Feijóo no renunciará a intentar ser presidente pese al portazo del PNV

Ese «mandato de las urnas» al que aludía Feijóo ante los medios de comunicación después de la ofrenda al Apóstol es una victoria, sin discusión, de los populares el 23J, pero que les dejó un sabor agridulce al no haber logrado un resultado lo suficientemente holgado para gobernar, ni en solitario, ni tampoco en una hipotética alianza con Vox. Pese a las dificultades, el presidente del PP está decidido a cumplir su «deber de intentar hablar con los grupos para darle a España lo que España ha votado».

Para Feijóo, aún con la rotunda negativa del PNV a dialogar, decir que los populares no tienen apoyo para gobernar «sería una conclusión precipitada». El expresidente de la Xunta recordó, por ejemplo, que tanto Unión del Pueblo Navarro (UPN) como Coalición Canaria «están en la mejor disposición» de sentarse a hablar. Y «en las próximas semanas», Feijóo citará también a Vox y al PSOE.

El candidato popular quiere controlar los tiempos de la resaca electoral. Se ve legitimado a intentar ser investido tras conseguir en sus primeras elecciones generales aupar hasta los 136 escaños –47 más que en 2019– a un partido en el que tomó las riendas en abril de 2022 en plena crisis interna. Es el PP y no el PSOE –segunda fuerza– quien ganó el 23J. Siente que le corresponde, al menos, tomar la iniciativa. Y más, cuando España necesita mandar un mensaje de «estabilidad, europeísmo y centralidad».

Porque la alternativa, cree, sería un ejecutivo de coalición de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz secuestrado por los secesionistas. Y «sería un inmenso error que en España gobernasen los independentistas», alerta el presidente del PP. No solo eso. Porque además del visto bueno de Esquerra o Bildu, que se da por descontado, Sánchez necesitaría el apoyo también de Junts, el imprevisible partido del «prófugo» Carles Puigdemont.

Ante ese posible escenario, en el que grupos políticos que reconocen que «no les importa España» puedan tener «sometido» al Gobierno, el presidente de los populares prefiere mover ficha. «A mí, sí me interesa España», recalcó ayer. Además, Feijóo quiso recordar que en estos comicios los partidos independentistas «han perdido escaños», pese a que podrían ser la llave para un Gobierno de Sánchez. Frente al desplome de los secesionistas, son «los partidos de Estado» –y en ese saco sí mete implícitamente con un guiño al PSOE– los que han cosechado los mejores resultados.

Feijóo no lo va a tener fácil para ser investido, pero tampoco ha querido aprovecharse de la ofrenda para reclamar un empujón al patrón de Galicia y España. «Al Apóstol no se le viene a pedir nada, se viene a darle las gracias», bromeó el líder popular.