Rueda pide al Gobierno que reparta en Galicia fondos para atraer las nuevas inversiones
discurso de fin de año
El presidente agradece a su familia la comprensión por sus ausencias, preocupaciones y también por sus malos momentos
En su primer discurso de fin de año como presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, eligió el centro de acogida de peregrinos en Santiago para dirigirse a los gallegos. Desde allí comenzó hablando del récord de más de seis millones visitantes alcanzado en el segundo año Xacobeo en Galicia y terminó con un agradecimiento personal a su familia por comprender las «ausencias» que implica su nueva responsabilidad. El mensaje tuvo también una carga reivindicativa. Rueda, que en los últimos meses ha reprochado el «agravio» a Galicia en el reparto de fondos europeos Next Generation, pidió al Gobierno central que reparta el dinero para que se puedan materializar las nuevas inversiones proyectadas.
Minutos antes el presidente ya había alertado de que Galicia seguirá alejada de la «confrontación estéril», pero que defenderá con «lealtad y argumentos aquellas causas que entendemos justas y útiles para esta tierra». Rueda seguía así la línea marcada por su predecesor en el cargo, Alberto Núñez Feijóo, que hace un año compartía la misma reflexión en su último discurso de fin de año antes de ser designado número 1 en Génova.
«Muchos gallegos pasan estas fechas preocupados por la economía familiar o la viabilidad de su negocio», aseveró el presidente para recordar que «llevamos muchos meses padeciendo una inflación que se nota en todas partes». Supermercados, gasolineras, alquileres e hipotecas, autónomos y pequeños empresarios, enumeró, se ven afectados por la subida de los precios. Rueda prometió apoyar a los que padecen «la dureza de las condiciones económicas» y consideró necesario que «la ciudadanía sienta siempre que su calidad de vida es prioridad de todas las administraciones».
Pese al difícil momento, el presidente consideró que «Galicia debe aprovechar las oportunidades que se esconden en el contexto económico actual, que también las hay». Rueda aseguró que «el trabajo hecho por Galicia en los últimos meses situó las nuevas inversiones a nuestra puerta». Aunque no las citó de forma explícita, el presidente se refería a los proyectos estrella de Galicia para captar fondos europeos Next Generation, como la fábrica de fibras textiles de Altri o a los planes para nuevos modelos de vehículos en la factoría de Stellantis, que todavía desconocen si se beneficiarán del programa de ayudas. Después pronunció la frase con mayor carga política del discurso. «Ahora solo falta que el Gobierno central, que es quien tiene las llaves del reparto, se la abra para que entren a crear empleo, riqueza y un futuro mejor aquí, en Galicia», subrayó.
Si los últimos discursos de Feijóo habían estado marcados por la pandemia, en el contexto actual Rueda no tuvo ya palabras para el coronavirus. Sí se refirió ampliamente al doble Año Santo que ahora termina y al que él dedicó buena parte de sus esfuerzos en su etapa de vicepresidente con competencias en Turismo. «El Camino de Santiago se superó a sí mismo como nuestra mejor carta de presentación ante el mundo», aseveró. 483.000 peregrinos, cifra récord de seis millones de visitantes en 2022 en Galicia culminaron un «bienio santo único». El presidente se mostró convencido de que «Galicia no es ni mucho menos una moda pasajera, sino un lugar excepcional que va a seguir seduciendo al mundo durante muchos años más».
Rueda, que afirmó sentirse orgulloso de «construir entre todos unos servicios públicos de primer nivel», prometió que la Xunta va a seguir haciendo todo lo que esté en su mano para ofrecer a los gallegos «la sanidad pública que merecen», una educación «que abra cada vez más puertas» y para «prestar la ayuda que necesitan las familias con hijos o que estén cuidando a las personas dependientes». El presidente tuvo también palabras para las víctimas del accidente de autobús que en Nochebuena cayó al río Lérez cobrándose siete vidas, «que no van a desaparecer de nuestro recuerdo», señaló.
En el momento más personal del discurso se refirió a su nuevo papel como presidente autonómico. «Me siento privilegiado por caminar al lado de las gallegas y los gallegos en cada nueva etapa», afirmó. «Ser presidente de la Xunta implica, desde luego, la mayor honra, pero también la mayor responsabilidad que pueda existir". A continuación llegaron los agradecimientos a su familia. Rueda explicó que le debe de "pedir mucho tiempo prestado" y resaltó que comprende "con una generosidad inmensa" las preocupaciones, las ausencias y "por qué no decirlo, mis malos momentos«.
«La suma de las vivencias personales como esta que acabo de compartir con ustedes componen el camino colectivo del pueblo gallego», encaró Rueda el tramo final del discurso de fin de año. Deseó a los gallegos que en el 2023 afronten los nuevos retos con «prudencia y con sentidiño, pero también con optimismo e ilusión». Habrá reveses, pero serán más los momentos felices, prosiguió. «Cuando haya que superar obstáculos, lo haremos como siempre hicimos los gallegos, apoyándonos unos a los otros. Disfruten de estas fiestas y muy feliz y venturoso año 2023 para todos», concluyó el presidente.
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