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Inés Arrimadas deja la política y descarta dar el salto al PP: «Gracias, ha sido un honor»

La portavoz de Ciudadanos en el Congreso dice adiós tras la renuncia de su partido al 23J

Elecciones generales, en directo: últimas noticias del 23J hoy

Ciudadanos anuncia que no concurrirá a las elecciones generales

Inés Arrimadas, acompañada de Guillermo Díaz y de su equipo más cercano, de camino a la sala de prensa donde se ha despedido de la política Jaime García
Juan Casillas Bayo

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Inés Arrimadas, tras cuatro años en el Congreso de los Diputados, se despide de la política. La portavoz de Ciudadanos (CS) en la Cámara Baja, antigua líder de la formación, descarta a su vez dar el salto a las filas del Partido Popular (PP), según aseguran fuentes de su entorno a ABC. Este 23 de julio, en las elecciones generales adelantadas por Pedro Sánchez, la dirigente que se impuso al nacionalismo catalán en el punto álgido del 'procés' verá los comicios desde la barrera, como una ciudadana más.

La decisión era esperable, dadas sus reiteradas promesas en los últimos meses de que ella estaría en CS o en ningún otro partido. Ahora, dos días después de que el Comité Nacional de su formación, órgano del que todavía formaba parte, optase por no concurrir a los comicios del 23J —en gran parte por su consejo, dado que era la única candidata viable a mes y medio vista—, confirma su adiós.

El runrún se había desatado ya antes del mediodía, cuando CS ha convocado una comparecencia de Arrimadas a la una de la tarde en la sala de prensa del Congreso. Fuentes de su entorno confirmaban que iba a dar una breve declaración a modo de despedida y que para ella ha sido un «orgullo» representar a los españoles por la provincia de Barcelona desde que pasó a la política nacional en las elecciones de abril del 2019.

En una sala de prensa casi llena pese a estar disueltas las Cortes y ser menor la presencia de periodistas, Arrimadas se ha hecho esperar y ha dirigido unas palabras durante unos siete minutos. No ha aceptado preguntas y tampoco ha hecho autocrítica por su etapa al frente de CS, más allá de mencionar «aciertos y errores». Tras diez años en política, ha decidido parar y darle un nuevo giro a su vida.

Sin dejarse llevar por la emoción durante su discurso, Arrimadas ha afirmado que no solo comparte la decisión de CS de no concurrir a las elecciones generales del 23J, sino que lo defendió «con firmeza» en los órganos correspondientes de su partido. «No hay mayor honor que haber representado a los españoles en un momento crucial de la historia de España», ha afirmado, con la mente en sus años en Cataluña.

Agradecimiento a Albert Rivera

Arrimadas, a pesar del notorio distanciamiento entre ellos en los últimos años, ha agradecido a Albert Rivera la oportunidad que le dio al ficharla para CS y, uno a uno, ha mencionado a todos los trabajadores que han formado parte de su equipo cercano en los últimos tiempos: Gema, David, Andrea, Jorge, Pedro, Pilar y Susana. De sus actuales compañeros solo se ha acordado del «mejor portavoz y diputado», Guillermo Díaz, quien sonreía desde un lateral de la sala con un traje negro. Día triste. Él es el único del grupo parlamentario que la apoyó en su disputa con Edmundo Bal, a quien no se ha referido en ningún momento.

La expresidenta de CS ha pedido a los catalanes que hagan frente al nacionalismo «sin complejos» y les ha agradecido que frenasen democráticamente, con sus votos, «el golpe de Estado del 2017». Después ha repasado algunos hitos de su partido, como desbancar al PSOE tras toda una vida en Andalucía, formar un grupo liberal español en el Parlamento Europeo o gobernar en comunidades autónomas y ayuntamientos. «Estas elecciones [las del 23J] se celebran en un momento crucial. Les deseo mucho acierto a los gobernantes que salgan de esta cita electoral porque los españoles lo necesitan. Mantengo mi compromiso con la España en la que creo», ha dicho, antes de despedirse: «Gracias, ha sido un honor».

Arrimadas cobró un enorme peso político y mediático por su papel como líder de la oposición en Cataluña durante la deriva independentista que llevó al Parlamento catalán a declarar la independencia de forma unilateral el 27 de octubre del 2017. Su liderazgo había sido decisivo en los plenos de los días 6 y 7 de septiembre de aquel año, cuando el separatismo aprobó de forma inconstitucional las leyes de desconexión.

El mismo día de la declaración unilateral de independencia, el Senado aprobó a petición del Gobierno el artículo 155 de la Constitución para intervenir la autonomía de Cataluña y Mariano Rajoy convocó elecciones anticipadas al Parlamento autonómico. En aquellos comicios, Arrimadas logró una histórica victoria y se convirtió en la primera política no nacionalista en imponerse en la región. No obstante, fue estéril porque los separatistas tenían mayoría para formar gobierno.

En 2019, menos de dos años después, anunció su salto a la política nacional en un tándem con Albert Rivera con el que CS apostaba por dar el 'sorpasso' al PP y convertirse en la alternativa a Pedro Sánchez. El partido logró su mejor resultado histórico, 57 diputados, y se quedó a menos de un punto porcentual de los populares. Pero a la vez sumaba mayoría absoluta con el PSOE. Una vía que no quiso explorar y que llevó a la repetición electoral del 10N, donde los liberales perdieron 47 escaños en un batacazo del que no han sabido reponerse.

Rivera dimitió al día siguiente y un clamor interno miró a Arrimadas, embarazada de su primer hijo, como la heredera natural del hasta ese momento único presidente de CS. Arrimadas se impuso en las primarias de la sucesión a Francisco Igea por amplio margen y se convirtió en la primera y última mujer presidenta de CS. Su mandato no consiguió remontar la debacle del 10N y, tras unos meses de aproximación al Gobierno al respaldar las prórrogas de los estados de alarma por el coronavirus, empezó a tener las primeras crisis internas por cuestionar su estrategia.

En febrero del 2021 el partido perdió en Cataluña treinta diputados autonómicos, confirmando que la crisis de CS persistía y no era pasajera. El núcleo duro de Arrimadas buscó un golpe de efecto con una moción de censura en la Región de Murcia, donde pretendía cambiar al PP por el PSOE en el Ejecutivo autonómico y hacerse CS con la presidencia. No funcionó y eso desembocó un terremoto con el adelanto electoral en la Comunidad de Madrid y la pérdida para Ciudadanos de los Ejecutivos de la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia, dos de los cuatro que formó con el PP en 2019.

En las siguientes elecciones se sucedieron las malas noticias: en Castilla y León pasó de gobernar a tener un solo procurador y en Andalucía, directamente, a desaparecer. La formación inició un proceso de refundación que culminó en enero, con la VI Asamblea General. Arrimadas cedió el liderazgo a una suerte de bicefalia —Adrián Vázquez (secretario general) y Patricia Guasp (portavoz política)—, pero las elecciones autonómicas y municipales del 28M han sido la puntilla. Fuera del Ayuntamiento de Madrid, sin representación en los doce parlamentos autonómicos donde había elecciones y sin posibilidad de gobernar en ninguna ciudad importante.

Arrimadas, con su mudanza a Jerez de la Frontera (Cádiz) hace unos meses, dio pistas de que preparaba su adiós de la política, aunque en el partido había quienes la seguían viendo como la única candidata posible para unas elecciones generales. La decisión de no concurrir pone punto y aparte, ya se verá si final, a la vida política de Inés Arrimadas: el azote del 'procés' que no supo reflotar Ciudadanos.

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