalmente. Por eso se aconseja evitar ingredientes irritantes, ya que la piel está más reactiva». Además, por precaución, se desaconseja el uso de los retinoides, el ácido tranexámico, la cafeína y los aceites esenciales de mentol, menta, orégano, salvia...
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