Las cesiones al nacionalismo dejan a Sánchez sin los argumentos que le llevaron al poder
«No todo vale en política», cargó contra Rajoy en la moción de censura, «se normaliza la corrupción mirando para otro lado»
La rebaja de la malversación divide al Gobierno y a los aliados de Sánchez

La rebaja de la malversación que el Gobierno negocia con ERC es el último misil que a Pedro Sánchez le faltaba por lanzar contra el discurso que le llevó a Moncloa el 1 de junio de 2018. El líder socialista echó a Mariano Rajoy ... de la Presidencia mediante una moción de censura construida sobre la promesa de regenerar la democracia, otorgar estabilidad a las instituciones democráticas, gobernar anteponiendo los intereses generales a los partidistas, y no tolerar la corrupción.
Sin embargo, el Poder Judicial atraviesa su mayor crisis desde el inicio de la democracia, las instituciones son atacadas por el Gobierno cuando actúan en contra de los intereses de Moncloa, las continuas cesiones ante los partidos independentistas han debilitado al Estado, y la tolerancia cero contra los corruptos va a pasar a mejor vida. Al rebajar las penas por malversación para beneficiar a los que participaron en el procés, también verán aliviado su castigo cerca de un centenar de condenados de corrupción.
«Lealtad al Estado»
Durante aquella moción de censura a Mariano Rajoy, Sánchez debatió durante dos días con todos los líderes parlamentarios y a todos ellos, dio lecciones de cómo tiene que ser un buen gobernante que no tolera la corrupción. «Deje usted de mentir. No todo vale en política, señor Rajoy, no todo vale en política», cargó contra el entonces presidente del Gobierno.
«No se puede obligar a un país a elegir entre democracia y estabilidad porque no hay mayor inestabilidad que la que emana de la corrupción», dijo Sánchez recibiendo los aplausos de su bancada. «Se normaliza la corrupción fingiendo que aquí no ha pasado nada, que hay que mirar hacia otro lado; porque supone proclamar a los cuatro vientos que la política puede tolerar tácitamente la corrupción, que siempre ha estado ahí y que siempre estará», recriminó también al expresidente popular.
Al hemiciclo al completo advirtió sobre los riesgos de ser tolerante con la corrupción. «Actúa como un agente disolvente y profundamente nocivo para cualquier país. Disuelve la confianza de una sociedad en sus gobernantes y debilita, en consecuencia, los poderes del Estado», sentenció. Frente a ello, prometió «una democracia firme, fuerte, con instituciones ejemplares», asegurando que el primer punto de su programa sería «la estabilidad institucional y la regeneración democrática». «Hoy España abre un tiempo para rearmar moralmente al Estado social y democrático de derecho y para poner las instituciones a la altura que la ciudadanía merece», señaló tras conocer que su moción de censura saldría adelante.
El nuevo gobierno socialista que emanara de esa iniciativa iba a hacer «del diálogo» con todas las fuerzas y autonomías «su forma de hacer política» e iba a consensuar «una hoja de ruta clara con los grupos parlamentarios mayoritarios». También en este punto, Sánchez se ha conducido de manera contraria, al centrar su interlocución en el bloque de investidura y dejar descansar su hoja de ruta en las exigencias de sus socios.
El discurso de Sánchez en la moción de censura de 2018 también incluyó un mensaje para los socialistas históricos críticos con sus alianzas, a los que aseguró «lealtad por encima de todo al Estado». En esta idea insistió más de una vez junto a una declaración de intenciones. «Ustedes (la bancada socialista), junto con el nuevo Gobierno que salga de esta moción de censura, van a anteponer siempre los intereses generales de los españoles y las españolas incluso a los intereses de nuestro partido».
Las lecciones de Sánchez en mayo de 2018
Expresidente
A Mariano Rajoy
«Quiero resumir mi programa en cuatro puntos: la estabilidad institucional y la regeneración democrática el primero»
Podemos
A Pablo Iglesias
«Nuestra democracia es perfectamente homologable a democracias de nuestro entorno»
Su partido
A la bancada socialista
«El Gobierno que salga de esta moción de censura va a anteponer los intereses generales de los españoles a los intereses de nuestro partido»
Ciudadanos
A Albert Rivera
«La democracia no es solo demoscopia, son principios, son valores, es consistencia, es coherencia»
Partido Popular
A Rafael Hernando
«Se lo digo con total sinceridad en todas aquellas cuestiones que tengan que ver con el Estado, con la convivencia constitucional, y la defensa de los intereses generales en la UE siempre tenderé la mano al principal partido de la oposición, en este caso el Partido Popular»
ERC
A Joan Tardà
«Los niveles de autogobierno que ahora mismo hay en Cataluña son de largo superiores a los de cualquier Landër»
Cámara Baja
Al Congreso
«La corrupción actúa como agente disolvente y profundamente nocivo para cualquier país. Disuelve la confianza de una sociedad en sus gobernantes y debilita los poderes del Estado»
Al entonces presidente de Cs, el líder socialista echó en cara sus constantes cálculos electorales, hoy tan apreciables en la estrategia de Moncloa. «La democracia no es solo demoscopia, señor Rivera, la democracia son principios, son valores, es consistencia, es coherencia», criticó. Y al exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias, le afeó que cuestionara el nivel democrático de España. «Es perfectamente homologable a nuestro entorno», dijo, cuando hoy Sánchez sostiene lo contrario para justificar los indultos, y las reformas de la sedición y la malversación.
Cuanto más gobierna Sánchez más difícil resulta reconocer a aquel que ganó la moción de censura en 2018.
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