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Los dos inquietantes poemas de Asunta recuperados del móvil de Rosario Porto: «Mi madre no sabe hablar, pero sí regañar»

Salieron a la luz en 2014 cuando la policía se los entregó al juez de instrucción Vázquez Taín, pero se han hecho virales por el auge de la serie

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María Carbajo

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El asesinato de la niña Asunta Basterra conmocionó en 2013 a todo el país. Ahora, once años después, los ecos de aquellos días negros de septiembre y el shock por la autoría de sus propios padres han vuelto a la actualidad casi con más fuerza que nunca por el éxito de la serie que recrea el crimen.

Mientras la sociedad debate sobre si es ético realizar documentales y series sobre casos reales que pueden seguir hiriendo sensibilidades -una cuestión moral que en parte ha puesto sobre la mesa la madre del niño Gabriel-, continúan saliendo a la luz detalles de la muerte de la niña gallega.

En esta ocasión se han hecho virales dos poemas que Asunta escribió en enero y abril de 2013 y que fueron eliminados y posteriormente recuperados por la policía del móvil de Rosario Porto tras los registros a terminales y ordenadores de los padres y entregados al juez de instrucción del caso, Vázquez Taín. Uno, dedicado a una mujer misteriosa. Otro, a su madre.

El primero se trataba de un soneto escrito aparentemente para su clase de literatura de 2º de la ESO en el colegio Rosalía de Castro de Santiago donde estudiaba.

Pese a que Asunta tenía sólo 12 años, en esos 14 versos aseguraba haber ayudado a esa mujer misteriora a salir de la droga. Por supuesto, las teorías sobre si realmente estaba hablando de Rosario no tardaron en sobrevolar la investigación, pero es un extremo que nunca se ha llegado a confirmar.

Lo recogía en su momento 'La voz de Galicia': «Su sonrisa tan brillante como el sol. Era la más profunda y hermosa boca. Le encantaba la verde, clara, blanca col, y también la blanca clara coca. Tanto amor se agrupaba en mi corazón, que oía temblar mi inquieta muñeca. Ayer rio, lloró dentro del avión, era una simple corta lágrima seca. Aquella hermosa delgada figura, quería dejar la viciosa coca. Yo y ella insistiendo en esto, lo consiguió. Como premio la retraté en pintura. Ella se dejó aconsejar por una cría, y al final ella contenta aceptó».

Llama la atención que una niña de esa edad pudiera tener relación con un adulta hasta el punto de conocer sus vicios y problemas, por lo que se teorizó siempre sobre que se tratara de su madre u otra persona de su entorno más cercano.

Un poema para su madre

El poema que sí estaba seguro dedicado a su madre fue escrito en gallego y pretendía describir a Rosario Porto. Por los adjetivos que emplea y cómo retrata con palabras Asunta a su madre, la policía decidió incluirlo en su momento en la documentación entregada a Vázquez Taín.

«Mi madre es avariciosa pero muy preciosa, bajilla pero muy riquiña. Canta fatal, cocina con sal. Corre peor, bebe mejor. Tiene poca flexibilidad, pero mucha edad. No sabe hablar, pero sabe regañar. Sabe gritar, pero no desvariar», escribió la pequeña.

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