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Génova sonríe en la noche de las caras largas

La alegría inundó la sede del PP, con cientos de seguidores aclamando a sus líderes. En el resto de partidos, la decepción tomó el final de la jornada

Ayuso conquista la mayoría absoluta tras dar a elegir entre «sanchismo o España»

Almeida gana las elecciones, fagocita a Villacís y tiene las manos libres para gobernar sin Vox

Juan Lobato y Reyes Maroto se abrazan ayer por la noche JAIME GARCÍA

M. Calleja, I. Pereira, A. Ould, J. Nieto, B. Martínez y A. Peñacoba

Madrid

Seis partidos y solo uno contento. ¿El resto? Depende ¿De qué depende? De si el que mira es partidario de la izquierda «cuqui» o la dura, por citar solo un ejemplo. La jornada del 28M tuvo su epílogo en las sedes de los partidos, donde cada uno lo vivió como quiso... o, simplemente, como pudo.

Partido Popular

«¿Cómo están los máquinas?»

A las doce y media llegó la escena más deseada por los populares de cualquier tiempo. En esta ocasión, al contrario de lo que ocurrió en 2021, todo fue unidad y buena sintonía entre los dirigentes del PP. Primero salió Ayuso en solitario, después Almeida y por fin, Alberto Núñez Feijóo, y los tres juntos saludaron a las centenares de personas que se congregaron en Génova, con decenas de banderas de España y del PP. La calle se tuvo que cortar desde varias horas antes. «Buenas noches, Madrid. ¿Cómo están los máquinas?», preguntó Almeida desde el balcón. «Vaya cara de presidente que se le está poniendo al de mi derecha», comentó en referencia a Feijóo. Ayuso, la más aclamada durante toda la tarde, aseguró que ahora comienza un nuevo momento para Madrid y para España. «La próxima vez que quieran transformar España que lo pongan en un programa electoral», avisó, entre gritos de «presidenta, presidenta».

PSOE

Ni sorpresa ni sorpaso

«A quien le gusten las sorpresas, que disfrute del día de hoy», decía Juan Lobato al depositar su voto. Lejos quedó el disfrute y la celebración para los socialistas congregados en la sede del Colegio de Arquitectos; y la sorpresa anunciada se convirtió en una tibia mejora. Los sondeos al cierre de las urnas cayeron como un balde de agua fría en la sala y congelaron las esperanzas de un cambio de ciclo en Madrid. «Cualquier mejora es un buen resultado», se resignaron a decir. Y así fue: tres diputados más en la Asamblea y el mismo incremento en Cibeles. Pero, tal vez, la sorpresa más realista, el sorpaso a Más Madrid, se difuminó casi tan rápido como el entusiasmo de los militantes.

Más Madrid

El postre de liderar «la alternativa»

La debacle de la izquierda dejó a Más Madrid sin palabras. Las caras largas y la tensión marcaron la noche electoral para el partido de Mónica García y Rita Maestre, que se consolidan como líderes de la oposición frente al Partido Popular de Ayuso y Almeida. Ayer fue, según indicó Maestre, «un día muy difícil para los progresistas que miran el futuro con preocupación», aunque desde este partido se enorgullecen de liderar «la alternativa». «No es un buen día para Madrid, ni para la sanidad ni para la justicia social» indicó la candidata a la comunidad, que sigue «sin dar nada por perdido».

Vox

Mucho ruido y pocas nueces

Con este resultado, tres escaños perdidos en la comunidad y uno ganado en el ayuntamiento, los de Abascal pasaron a la oposición y pierden la posibilidad de bloquear presupuestos, estrategia que había seguido la formación política en la pasada legislatura. Ante esto, Monasterio solo pudo señalar que «han resistido en Madrid» y que «están orgullosos de haber sacado a Podemos de la Asamblea». El ambiente fue festivo en la sede nacional de Vox de la calle de Bambú, en la que celebraron con el himno y bengalas los resultados obtenidos en el resto de España.

Podemos

Ni con Pablo ni sin él

Noche triste en la sede de Podemos en la calle de Francisco Villaespesa. Pese a la presencia de primeras espadas como la secretaria general, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, el tique electoral madrileño no pudo romper la barrera de votos para entrar en ambas cámaras; la Asamblea Regional y el Ayuntamiento de Madrid. Desde primera hora de la tarde, se encerraron en la primera planta del inmueble, si bien, las encuestas eran malas pero no catastróficas. Hay que consignar que el día antes del cierre de campaña, Pablo Iglesias participó en un mítin en Lavapiés. Durante la tarde-noche electoral, el núcleo duro no había aparecido más que con un tuit previo de Jacinto refiriendo «horas de incertidumbre». Ambos, dando la cara por el partido, coincidieron en el fracaso y la necesidad de remozar el «bloque progresista».

Ciudadanos

Fin de la cita

Con un renovado equipo de presidencia, nuevo logo y marca, Ciudadanos perdió todo su peso frente al electorado madrileño. Aruca Gómez, la candidata a presidenta de la Comunidad, no ha logrado salir del anonimato desde que fuese elegida en febrero de este año y su partido quedó fuera del Parlamento por segunda vez consecutiva al no conseguir más que un 2% de votos. La gran apuesta del partido naranja, Begoña Villacís, tampoco rentabilizó su puesto de vicealcaldesa y dejó a su partido fuera del hemiciclo, perdiendo sus 11 escaños. El total de concejales perdidos en municipios ascendió a 240, relegando al partido a la irrelevancia absoluta. El futuro político de la formación encabezada por Patricia Guasp pende de un hilo.

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