Congreso PSOE de Madrid: 'quórum valiente' y 'Perrosanxe' en la mercadotecnia
Un vídeo contra Ayuso y una foto multitudinaria de familia, elementos para la coronación de Óscar López como secretario general del PSOE-M el primer día
En directo, el PSOE de Madrid celebra su XV Congreso regional

Todo congreso federal, regional, local, vecinal o de flamencología tiene sus previos. Sus afines y sus mínimos desacordes, su acuerdos y, hasta hace unos años, los versos sueltos. Esos versos sueltos que eran la sal de la vida cuando sacaban el puñal del godo. Hacía ... frío en la mañana de este sábado, 0 grados y el césped helado, donde daba la sombra, en el campus de la Universidad Carlos III en Leganés: sede académica y de ladrillo visto para el 15º Congreso Regional del PSOE Madrid.
Cartel de tronío para los muy cafeteros: Óscar López, Salvador Illa, José Manuel Albares, Félix Bolaños (Anne Hidalgo por vídeo) y José Luis Rodríguez Zapatero. El ayer y hoy de lo que quieren llamar «izquierda valiente», que a algunos, entre sonrisas, descolocaba un poco a juzgar por lo que los delegados conversaban riendo entre pasillos. Conciliábulo repleto para un fin de semana de anticiclón en Madrid y en una Federación dada a las tempestades.
El congreso traía su lógica ristra de delegados, también la tienda de 'souvenirs', regentada por Vicente. Ya el PSOE, desde Sevilla, ha venido patentando lo del 'Perro Sanxe', haciendo de la virtud necesidad, negocio y culto al líder al mismo precio. Concretamente 5,99 euros la camiseta con la serigrafía 'Somos zurdas', y que se sepa Javier Milei aún no ha pedido derechos de autor. Como hasta el momento, que se sepa tampoco, no se había visto ni se verá, a Juan Lobato. Quizá porque los funerales de uno mismo no son plato de buen gusto para todo quisque.
La tiendecilla de recuerdos del 15º Congreso Regional, que es lo que interesa, la rige Vicente. Cachazudo, hasta hace propio el chiste o marca registrada de 'Perro Sanxe' y lo repite descuajuaringado. Vende a disposición del público afín un kit para recoger las deposiciones caninas (por aquello del perro) que en plena calle afean a todos: al político y al apolítico. Vicente, por vender, vende hasta calcetines «que hace una compañera de Burgos». Y así se teje la izquierda valiente. El galimatías de la entrada se iba despejando. Se veía a Paca Sauquillo, la nueva presidenta del PSOE madrileño de mano de Reyes Maroto. Sauquillo caminaba firme, sabedora de su pasado laboralista y casi legendario que le daba calor al frío de Maroto y a su andar de zancada larga.
Un abrazo en un congreso dura lo que dura. Aunque se vieron. Abrazos y palmadas en el hombro: hasta alguna recibió el cronista cuando se acercaba al alcalde de Fuenlabrada, Francisco Javier Ayala, autor de uno de los penúltimos culebrones del socialismo 'madriles' cuando se acercaba a preguntarle por el significado profundo del adjetivo «valiente», leitmotiv de las jornadas de todo este fin de semana. Un adjetivo que, en teoría y por eliminación, da a entender la existencia de una izquierda cobarde. Se excusaba Ayala en «la claridad», como sin entender el cuestionamiento al que desde la superioridad del puño y la rosa los habían metido para defender entre plumillas y debatientes.
El rictus de Cerdán
También pasaba por la confusa puerta de entrada, o por las confusas puertas de entrada, Fran Martín, el delegado del Gobierno tan inasequible al desaliento de los charcos políticos, al que le dieron de matute el escapulario del evento minutos después de que Óscar López, viviendo esa gloria de lo previsible, se hiciera una foto de familia, de familia numerosa con los delegados, los voluntarios y alguien, un particular, con acreditación que se unió al relato para hacer bueno el dicho de Alfonso Guerra del peligro de moverse cuando atruenan los flashes.
Sí tuvieron su cuota de militancia, de sobaquillo, de fotos que hay que repetir, el presidente de la Generalidad de Cataluña, Salvador Illa, acompañado de Santos Cerdán. Se vieron la sonrisa de uno y el gesto como derrotado de otro: el rictus de los largos que se hacen los cafés por la parte de Bruselas. Cerdán, hay que reseñarlo, ni siquiera posó ante Leandro, voluntario, que horas después iba compartiendo en redes sus fotos. Colaborar con el Partido tiene esas benéficas contraprestaciones fotográficas. Y Leandro lo sabe como coleccionista de instantes fraternos y federales.

No llevaba chaqueta el ministro Félix Bolaños, como no la llevaba Miguel Ángel, de Chamberí, que sí portaba un plumas y una bufanda del Atleti. Su plan era unir («quiero llegar a tiempo al estadio»), el fútbol y la política de filas; tan parecidos en todo lo demás. Apuntamos aquí la chaqueta de piel de Bolaños, al que, entre bromas y veras, le achacan exceso de corbata. Así entró al recinto cuando el auditorio estaba lleno. Se proyectaba un vídeo contra Ayuso e iban calando mensajes contra el Lucero 'trumpiano' del Alba. Algo en lo que luego incidiría Bolaños con su frase: «Para casa».
Ya, después, entrada la tarde con algún enfadado de la movida gente de Juventudes se esperaba a José Luis Rodríguez Zapatero. Al expresidente lo recogió Óscar López entre murmullos al aire, a ese viento tan de ZP, plantando a los chicos del directo con un mutis.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete