ENTREVISTA
Xabier Anduaga: «A Pavarotti lo escucho todos los días»
El cantante joven que se rifa media Europa abre la programación lírica de La Coruña el sábado con ‘I Puritani’

«Si me llegas a decir que traes fotógrafo no te vengo así» , confiesa instantes antes de empezar la entrevista en los pasillos del Teatro Colón. A sus 26 años, Xabier Anduaga (San Sebastián, 1995) cumple con los rigores de su edad y esquiva ... los que impone la ópera. Este año de pandemia ha recibido el World Opera Award y el Opera XXI al mejor intérprete joven internacional y nacional, respectivamente. Este sábado debuta el exigente Arturo de ‘I Puritani’ en la programación lírica coruñesa , después de que el Covid le impidiera estrenarlo en París. Es el tenor joven de moda en media Europa, con fechas en Múnich, Londres, Roma, Nueva York... Él tiene los pies en el suelo y la cabeza, cuando no está estudiando papeles, en su Real Sociedad.
Tanto premio, ¿descentra?
A mí no. Me centra en que si hasta ahora estaba bien, lo que viene tiene que ser mejor. Me da mucha fuerza, mucho apoyo. No te voy a decir que no se me carguen piedras en la mochila, es más presión, pero me da más fuerza que otra cosa. Y ganas
¿No le entra a uno sensación de autocomplacencia?
No, todo lo contrario. Una vez piensas eso vas para atrás. Me enseñaron que si no vas para adelante, vas para detrás.
Este Arturo de ‘I Puritani’ en La Coruña, ¿es su primer gran examen?
No, no. Te diría que mis primeros exámenes fueron ‘Il Castello di Kenilworth’ o ‘Lucrezia Borgia’ en Bérgamo. Hablamos de papeles que parecen más fáciles pero ni mucho menos. Arturo tiene mucha presión, pero al final musicalmente está muy bien escrito para el tenor. Es uno de mis primeros roles potentes en mi carrera, pero espero que también uno de los importantes. Está escrito para cantarlo muchos años. Si no, significaría que mi voz ha cambiado demasiado. Mi voz manda, pero espero que no cambie tanto en tan pocos años.
¿En qué espejo se mira uno para cantar un rol así?
No solo en Arturo, me fijo en el espejo de muchos cantantes. Vocalmente, nunca me quiero comparar con nadie porque nadie es parecido a nadie, pero siempre intento escuchar el timbre de Pavarotti, el manejo del registro de Kunde, muchos. Es que a Pavarotti le escucho todos los días, no te voy a mentir.
El riesgo de juzgar a Arturo por el estratosférico sobreagudo de su aria final, ¿da miedo?
El miedo que tiene el Fa lo crea el público. Es una manera inútil de presionar al cantante. Cantas muchos minutos de música y que te juzguen por una nota… No voy a un teatro o a una película pensando en criticar. Si piensas que el cantante debe dar el Fa de una determinada manera para juzgarle, estamos cortos de nivel . A todos nos gusta el morbo, pero debe ser más un morbo que una crítica. Yo creo que crear expectativas de una nota no es bueno para nadie. Otra cosa es que tú te encuentres cómodo con el Fa, que está ahí escrito. Yo lo voy a dar, si esa es la pregunta (risas), pero porque me siento bien con las notas agudas. Tengo ganas de darlo todo . Pero si esa mañana me levanto y pienso que no puedo hacerlo, ya está todo hablado y haré lo que quiera
¿Empiezas a encontrar sintonía con compañeras de reparto, como Jessica Pratt, que comparte cartel contigo en La Coruña?
Cantar con una persona como Jessica… cuando cantas con alguien que sabes que lo va a hacer bien, estás tranquilo, porque sabes que la ópera va a salir bien, si yo lo hago mejor o peor es cosa mía. En el foso tenemos a Giacomo Sagripanti que nos está ayudando desde el primer minuto. Llevarte bien con un compañero fuera del escenario se nota encima de él. Para mí es básico
Un año complejo. ¿Cómo ha sido esta temporada tan difícil?
Este año de pandemia yo tenía que debutar el Arturo en París, pero se canceló. No diré que no me vino bien porque me dio más tiempo para estudiarlo tranquilamente, a ver cómo meter cada nota en su sitio. El confinamiento me dio tiempo a estudiar ‘Puritani’, ‘Cosí’, a mirar bien ‘Lakmè’ que me viene después, ‘Lucia di Lammermoor’. Ha sido un año malo para todo el mundo pero a mí me ha servido para evolucionar vocal y artísticamente.
¿Ha tenido que pasar por el trance de cantar en un teatro vacío?
Sí, en Roma, con la Santa Cecilia. Es muy triste. Yo canto para el público. Para mí es muy importante esa conexión. Si me falta, no sabes a quién le estás cantando. Sientes una tristeza, un vacío. Tuve la suerte de que ese concierto lo hice con Pappano, estás con él intentando crear algo espectacular pero no sabes a dónde va. Vale, hay gente viéndolo en ‘streaming’ y luego se grabará… pero es que sin la magia del directo, mejor te compras el disco. Haciendo ese concierto, cuando acabé me pregunté si tenía sentido hacerlo , que lo tuvo por estar con Pappano
¿Cómo fue regresar al aplauso?
Te daban ganas de llorar. La gente ahora está más contenta porque tiene ganas de ópera.
«Debutar en Madrid ha sido la mejor experiencia en una ópera en toda mi carrera. Fue muy especial»
¿El público va ahora más feliz, más predispuesto al teatro?
Igual eso ha venido bien, eh, que la predisposición a criticar no es nada buena. La gente tiene ganas. Yo las tengo. En Madrid, cuando hicimos ‘Viva la mamma’ , para mí fue lo más hacer seis funciones con público. Ver gente es muy emocionante.
Eso y cantar con Carlos Álvarez...
¿Sabes qué pasa? Esto cuesta entenderlo. A quien le conoce, sabe que Carlos es un humano fuera de serie . No le importa cómo te llames. Él te da algo cada día de ensayo. Y, personalmente, te lo pasas genial. No parece que estés ensayando en el Teatro Real con Carlos Álvarez . Lo hacía tan fácil que solo piensas en disfrutar. Cada día, después de mi aria, entraba él. Siempre estaba en la puerta para darme un abrazo. Podría estar descansando en su camerino, pero estaba conmigo.
¿Cómo fue la experiencia de debutar en Madrid?
La mejor experiencia en una ópera en toda mi carrera. Por todo. Desde que entras hasta que te vas, todo el mundo hace que cantar en el Real solo sea eso, ir a cantar. Ellos solucionan todo lo demás. Con un cariño y un trato humano alucinante. Debutar en el Real es el sueño de cualquier cantante español que empieza. No es el rol más importante que he hecho, pero me hicieron un aria bonita para lucirme en el Teatro Real en mi debut . Fue muy especial. Hemos iniciado una muy buena relación cantante-teatro para muchos, muchos títulos. Empezar así fue bonito.

También ha cantado con Plácido. ¿Cómo lo ha visto tras la polémica que lo rodeó y sus cancelaciones en España?
Tengo un concierto con él el 25 de septiembre en Mérida. Para mí es un placer volver a verle, y cantar con él es un honor. Después de la situación que pasó le vi triste. Pero es verdad que la última vez en Madrid le vi mejor, con más fuerza, con más ánimo, con ganas de cantar y hacer música, que es su vida
¿Qué se aprende de los mayores?
El oficio. Se aprende a gestionar un concierto, a ver cómo ensayan, su capacidad de regularse. Ver cómo están cansados en un ensayo y llegan al día siguiente al concierto y son máquinas de matar, no paran
Viene de Nápoles, teatro exigente. Pero el San Carlos entronca con listado de teatros gigantescos: Buenos Aires, Bastilla, el Real, y en previsión el Met. ¿Cómo es cantar en una sala tan enorme
Cuando empiezas los ensayos asusta la capacidad, da un poco de miedo. Pero me viene bien, me siento más libre de hacer lo que yo quiera. En un teatro pequeño tienes miedo a no pasarte de volumen o de dinámicas. En un teatro como Bastilla o Colón, tienes la posibilidad de hacer las dinámicas que quieras, porque se escucha muy bien. Ha sido un lujo poder dar mis mejores versiones en los teatros más grandes en los que he estado
Debut del Edgardo de 'Lucia di Lammermoor' en Munich en marzo. Otro señor papel.
No sé si me imaginaba así mi debut, pero surgió la oportunidad. Sentí que era el momento. Es un teatro espectacular, uno de los más importantes del mundo, lo voy a cantar con Nadine Sierra, y Edgardo es un rol que siento muy mío, por lo que mi voz me dice. Al final no decido yo, decide mi voz.
¿Y la voz no pide el Duca de ‘Rigoletto’?
Va a pedirlo, está en el calendario, pero quedan algunos años. Todavía no. La cabeza me dice que lo haga mañana, y la voz me recomienda esperar. Coincidí con Piotr Beczala en Moscú. Me decía que porque hagas un rol tu vida no cambia. Él empezó a cantar Lucia más o menos con mi edad, pero es que este verano en junio la volvió a cantar y de seguido cantó ‘Tosca’. Mantiene Edgardo aun habiendo cambiado de repertorio. Hay roles que te siguen muchos años.
¿Los premios le ahorran a uno ir a audiciones?
Las audiciones ya las he hecho, todas las que te puedas imaginar. Cuando empecé hace unos años y cambié de agencia de representación, no te mentiría si te digo que hice 16 o 18 audiciones por todos los teatros del mundo. De ahí han salido los contratos. Los premios han avalado el trabajo bien hecho, pero no me han conseguido más contratos
La más difícil. ¿Cómo le va a ir a la Real este año en Europa?
Pues bien, no me fastidies, que han fichado bien. Sigo el fútbol, ver un partido es como volver a casa. Soy muy de la Real, desde que nací. Es un placer, sobre todo cuando gana, que ahora lo hace mucho.
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