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Rafael Amargo, tras la suspensión del juicio: «El proceso está viciado desde el principio»

Juan Eduardo de los Santos, productor del bailaor granadino, ha alegado pérdida de confianza en su letrado de oficio: «Desconozco mi estrategia de defensa». El artista se enfrenta a 9 años de prisión por tráfico de drogas desde su casa de Malasaña (Madrid)

Rafael Amargo, al banquillo acusado de tráfico de droga en su piso de Malasaña

Rafael Amargo, a su llegada al juzgado en Madrid EP | VÍDEO: ATLAS
Carlos Hidalgo

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El inicio del juicio contra el bailaor Jesús Rafael García Hernández, Rafael Amargo, se retrasa, por dos razones. Por un lado, por la tardanza de dos de los acusados, el representante y productor del artista, Juan Eduardo de los Santos, y el presunto ‘machaca’ (vendedor) del trío, Manuel Ángel Batista León. Han llegado casi una hora tarde debido, según han dicho, al tráfico en la capital.

Finalmente, el tribunal ha decidido suspender la vista oral hasta nueva fecha tras alegar De los Santos «pérdida de confianza» hacia su letrado, que es de oficio, al inicio del juicio, en la propia sala. Es el segundo abogado al que renuncia. Tiene 24 horas para designar a uno nuevo.

El acusado se ha quejado de que «ha habido reuniones entre los letrados» y que le parecía que él «debería haber estado presente»: «Desconozco mi estrategia de defensa. Él nunca se ha interesado en las diligencias. Al anterior abogado renuncié porque me pidió dinero para imprimir el escrito de defensa. Al día siguiente presentó el escrito de defensa, teniendo plazo aún para presentarlo. Ni echo la culpa a la Policía, ni lo he hecho ni lo voy a hacer, que es lo que el anterior abogado pretendía. La situación es bastante incómoda para mí».

Sin embargo, visiblemente nervioso, ha relatado que los audios que hay contra él los «grabó un camello gitano, de 21 años y huérfano», y aquí ha acusado directamente al Ministerio del Interior de coaccionar al joven que le grabó y que le incrimina en esas escuchas. Lo denunció ante la Fiscalía pero la supuesta teoría de la conspiración policial no ha sido avalada. «Llevo casi tres años de maltrato y coacciones», ha afirmado, en referencia a las denuncias que ha presentado en los juzgados de Instrucción número 13 y 14 de Madrid.

A las puertas de juzgado, Amargo ha asegurado que no entrará en la cárcel. «No voy a ir a prisión porque aquí no hay nada», ha resumido visiblemente enervado. También ha manifestado su indignación con la suspensión del juicio. «Me hubiera gustado que se celebrara ya el juicio, porque llevo dos años y medio que no puedo trabajar porque no me han dejado el pasaporte y ahora estoy esperando más tiempo y estoy cumpliendo con lo que se me pide. Lo estoy haciendo todo correcto, se está haciendo cizaña sin ningún sentido. No quiero sufrir, lo que más me duele es que le está costando la vida a mi padre que está enfermo en un hospital. Estoy aquí dando la cara y lo único que están haciendo dilatándolo es hacer más daño. Le pido, por favor, a la fiscal, que sea profesional, porque las cosas cuando se hacen muy mal es más evidente. El proceso está viciado desde el principio», ha manifestado.

Amargo ha asegurado llevarse bien con todo el mundo y ha reiterado que lo único que hará es hablar de él y defenderse. «Cada uno sabe lo que tiene que hacer. Quien me conoce sabe que esto que estoy viviendo no me lo merezco. Todo el mundo está rellenando programas de televisión con esta caso. A mí me están haciendo pasar hambre porque me han arruinado, he tenido que vender un piso, no hay derecho. Yo también tengo hijos, tengo familia y mi padre está agonizando en un hospital por todo este tema, porque le están amenazando con cosas que también hay que ver», ha espetado.

La expectación mediática es máxima, con una veintena larga de periodistas acreditados, más los reporteros gráficos. A su llegada a la Sección 30ª, Amargo ha contestado con monosílabos a las preguntas de la prensa: «Soy inocente», ha asentido. Su letrado ha insistido en que no piensan pactar con la Fiscalía y que «la verdad sólo tiene un camino». Ambos decían que se mostraban «tranquilos» ante los hechos por los que se juzgan al artista granadino.

Al artista, que se enfrenta a una petición fiscal de 9 años de cárcel, le investiga actualmente el juez de Instrucción número 27 de Madrid por otra segunda causa, también por un delito de tráfico de drogas y atentado a la autoridad, a raíz de una denuncia interpuesta el pasado julio por sus vecinos en relación a la presunta venta de droga en su piso de la calle Espíritu Santo de la capital, como adelantó ABC.

Por estos hechos, fue detenido el pasado marzo en Alicante, quedando en libertad provisional. La jueza le impuso la obligación de comparecer quincenalmente en el juzgado y la prohibición de salida del país. Este arresto se suma a la detención del caso que se juzga ahora en la Audiencia de Madrid.

Sobre el juicio que arranca hoy, Amargo fue detenido el 1 de diciembre de 2020 junto a su pareja y otras dos personas en el marco de la operación Codax, cuyo nombre significa cuervo en latín y se apoda así por una imagen de Amargo de su Instagram en la que aparece con unas alas de esta especie de ave.

Tras declarar, los arrestados quedaron en libertad con medidas cautelares como la retirada del pasaporte, la prohibición de salir del territorio nacional y la obligación de acudir cada quince días al juzgado.

En su escrito de acusación, el fiscal solicita la misma pena para Juan Eduardo S.B., asistente de producción de Amargo, al actuar supuestamente de forma «conjunta» con el otro acusado en la compra y posterior distribución de dichas sustancias.

En su relato, el fiscal explica que, durante los meses de abril y diciembre de 2020, ambos «se venían dedicando de manera concertada y persistente a la distribución de sustancias estupefacientes, entre otras metanfetamina, a terceras personas a cambio de dinero».

Venta a terceras personas

A tal fin, los dos acusados adquirían la sustancia de manera «conjunta» a los distintos suministradores, para posteriormente repartirla entre ambos y venderla a terceras personas.

Así, el bailarín supuestamente vendía las sustancias estupefacientes a las personas que acudían a su domicilio de Madrid y en otras «hacía llegar la sustancia al lugar donde el cliente indicaba para lo cual se valía de su hombre de confianza, el también acusado Manuel Ángel B.L., otro de los socios de Amargo, a sabiendas de lo que portaba, después de hacer la entrega correspondiente, regresaba al domicilio para entregarle el dinero obtenido con la venta».

A modo de ejemplo, la Fiscalía relata que el 27 de abril de 2020, Manuel Ángel para quien pide seis años de prisión, fue sorprendido por la Policía cuando se disponía a entregar a un cliente, a cambio de 50 euros, una bolsita con sustancia que resultó ser metanfetamina; sustancia que había recogido minutos antes del domicilio de Amargo, «donde debía regresar para entregar el dinero».

Asimismo, a raíz de los dispositivos de vigilancia que se establecieron sobre su domicilio, los policías nacionales pudieron observar «cómo acudían numerosas personas que, tras acceder al mismo y permanecer en el interior escasos minutos, salían nuevamente de manera apresurada, procediendo los agentes a identificar a dos de ellas, interviniendo sustancia estupefaciente que se había adquirido en dicho domicilio, levantándose las correspondientes actas de aprehensión».

Por un auto dictado el 1 de diciembre de 2020 por el Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid se autorizó la entrada y registro en los domicilios de los acusados.

En el caso del bailaor, los agentes intervinieron 3 botes conteniendo sustancia Popper (nitritos de alquilo), una bolsita conteniendo sustancia que resultó ser feniletilamina con un peso neto de 0,089 gramos y un frasco conteniendo 6 mililitros de GBL con un valor en el mercado de 314,19 euros en su venta por gramos.

En el caso de Juan Eduardo, los agentes hallaron un bote conteniendo sustancia que resultó ser metanfetamina, con un peso neto de 4,466 gramos y una pureza del 76,4%, con un valor en el mercado de 115,67 euros en su venta por gramos; una bolsita conteniendo sustancia que resultó positivo a ketamina, con un 50,4% de pureza; y MDMA con una pureza del 6,9% con un peso neto total de 0,185 gramos con un valor en el mercado de 18,5 euros en su venta por gramos.

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