Un 'chamán' sueco vendía curas y milagros por España con ayahuasca, yopo y rapé
La Policía detiene a cuatro personas que iban a celebrar un ritual en Langreo e interviene cinco tipos de sustancias psicoactivas
No hay que irse a una tribu del Amazonas para un viaje psicodélico o una cura 'milagrosa'. Eso es lo que vendía un neochamán, como lo denomina la Policía, que ha sido detenido en Langreo (Asturias) junto a otras tres personas, encargadas de proporcionarle ... apoyo logístico. El líder del grupo es un sueco de mediana edad que recorría distintos puntos de España organizando retiros o ceremonias espirituales en las que suministraba sustancias prohibidas, como la milenaria ayahuasca y el yopo, cuyo consumo supone un grave riesgo para la salud física y mental.
La alerta sobre el retiro que se iba a celebrar en una casa apartada en el concejo de Langreo la recibió hace dos semanas la Policía Nacional a través del correo electrónico sectasdestructivas@policia.es, una dirección que empezó a funcionar en marzo para que de forma anónima se comunicaran informaciones de este tipo. La operación Bunachi se puso en marcha, liderada por el grupo especializado en estos grupos de la Comisaría General de Información. Detectaron que se publicitaban en redes sociales prometiendo curas y viajes mágicos.
El viernes, 30 de septiembre, los agentes irrumpieron en la casa, en la que también había menores, ante el riesgo de que empezaran a circular los brebajes y detuvieron a los cuatro integrantes del grupo. En el registro de la vivienda, facilitada por uno de ellos, hallaron caapi (ayahuasca), yopo, hoja de coca y rapé, así como utensilios para preparar y consumir yopo. El yopo es un árbol de cerca de 20 metros de altura que crece en Suramérica, cuyas semillas se utilizan desde hace miles de años para ritos espirituales. Se trata de un potente y peligros alucinógeno a base de ingredientes activos y alcaloides.
Se encontraron además 5.000 euros en metálico y billetes en divisa extranjera. Los viajes alucinógenos no eran gratuitos. El reclamo, rituales mesiánicos dirigidos por el líder espiritual, el sueco, tenía un precio y de esos pagos, que los investigadores no concretan porque la operación sigue abierta, vivía el chamán y su familia. En esas ceremonias se mezclaban los psicotrópicos con la palabrería y el carisma del cabecilla, que habla español, ya había celebrado otros rituales en Asturias y en otros puntos del país, según las primeras pesquisas.
La base del discurso era una mezcla de costumbres ancestrales místicas, el seguimiento de los conocimientos chamánicos, prácticas premonitorias y, por supuesto el consumo o inhalación de las citadas sustancias. El yopo está considerado una «medicina ancestral». Tanto la captación de seguidores como el control de los participantes pasaba por ese consumo, siempre y cuando antes hubieran pasado por caja.
Fuentes de la investigación explican el peligro de esta práctica, dado que en algunos casos esas sustancias psicoactivas se utilizaban como terapia sustitutiva de la medicina convencional, «lo que facilitaba la manipulación mental y situaba a los consumidores en una situación de mayor vulnerabilidad ante sus dolencias«. Los consumidores de los que hablan tienen un perfil variopinto: todo tipo de edades y clases sociales y económicas en busca de nuevos caminos espirituales o de alucinaciones supuestamente naturales.
Pero ni estamos en el Amazonas ni es posible anticiparse a las posibles consecuencias, como mínimo una distorsión de la realidad. Las sustancias se suelen adquirir directamente en países latinoamericanos a los que viajan y donde permanecen los líderes de estos grupos, sectas en algunos casos.
Los investigadores alertan de la gravedad de ese tipo de consumo, dado que los efectos son imprevisibles dependiendo de la persona y sus posibles patologías, de ahí que recalquen la importancia de rechazar la liana de la espiritualidad, como se conoce la ayahuasca, y el resto de brebajes, escamas y hojas que forman parte de ritos similares y que son psicoactivos.
Recuerdan el caso por el que está investigado el actor porno Nacho Vidal, por la muerte de un fotógrafo que participaba en un supuesto ritual con sapo bufo en la casa que el actor posee en Enguera (Valencia) en el verano de 2019.
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Los cuatro detenidos están investigados por pertenencia a grupo criminal y contra la salud pública. Los arrestos los llevaron a cabo agentes de la Comisaría General de Información en colaboración con la Brigada de Información de Oviedo y bajo la dirección del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Langreo.
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