La historia del 'baño de la elefanta', desenterrado y vuelto a tapar
historias capitales
Este estanque con rampa para el aseo de las fieras del Retiro se recuerda actualmente con una placa
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Muchas décadas atrás, el parque de El Retiro tuvo una vinculación muy grande con los animales. Más allá incluso de la recordada –por los más mayores– Casa de Fieras, existieron antes otros albergues para leones, osos o tigres en distintos puntos de esta zona ... verde. Entre ellos, un espacio que estaba en lo que ahora es la Cuesta de Moyano y entonces era todavía parte de los jardines del Palacio del Buen Retiro. O, más tarde, 'La Leonera', junto a la Puerta de Alcalá.
El caso es que los grandes animales han vivido en El Retiro durante algún tiempo, y para ello contaban con instalaciones preparadas para ello. Fue muy famosa, ya en la Casa de Fieras, la elefanta 'Pizarro', que provenía de un circo, y cuyo cuidador la llevaba cada día a bañar a un estanque cercano. Un día, en ese paseo, la paquiderma se escapó y armó la marimorena por la calle de Alcalá.
Probablemente ese estanque con rampa en que se la llevaba para sus abluciones diarias era la conocida como 'bañera de la elefanta', que se mantuvo abierta en la ciudad hasta no hace tanto tiempo, y luego se perdió, fue enterrada por el tiempo y la tierra, redescubierta posteriormente por unos trabajos municipales, y vuelta a tapar con posterioridad.
Uno de los expertos de la asociación conservacionista Madrid Ciudadanía y Patrimonio, Antonio Cabañas, escribía sobre este asunto recordando que el tal baño o bañera contaba con unos 170 años de antigüedad. Nació tras la Guerra de la Independencia, una contienda que dejó prácticamente en ruinas al Retiro, con apenas tres edificios en pie: el Salón de Reinos, el Casón y el Observatorio Astronómico. Fernando VII quiso recuperar el Real Sitio, y se diseñaron los 'caprichos': la Casita del Pescador, la del Contrabandista, la montaña Artificial, la Fuente Egipcia, el Embarcadero … y la Casa de Fieras.
Comenzó a construirse en 1830 y, como complemento, en la zona sur se construyó una piscina donde poder bañar a los animales. De la 'bañera de la elefanta' hablan los periódicos de la época ya en los años 40 del siglo XIX, y estuvo en uso durante muchos años. Luego, poco a poco, los usos fueron cambiando, los animales se mudaron al moderno Zoológico de la Casa de Campo, y aquel estanque se fue deteriorando poco a poco, convirtiéndose en lugar de juego para los chavales que se colaban en el recinto, o en piscina de aguas de más que dudosa salubridad en la que disfrutaban los perros de la zona.
La pieza contaba con unos 170 años de antigüedad, y en sus últimos años sólo era utilizada como baño de los perros vagabundos
El Ayuntamiento decidió en 1965, hace ahora 60 años, sepultar el 'baño de la elefanta'. Y sólo muchas décadas después, en 2018, un nuevo Gobierno municipal comenzó unas obras que dieron en desenterrar el recinto. Muchos madrileños pensaron que eso se traduciría en su rehabilitación, pero no fue así: un año después, con la bañera ya visible, se volvió a sepultar, una vez fotografiado, documentado y datado.
Ahora, una placa recuerda el lugar donde se encontraba la instalación. Se decidió, explicaba entonces el Ayuntamiento, recrear «la traza de su muro mediante una doble hilera de ladrillo rojo encastrado en el pavimento, y se instaló la inscripción con el nombre en letras de acero».
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Desde la entidad Madrid Ciudadanía y Patrimonio, su portavoz Álvaro Bonet sigue pensando que sería una ocasión muy buena recuperarla como estanque, «y que se pudiera recordar con el elemento vivo, y no sólo con una placa y marcada sobre el suelo».
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