El Gobierno vasco quiere movilizar 4.000 millones con fondos públicos para «proteger la economía» de la región
Implica un endeudamiento de 1.000 millones a largo plazo con la modificación de los actuales presupuestos, justificado en la actual inestabilidad internacional
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El Gobierno vasco ha iniciado los trámites para dotar al Instituto Vasco de Finanzas (IVF) de 1.000 millones de euros extra con el objetivo de proteger la «economía interna» de la región. Así lo ha anunciado hoy el lendakari, Imanol Pradales, durante un acto en la Bolsa de Bilbao, donde ha presidido la firma del acuerdo que sienta las bases de la Alianza Financiera Vasca. Una iniciativa en clave de colaboración público-privada «para alinear capacidades financieras y ponerlas al servicio de la transformación económica e industrial de Euskadi».
La medida, que el Ejecutivo regional vincula al «momento histórico que vivimos», implica una modificación en los presupuestos de 2025 mediante un proyecto de ley que remitirá al Parlamento vasco, donde el PNV suma una mayoría suficiente para sacarlo adelante junto con el Partido Socialista de Euskadi (PSE). Éste supondría la autorización para incrementar el endeudamiento de la comunidad a largo plazo hasta alcanzar la cifra antes citada.
Con ello, Pradales espera cuadruplicar el movimiento de capital y ahorro privado en el País Vasco. «Aplicando la regla tres a uno del Informe Draghi, nuestra meta es que esta inversión pública de 1.000 millones sea capaz de movilizar, al menos, 3.000 millones más de capital y ahorro privado, alcanzando así una potencia financiera de 4.000 millones durante la presente legislatura», ha explicado el lendakari.
Unos recursos que, según plantea el Gobierno vasco, se dedicarán en exclusiva a realizar inversiones financieras en la comunidad autónoma. Particularmente las destinadas al sector tecnológico e industrial y a las infraestructuras científicas y energéticas. «Este es un primer paso. Pero no será el único», ha afirmado Pradales este jueves tras la firma del protocolo de la Alianza Financiera Vasca. En ella participan desde hoy, además del Ejecutivo regional, otras nueve entidades (Federación de EPSV de Euskadi, BBVA, Laboral Kutxa, Kutxabank, Fundación BBK, Kutxa Fundazioa, Vital, BasqueFik y Elkargi).
Si bien la atención sobre el sector industrial ha sido una constante desde que el año pasado Pradales accedió a la presidencia en el País Vasco, los recientes acontecimientos geopolíticos han hecho moverse al Ejecutivo autonómico. La intención de colocar a la región como un polo de referencia económico dentro de la Unión Europea ya estaba presente desde el inicio de la legislatura, pero la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, y el inicio de una agresiva política arancelaria y diplomática, ha añadido presión al ya de por sí complejo equilibrio internacional.
Uno que, de acuerdo con lo expresado este lunes por el lendakari, exige «asumir responsabilidades, sumar fuerzas y activar todas las capacidades a nuestro alcance. Exige actuar con urgencia en Europa y en Euskadi». Parece pues que no será éste el último movimiento en materia financiera de la legislatura, después de la reciente entrada de Sidenor en Talgo con la mediación del Gobierno vasco. De hecho, el próximo jueves el Parlamento vasco debatirá en Vitoria la creación de un «fondo de soberanía» propio. Una medida impulsada por EH Bildu.
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