Ayuso apela a los barones del PSOE contra «una república federal ilegal y laica»
La presidenta alerta de la «compra del Gobierno de Cataluña» tras el pacto con ERC y se plantea ir a los tribunales
Almeida tacha de «rabieta» la queja del delegado del Gobierno por no ser invitado a un acto al que jamás ha ido
La nueva «rabieta» del delegado del Gobierno en Madrid: se autoinvita a un acto de Almeida sin atender al protocolo

Una decena de mexicanos, con su bandera, rodearon a Isabel Díaz Ayuso y a José Luis Martínez-Almeida en la esquina de Mayor con la plaza de la Villa. Con la fanfarria y alegría características del país hermano. Hacía calor fuera de la Casa de ... la Villa ya, hacia las diez y media de la mañana, que para eso era 15 de agosto; pero luego, en un abarrotado Patio de Cristales del antiguo ayuntamiento la temperatura subió más: porque alguien debió de olvidar poner el aire acondicionado (algunos sufridores echaban de menos sus abanicos, otros ya venían preparados) y porque la presidenta regional y el alcalde venían con fuerza de sus retiros vacacionales. Había ganas de busca el nocaut a Sánchez por el tema catalán y, para colmo, el delegado del Gobierno se lo puso bastante fácil para que fueran calentando con él de 'sparring'.
La entrega de las Palomas de Bronce y otros reconocimientos por parte de la Hermandad de Bomberos de la Virgen de la Paloma, festividad capitalina por antonomasia del verano, transcurrió en un tono amable y hasta bastante informal. Acudieron los portavoces de todos los grupos municipales (este año sí que se dejó caer Rita Maestre, de Más Madrid, a diferencia del anterior).
Los ceños se fruncieron al término del acto oficial, con las comparecencias de los líderes políticos. No hizo falta preguntarle a Ayuso porque ella misma se lanzó contra la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat y el nuevo modelo de financiación 'ad hoc' para Cataluña.
Tildó el pacto de Sánchez con ERC como «la compra del Gobierno catalán», en referencia al nuevo modelo de financiación propia para esa región, a cambio de contar con los votos de ERC. Apeló a «los barones socialistas de España» para que muestren su desacuerdo con el pacto, pero no se mostró confiada en que le hicieran caso. Aunque la actual ley de financiación autonómica debe ser modificada antes en las Cortes Generales, dejando entrever el deseo de que algún socialista no preste su voto. Además, Sánchez no tiene asegurados aún los apoyos parlamentarios de todos sus socios.
Parafraseando a Nicolás Redondo Terreros, uno de los históricos del PSOE defenestrado por la actual cúpula de Ferraz por su disonancia con Pedro Sánchez, pidió a estos dirigentes que «no antepongan la militancia al pasaporte». Porque considera que esta hoja de ruta no busca otra cosa que «la destrucción de España entera»: «El nacionalismo es destrucción, odio e impunidad. Acabar con la verdadera igualdad. Asumiendo privilegios a costa de la desigualdad de otros. Qué clase de federalismo nos van a imponer ahora, al margen de la ley y a espaldas de la Constitución. Ha habido pactos ocultos, nada de debate y todo de manera autoritaria. Es un proceso autoritario del Gobierno».
«No nos vamos a quedar quietos»
Adelantó que «desde Madrid» se van a negar «a una supuesta república federal, ilegal y laica. Arrancando a Cataluña de España no va a venir nada bueno. Van a repetirnos las mismas mentiras de la convivencia, de la moderación... Desde Madrid no nos vamos a quedar quietos. Vamos a dar la gran versión que es Madrid: la casa de todos. Hay que apelar a la unidad y a las alianzas frente a aquellos que quieren destruir españa. Están fabricando la ruptura y que el golpismo pueda cometer los grandes atentados contra el Estado. No entiendo cómo cada vez hay más silencio en los distintos cargos socialistas del país», insistió.
«Los presidentes autonómicos tenemos una responsabilidad, acudiendo por supuesto a los tribunales a dar esta pelea. No cejaremos hasta que sea su destrucción electoral total», sentenció la lideresa popular.
A este respecto, Almeida enfatizó que no se trata de una financiación singular, sino «privilegiada, de un cupo» como el vasco o el navarro: «Los catalanes van a recibir 500 euros más per cápita que el resto de españoles. ¿Dónde está la singularidad? ¿En qué se diferencia Cataluña de Andalucía o Extremadura?», se preguntó el alcalde de la capital, que va a llevar al pleno de Cibeles una moción al respecto. La portavoz socialista municipal, Reyes Maroto, contestó que el sentido de su voto dependerá del contenido del texto y defendió la postura del PSOE en Cataluña: «Los socialistas siempre defendemos la Constitución y la igualdad de los españoles. No vamos a consentir que el PP nos dé lecciones. En 2018 recibimos una herencia de ruptura [en referencia a la llegada de Sänchez a Moncloa, tras los sucesos del 1 de octubre de 2017 y la declaración unilateral de independencia, en tiempos del Ejecutivo popular de Mariano Rajoy]. Si hoy tenemos un gobierno socialista en Cataluña ha sido gracias al esfuerzo y al proyecto de unión para que Cataluña se integre en España».
Veinte minutos antes del inicio del acto, a las 10.11 horas, el equipo de comunicación de Francisco Martín Aguirre envía el siguiente texto: «El delegado del Gobierno no acudirá al acto institucional de la Paloma tras no recibir invitación, a pesar de haberla solicitado expresamente al Ayuntamiento». En los corrillos previos a la entrega de las Palomas de Bronce (que recayeron en la Policía Nacional por su 200 años; al cabo primero de la Legión José María Martín Urbaneja, que desde hace 28 año organiza el traslado del Cristo de la Buena Muerte, de Málaga; y el Cuerpo de Bomberos de Valencia, por su labor en el incendio de Campanar del 22 de febrero) ya se mascaba el malestar entre las filas del PP por el comentario del delegado del Gobierno. «Cada premiado tiene derecho a una serie de invitaciones, y uno de ellos es la Jefatura Superior de Policía», comenta alguien, en referencia a que en todo caso deberían haber sido desde ese Cuerpo quienes propusieran a Martín Aguirre acudir al evento.
Almeida no quiso darle mucha publicidad: «Desde que soy alcalde, he venido todos los años a este acto y ningún delegado ha acudido. El año pasado tampoco vino él y no cogió esta rabieta. No le vamos a dar minutos de gloria ni nos va a condicionar el protocolo del ayuntamiento de Madrid, que lo decidimos nosotros«. Ayuso lo criticó por »su permanente búsqueda de la confrontación, polémicas y follones a las puertas de los eventos«. Martín, ya en la parroquia de la Paloma, se quejó de que »el PP de Madrid siga a la gresca en la confrontación institucional« y reclamó que debió ser invitado como responsable de la Policía, que fue galardonada.
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