Las cuatro estaciones: Sánchez y sólo Sánchez

En una reciente entrevista en el diario de Prisa, trasladó, al alimón con el periódico, la idea de que no se trataba tanto de un documental sobre Pedro Sánchez como sobre los trabajadores del complejo de La Moncloa, sede de la Presidencia y residencia oficial del presidente desde La Transición. E incluso comentó que el propio jefe del Ejecutivo le trasladó la necesidad de «prestigiar» a esos trabajadores.

No es que no se haga, ni que éstos queden mal, por decirlo coloquialmente. La cámara de Sánchez Varela, tan atinada e impecable en su factura cinematográfica como en sus películas anteriores, retrata con fidelidad y aprecio el trabajo ingente de todos los que permiten poner en funcionamiento el complejo de la carretera de La Coruña desde hace cuatro décadas.

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Tanto el de los miembros del equipo de seguridad como el de los jardineros, pasando por el personal que se encarga el mantenimiento de la casa. Para el recuerdo se llevarán dos de ellos, el camarero José María Posada y su tocayo el cocinero Roca los minutos que el documental les dedica, y en el que recuerdan (con el subrayado de antiguas fotografías) su trabajo al lado de los expresidentes, de Adolfo Suárez a Mariano Rajoy, el antecesor de Sánchez.

Pero no es ese, al menos en este primer capítulo, el argumento central de la cinta, sino Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Su periplo como gobernante entre febrero de 2022 y marzo de 2023 (el periodo en el que las cámaras tuvieron acceso a las bambalinas del equipo presidencial, que como contó ABC se guardó el derecho de veto sobre el montaje final) y toda la órbita de colaboradores que le rodea.

Hasta para describir la historia del edificio desde que Suárez decidiera trasladar allí la sede de la Presidencia desde el Palacio de Villamejor, en el Paseo de la Castellana, se recurre al exlíder del PSC Miquel Iceta, durante el tiempo de rodaje ministro de Cultura y Deportes. Cabe preguntarse si no había nadie mejor o más a mano para explicarlo que un socialista próximo al presidente.

Todos los testimonios que recoge el documental, un género en principio proclive al contraste de pareceres sobre unos mismos hechos, son, por decirlo llanamente, 'sanchistas'. Hasta los que podrían no parecérselo al espectador poco avisado. Así, la primera persona que aparece hablando es Carlos Westendorp, el último ministro de Asuntos Exteriores de Felipe González y antiguo embajador en Washington. Parece casi un testimonio neutro, salvo si se considera, dato que omite el documental, que fue una especie de mentor político del joven Sánchez cuando éste trabajó a su lado en los años noventa como Alto Representante para Bosnia y Herzegovina.

Cuando el documental aborda las discrepancias con el entonces socio de coalición, Unidas Podemos, no se considera necesario cederle la palabra para dar su versión a quienes entonces representaban a ese partido en el Gabinete, las ministras Irene Montero e Ione Belarra, quien a cuenta de la guerra en Ucrania había tildado al PSOE de «partido de la guerra».

Ambas aparecen, junto al resto de ministros, en el distendido café previo a la reunión del Consejo de Ministros, donde se ve a Belarra charlar con el ministro Félix Bolaños sobre la llegada de su segundo hijo. Sánchez Varela las tenía bien a mano para preguntarles, pero decidió no hacerlo.

A cambio, su cámara narra un encuentro de 'Maitines' el 7 de marzo de 2022, en el que Sánchez aborda esas declaraciones de Belarra con sus principales colaboradores del Gobierno y el partido. El presidente se pregunta en voz alta, la víspera del día internacional de la mujer, sobre la conveniencia de acudir a un acto con la titular de Igualdad, Montero, después de la polémica en el seno de la coalición.

Y es Adriana Lastra, entonces número dos de los socialistas, quien toma la voz de manera firme para argumentar que «mi recomendación, desde luego, es no ir al acto de esta tarde». Sánchez interviene después para desautorizarla y argumentar que «no lo tengo tan claro, si no voy se va a interpretar mal».

En ese momento la cámara enfoca a un Santos Cerdán, número 3 del partido, que asiente a las palabras del secretario general. La secuencia se va intercalando con el testimonio del hoy ministro Óscar López, en ese momento director del Gabinete de la Presidencia, quien asegura que «seguramente le cueste, como a todo el mundo, pero toma decisiones. Las toma». Y se remata con unas breves imágenes de archivo de Sánchez acudiendo al acto junto a Montero.

La primera entrega de 'Moncloa. Cuatro estaciones' no deja ver demasiado a la persona detrás del jefe del Gobierno, salvo algunas pinceladas. Por ejemplo en el desayuno con Begoña Gómez, el viernes 13 de mayo de 2022, en el que su mujer le pregunta: «¿Qué dicen los periódicos hoy?», y Sánchez contesta que «mucho Finlandia, Suecia y su ingreso en la OTAN» (la cámara ofrece entonces un plano detalle del titular de portada ese día de ABC: 'Finlandia provoca la ira de Putin al pedir refugio a la OTAN') a lo que Gómez contesta: «¡Madre mía!».

A continuación Sánchez sale del edificio de la residencia llevando a sus dos perros, a los que deja en un lugar vallado, mientras saluda al jardinero. En otro momento, Sánchez pasea con Óscar López por los jardines comentando cuestiones de agenda y políticas cuando, con la cámara muy alejada, le comenta con orgullo y lenguaje coloquial el rendimiento académico de la mayor de sus hijas: «Estoy sorprendido, macho, mi hija, la mayor, saca unas notas, macho», a lo que López, al que le une una vieja relación personal y política no exenta de altibajos, contesta: «Qué bien, eso es importante».

El primer capítulo concluye con los entresijos del Consejo Europeo celebrado el 24 de marzo de 2022, en el que se aprobó la excepción ibérica para los precios de la energía, anunciada conjuntamente con el entonces primer ministro de Portugal y ahora flamante presidente del Consejo Europeo, António Costa.

Uno de los grandes hitos del mandato de Sánchez que se retrata como una negociación audaz y triunfal por parte del presidente, recibido con aplausos por su equipo en el avión de la Fuerza Aérea que lleva a la comitiva monclovita de regreso a Madrid. Y en la que se observa la importancia que para el presidente tienen dos de sus colaboradores más cercanos, Emma Aparici, secretaria general de Asuntos Exteriores, y Manuel de la Rocha, responsable de la oficina económica de Moncloa.

Visto el resultado, y a la espera de las restantes tres estaciones, quizás el título más pertinente habría resultado el de 'Sánchez, y sólo Sánchez. Cuatro estaciones'.