La FP Dual: todavía estudiantes, pero ya con un pie en la empresa
Una joven que trabaja en la misma firma donde se formó: «Quería acabar el ciclo con experiencia laboral»
La Formación Profesional tutelada por empresas gana adeptos: este curso en Galicia hay un 36 % más de alumnos

Hasta entonces casi no hay que tomar decisiones, el itinerario ya está escrito. Apenas elegir, en términos ya caducos, entre ciencias o letras, entre ética o religión. Pero al acabar el bachillerato llega el abismo. Con la mayoría de edad todavía por estrenar, hay que ... tomar decisiones trascendentes que pueden condicionar laboralmente una vida. ¿Estudiar o trabajar? ¿Universidad o Formación Profesional? Pero cada vez hay más opciones sobre la mesa, como la ahora conocida como FP Dual Intensiva, un tipo de estudios tutelados por empresas. La fórmula, que se ha ido perfeccionando desde que nació, hace algo más de una década, permite a los alumnos meter pie y medio en las empresas ya desde el primer día que entran en el aula.
«A mí lo que me interesaba era salir formada. En la universidad sales con muchos conocimientos teóricos, pero difíciles de aplica hasta que no coges experiencia. Y a mí me atrajo mucho salir ya con experiencia laboral», explica a ABC Yolanda Fajardo, una joven coruñesa de 27 años que, a día de hoy, sigue trabajando en la misma empresa que tutela el ciclo de grado superior de FP Dual que cursó.
Yolanda estudió, en concreto, un ciclo formativo de grado superior en Química Industrial, que desde hace más de una década se imparte a caballo entre el IES A Sardiñeira, de La Coruña, y las instalaciones del complejo industrial de Repsol en esta ciudad gallega. Ella fue alumna de la promoción 2015/17 y la energética la contrató en cuanto acabó sus estudios: «Yo ya nunca tuve que irme para casa, y a día de hoy sigo trabajando en la empresa».
Alta tasa de empleabilidad
No todos tienen la suerte de acceder a la empresa de una manera tan rápida y directa como Yolanda. Lo más habitual en Repsol es, al acabar los estudios, pasar a formar parte de una bolsa de trabajo de la misma empresa, pero igualmente entrar a formar parte de la plantilla en poco tiempo. Según la compañía, la empleabilidad en su complejo de La Coruña de los alumnos por esta vía de acceso es del 90 %.
Las diferencias fundamentales entre una FP ordinaria y una FP Dual es que, aunque en la primera las prácticas también forman parte de los estudios, en la segunda, su presencia adquiere más protagonismo. Además, están guiadas por una empresa determinada desde el minuto cero, con una formación ya encaminada a las necesidades de la propia firma. Por poner sólo un ejemplo, ya en el primer curso del ciclo superior de Química Industrial del IES A Sardiñeira, el que había completado Yolanda, se imparten unas 400 horas de prácticas en el complejo de Repsol. Y una última gran diferencia de los estudios de la FP Dual Intensiva respecto a la FP ordinaria: en la primera, son las propias empresas las que seleccionan a los alumnos, sobre todo mediante entrevistas, aunque antes deben cumplir los requisitos de cualquier alumno de FP.

A día de hoy, hay matriculados en Galicia un total de 68.823 personas, entre grados básicos, medios y superiores de FP. Pero entre ellos cada vez tienen más peso los grados de FP Dual Intensiva. Lo demuestra que, si en el curso 2023/24 había un total de 2.974 alumnos matriculados en estudios de esta modalidad, en el curso 2024/25 han pasado a ser 4.042, según datos facilitados a ABC por la Consellería de Educación, Ciencia, Universidades e Formación Profesional. Es decir, en el curso actual hay 1.068 alumnos más; por tanto, significa una subida del 36% respecto al periodo lectivo anterior.
Otro de los grupos empresariales que apuestan por este método para formar a sus futuros trabajadores es Hijos de Rivera, conocido sobre todo por producir la cerveza Estrella Galicia y distribuir el agua mineral Cabreiroá. Desde 2017, más de 250 alumnos participaron en sus programas formativos. Este curso cuentan con 65 estudiantes en ciclos formativos de Mecatrónica Industrial, Química Industrial, Mantenimiento Electromagnético, y de Transporte y Logística, que se imparten en media docena de centros.
«Probamos el primera año, vimos que funcionaba muy bien, que los alumnos venían con ganas y que en las fábricas tuvieron una gran acogida», explica a este diario Miriam Cillero, responsable del programa FP Dual en Hijos de Rivera. Y así, curso a curso, fueron ampliando tanto el número de plazas como el número de titulaciones: «La empresa crece y, lógicamente, cada año necesitamos contratar a más personas. Esta es una de las vías».
Perfiles más comunes
La mayor parte de los estudiantes aterriza en un ciclo de FP Dual una vez finalizan sus estudios de bachillerato. Pero, al menos en Hijos de Rivera, se ven cada vez más otros perfiles: alumnos que se pasan al ciclo formativo tras cursar una carrera, o incluso ya tras años de experiencia laboral.
También los proyectos educativos de Repsol han ido ganando músculo con el paso de los años. «Para nosotros, como compañía, la FP Dual es una herramienta crucial para captar el talento y desarrollarlo», explica Noemí Candal, gerente de Planificación, Organización y Servicios de Personas y Organización del Complejo Industrial de Repsol en La Coruña.
Repsol colabora con la Xunta desde los años 90 del siglo pasado en relación a las prácticas de los ciclos formativos, y en 2013 fue una de las empresas pioneras en la puesta en marcha de la FP Dual en Galicia. Con el paso del tiempo, se ha traducido en que, a día de hoy, «la mayoría de los puestos técnicos provienen», en el área de producción, de este clase de estudios. Al principio desde los ciclos de FP ordinarios y, desde 2013, de la FP Dual.
La organización de los cursos puede variar, pero, más o menos, de septiembre a febrero los alumnos cursan sus asignaturas en el centro, y ya de marzo a agosto hacen prácticas en las empresas. Esta dinámica se mantiene en los dos cursos del ciclo. Es decir, cinco meses de prácticas el primera año y otros tantos en el segundo. Además, los estudiantes tienen el incentivo de que los meses que están en la empresa cobran una retribución económica. En el caso de Repsol, unos 750 euros mensuales, una cifra algo por encima de lo que obliga la normativa.
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