Sesión de control en el Congreso
Feijóo exige a Sánchez el cese del fiscal general y este le invita a más pactos tras cerrar el CGPJ
En un duelo descafeinado, el líder de la oposición pregunta al presidente si es de «extrema derecha» por llegar a un acuerdo con el PP y el jefe del Ejecutivo le da la bienvenida a la Constitución
PSOE y PP prometen que han sellado el último reparto político de la Justicia
Consulta el acuerdo íntegro firmado por PSOE y PP para la renovación del CGPJ

Descorchada la botella de champán, más de cinco años después, tras el acuerdo cerrado este martes para renovar por fin los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), este miércoles estaba cantada la resaca en la sesión de control del Congreso. El líder ... de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha improvisado una pregunta sobre el órgano de gobierno de los jueces y el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, lo ha encajado sin sorpresas, como algo inevitable. Con menos decibelios que en las últimas semanas, en un duelo descafeinado, popular y socialista han bailado con relatos distintos, tras un pacto que saben que tiene cierto coste para ambos.
La pregunta registrada por Núñez Feijóo era cuándo se ocupará el Gobierno de la mayoría de los españoles. Pero aprovechando el pacto en el CGPJ, todavía caliente, y con la espina clavada de hace catorce días, cuando Sánchez situó al PP en una suerte de entente ultraderechista, junto a Vox y la agrupación antisistema Se Acabó La Fiesta (SALF), el líder de la oposición ha tirado de sorna: «¿Ahora que ha pactado el Consejo se ha vuelto usted de extrema derecha, señor Sánchez? Creo que es bueno que aclare si también usted es de extrema derecha».
El dardo lo ha justificado Sánchez como un «aspaviento» de Núñez Feijóo para contentar «a aquellos que le han llevado por la senda destructiva» desde que asumió las riendas del PP. Ahora que le han quitado el comodín del CGPJ caducado para la réplica, el presidente ha dicho al dirigente popular: «A usted, señor Feijóo, de nuevo, bienvenido al acuerdo, bienvenido al cumplimiento de la Constitución».
Núñez Feijóo, que no estaba dispuesto a dejar ahí el tema, ha asegurado en la contrarréplica que él habría firmado el acuerdo hace dos años y que ha sido la Comisión Europea la que «ha obligado» al Gobierno a sentarse. «Este no es un acuerdo para ayudarle», ha dicho, casi llamando a la calma interna en el PP, y ha apostillado que es para poner coto a la «voracidad» del presidente. Entonces, el popular le ha propuesto a Sánchez otros tres 'acuerdos': que cese al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, «por sus delitos y por ser el abogado de su familia», que evite que el Tribunal Constitucional enmiende la plana al Supremo para proteger los intereses socialistas y que dé explicaciones de una vez sobre las causas judiciales abiertas contra su entorno.
«Para usted la perra gorda, lo importante es que se cumpla la Constitución y se renueve el CGPJ. Ojalá este sea el primero de otros muchos acuerdos», se ha limitado a decir Sánchez, sin bajar al barro, antes de ponerse a enumerar los logros sociales de su Gobierno, en su acostumbrada píldora de autobombo. También la popular Cayetana Álvarez de Toledo le ha preguntado a Félix Bolaños si cesarán al fiscal general y, además, le ha pedido que diga que los jueces elegirán a los jueces, tras haber pactado el PP y el PSOE que el nuevo CGPJ haga en seis meses una propuesta para reformar su sistema de elección en la que se recoja «la participación directa de jueces y magistrados que se determine».
El ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, en un tono mitinero, ha invitado a la diputada del PP a leer la disposición adicional de la proposición de ley para reforzar la independencia judicial pactada entre populares y socialistas. «Ese es el pacto que hemos alcanzado», ha remarcado, y ha concluido: «Ayer fue un gran día para la democracia, para el Estado de derecho, para España y para el PSOE». Presidía la sesión el socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, con Francina Armengol de baja por Covid-19. El vicepresidente primero del Congreso ha sido testigo de cómo casi todo sigue igual, pese al histórico acuerdo sellado este martes.
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