Torrelaguna, la última aldea gala de CS: una concejal cambia de bando para ser vicealcaldesa con el PP
La edil María Jesús Mañero apoyó la investidura del alcalde socialista y, cinco meses después, vota la moción de censura junto a los 'populares'
PP y Ciudadanos pactan una moción de censura contra el PSOE en el municipio madrileño de Torrelaguna

A las doce en punto, la sala está a rebosar. Hay un par de cámaras de televisión, varios periodistas preparados para tomar notas de pie y hasta un fotógrafo sentado en el suelo, en primera fila, delante de los once concejales de Torrelaguna. Los ... vecinos que no caben en los asientos ni en el pequeño balconcito al fondo de la estancia se asoman por la puerta, supervisada por dos policías locales. Nunca el pleno de este municipio de la sierra madrileña había generado tanta expectación. Tras una sesión extraordinaria de poco más de una hora, el PSOE ha perdido este jueves uno de sus fortines desde hace 24 años, porque la única edil de Ciudadanos ha cambiado de bando. Y es la nueva vicealcaldesa.
La moción de censura se registró el pasado 18 de octubre, firmada por la concejal de CS María Jesús Mañero y el portavoz del PP de Torrelaguna, Víctor Gutiérrez, para «corregir el rumbo errático» del alcalde socialista, Eduardo Burgos. La propia Mañero permitió su investidura, hace cinco meses, junto a los tres ediles del PSOE y otros dos de Unidad Vecinal (que agrupa a Izquierda Unida y Podemos). Las dos candidaturas de izquierda consiguieron 1.070 papeletas el pasado 28 de mayo; los votos de PP (que ganó cinco concejales) y CS sumaban 1.100. «El afán de seguir en el sillón ha desembocado en este pleno extraordinario», empezó este jueves Víctor Gutiérrez, antes de la moción, «el PSOE fue la segunda fuerza y recibió un fuerte castigo [en las urnas], de mayoría absoluta con seis concejales pasó a tres. Sus propios concejales dimiten: de tres han dimitido dos. La dejadez, la desidia y la mala gestión siguen instauradas en sus políticas».
Gutiérrez repasó los asuntos por los que Torrelaguna «necesita un cambio». El pueblo «sigue sucio», también la piscina de verano, las fiestas se organizan con «opacidad», el parking habilitado para las peñas terminó «embarrado» y con «grúas sacando a los coches» y el 53% de los contratos municipales han vencido, «por encima de lo que permite la ley». El alcalde saliente, Eduardo Burgos, suspiraba y bebía tragos de agua. Cuando el concejal terminó su comparecencia, la sala abarrotada aplaudió. «Para ustedes, la ingobernabilidad pasa por no estar en el gobierno. Es una percepción unilateral y tremendista. Sin duda, nos habremos equivocado en ocasiones, pero no podrá encontrar nada que se haya hecho fuera de la legalidad», respondió Burgos en su turno de palabra. Después hizo un balance de sus cuatro años y cinco meses de gestión, en los que han «antepuesto los servicios municipales a las subidas de impuestos» y «dejado las cuentas saneadas». El aplauso posterior fue mucho más breve.

La otra protagonista de la sesión, María Jesús Mañero, dijo tener la «conciencia tranquila». «Tengo la ilusión del cambio. No se trata de ideologías de derechas ni de izquierdas, se trata de políticas municipales, tenemos que aplicar el sentido común», declaró. La secretaria de Relaciones Institucionales de CS y cabeza de lista en las elecciones autonómicas, Aruca Gómez, la acompañaba. Era un día importante para los liberales, que apenas consiguieron 15 concejales –frente a los 256 de 2019– en pequeños municipios de la Comunidad de Madrid, además de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes. En una mañana, una de esos 15 supervivientes recuperó cierta cuota de poder.
Que Mañero será la vicealcaldesa es lo único que tiene claro el nuevo regidor, tras ganar la moción de censura con su ‘sí’ y el de los cinco del PP. Eduardo Burgos le entregó el bastón de mando y Víctor Gutiérrez juró la Constitución y habló, ya investido alcalde, mientras el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, sacaba fotos con su móvil. «Del diálogo y el entendimiento mutuo conseguiremos el cambio que Torrelaguna necesita», proclamó Gutiérrez, y el pleno se levantó con el aplauso más ruidoso de todos. La prioridad del nuevo Gobierno del PP, que ahora manda en 115 de los 179 ayuntamientos de la región, será la limpieza. La jerarquía municipal se anunciará «la próxima semana», como aseguró Gutiérrez a la salida del pleno. «Ahora nos vamos a tomar un vino todos juntos», celebró Mañero, a su lado, y la comitiva festiva de PP y Ciudadanos se internó en el pueblo.
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