El impresionante sendero de Galicia perfecto para una escapada: una ruta entre mágicos bosques, molinos y cascadas
La ruta, situada en la provincia de Pontevedra, permite disfrutar de un entorno natural mágico
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Galicia esconde joyas naturales únicas. Y es que esta región es zona de paisajes verdes, ríos caudalosos y una costa recortada por acantilados imponentes. Su riqueza natural la convierte en un destino ideal para los amantes del senderismo, con rutas que atraviesan frondosos bosques, montañas, valles y playas vírgenes.
La comunidad gallega es un paraíso para los senderistas. Recorrer sus rutas supone una experiencia única para conectar con el entorno y descubrir la esencia de esta tierra mágica.
Uno de los mayores atractivos del senderismo en Galicia es la diversidad de sus senderos, entre los que encontramos desde rutas costeras, como el Camiño dos Faros, que recorre la abrupta Costa da Morte, hasta senderos de interior, como la ruta de la Ribeira Sacra, con impresionantes vistas de los cañones del río Sil.
Uno de los senderos más especiales de Galicia se encuentra en la provincia de Pontevedra. En concreto, en el municipio de Valga, situado en la comarca de Caldas. Se trata de la ruta de las Fervenzas de Raxoi y Parafita, ubicada entre estas dos aldeas.
Bosques de ribera, molinos y cascadas
La ruta de las Fervenzas de Raxoi y Parafita permite, de forma muy accesible, disfrutar de un entorno natural mágico. El sendero tiene una extensión de unos dos kilómetros y no tiene apenas dificultad, por lo que es perfecto para realizar en familia.
La ruta discurre a lo largo del río Valga, atravesando frondosos bosques de ribera y pasando por antiguos molinos de agua. El sendero está acondicionado con pasarelas de madera y pequeños puentes que facilitan el recorrido y permiten disfrutar del paisaje de manera cómoda y segura.
El inicio del sendero obliga a caminar durante unos 500 metros entre un denso bosque de ribera para bajar hasta el río Valga. Durante esta parte del recorrido, puedes encontrar antiguos molinos en ruinas que aprovechaban la fuerza del agua del río para moler grano.
El río Valga forma en este punto varios rápidos y conduce hasta la primera cascada, Fervenza de Raxoi, que cae desde 10 metros de altura formando una piscina natural. En época de lluvias, el caudal es abundante y el sonido del agua resuena por el bosque.
La ruta continúa entre árboles de ribera (robles, alisos y castaños) y vegetación densa. Aproximadamente a 500 metros de la Fervenza de Raxoi, encontrarás un conjunto de molinos restaurados conocidos como los Muiños de Parafita, utilizados durante siglos para moler cereales como el trigo y el maíz.
A continuación, se encuentra la Fervenza de Parafita, una cascada más pequeña, de unos 6 metros de altura, pero que destaca también por su espectacular belleza. En este punto, el río Valga forma pequeñas pozas naturales, ideales para refrescarse en verano.
Llegados al final de la ruta, se puede regresar cogiendo el mismo sendero. El camino de vuelta es algo más exigente, ya que hay que subir el tramo que previamente descendimos hacia el río. En cualquier caso, la duración total del trayecto es de alrededor de 1 hora, dependiendo del ritmo al que se realice.
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