La Guardia Civil sospecha que la mujer de Koldo montó una consultora para ocultar ingresos
La UCO considera que ayudó al exasesor de Ábalos en calidad de «testaferro» y la investiga por blanqueo
Koldo y el comisionista hicieron del ministerio un despacho privado

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sostiene que la mujer de Koldo García, Patricia Úriz Iriarte, ayudó a su pareja a ocultar las ganancias obtenidas con la supuesta trama delictiva alrededor de contratos para traer mascarillas a España durante la pandemia « ... en calidad de testaferro». La investigación que se sigue en la Audiencia Nacional ha revelado que quien fuera asesor de José Luis Ábalos y su familia compraron viviendas por valor de 1,5 millones de euros y llegaron casi a cuadruplicar sus ingresos en efectivo en dos años, apenas meses después de las adjudicaciones bajo el foco también de la Fiscalía Europea.
El rastro del dinero otorga a Úriz un papel relevante en la ocultación de los fondos. Y los movimientos bancarios conducen también a una consultora a su nombre, que los investigadores, sospechan, habría utilizado «para justificar ingresos» cuyo beneficiario real era su marido Koldo García.
Se trata de una mercantil –Erikapat Consultoría Internacional SL– constituida en marzo de 2022, con sede en Benidorm (Alicante) y en la que Úriz figura como administradora única. Como objeto social de la misma consta «la realización de actividades de consultoría tecnológica, laboral, de prevención de riesgos laborales, de seguridad e higiene, de recursos humanos así como la formación en todos estos aspectos, destinados a cualquier campo o sección», según recogen los investigadores en un informe aportado al juez Ismael Moreno.
De acuerdo al acta notarial, recogida también en el oficio, Úriz posee el 97,97% de las acciones de la empresa, mientras que el hermano del exasesor de Ábalos, Joseba García, asimismo investigado por presunto blanqueo de capitales, el 0.3%.
La creación de la consultora en 2022 coincide con un ligero ascenso en los movimientos bancarios detectados en las cuentas de Koldo García y su mujer, cuyas retiradas de efectivo habían disminuido de forma «notable» desde que Soluciones de Gestión, la compañía instrumental tras la que se encuentra el investigado Juan Carlos Cueto, resultó adjudicataria de 53 millones de euros en contratos de mascarillas.
La tesis de la UCO es que Koldo García contaba con una «fuente de dinero» en metálico «desconocida». Cabe recordar los 10.000 euros que «K», el apodo de Koldo García, habría recibido de manera recurrente por parte de Víctor de Aldama, el comisionista de la operación imputado y sus socios.
Una caja fuerte en casa
Úriz Iriarte figura entre los 16 detenidos en la Operación Delorme en el marco de la investigación que dirige el titular del Juzgado Central de Instrucción 2 y estalló la Guardia Civil con las detenciones y registros del mes pasado.
A la mujer de García se le imputa haber participado en la «ocultación del incremento patrimonial injustificado que Koldo tuvo en correlación temporal con los contratos investigados», según uno de los informes policiales que figuran en la causa y se le da el papel de «testaferro». También se le considera conocedora de todas las operaciones de su marido y su entorno que habrían ido destinadas a la ocultación del dinero obtenido, supuestamente, de manera irregular. «Controla el patrimonio y su entorno, en particular el de Joseba», en referencia a su cuñado, el hermano del hombre de confianza de Ábalos también investigado. De las conversaciones telefónicas rastreadas por los agentes, éstos concluyen, por las conversaciones de Patricia Úriz, que Joseba García «dispone de dinero en efectivo cuyo titular real es Koldo».
Las pesquisas de la Benemérita afloran que la pareja tenía en su domicilio, en el momento de la detención, 29.850 euros en efectivo en su domicilio. Los agentes destacan las conversaciones entre ambos sobre una caja fuerte que tenían en la vivienda, en relación con los ingresos en efectivo sin justificar que Koldo García fue recibiendo y a los que se sigue el rastro.
Unos ingresos en efectivo, que también recibió Úriz, y que «se incrementaron sustancialmente a partir de 2020, año de adjudicación de los contratos investigados». En total, los investigadores les pedirán aclarar el origen de 224.000 euros de ingresos en efectivo para los que no se ve justificación. Precisamente a partir del incremento de entradas de dinero en las cuentas de ambos, los agentes destacan que hicieron una donación de 90.000 euros a su hija, menor de edad, que destinaron a la compra de una vivienda, una operación que se investiga como posible blanqueo de fondos obtenidos de manera ilícita.
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En el momento de la detención, Úriz tenía en su domicilio un Peugeot 508 que carecía de permiso de circulación por haber caducado.
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