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Trece años de prisión para el kamikaze que mató a una menor en Gurb

Condujo 12 kilómetros en dirección contraria hasta impactar contra otro vehículo. Por el impacto, falleció una joven de 17 años, y su padre, su prima y una amiga resultaron heridos

El kamikaze que mató a una menor en Gurb: «No fui responsable ese día, perdón por el sufrimiento causado»

Los mossos que intentaron frenar al kamikaze de Gurb: «Venía directo hacia nosotros a mucha velocidad»

El jurado declara culpable por unanimidad al kamikaze que mató a una menor en Gurb

El acusado, Marc. T., durante el juicio, este pasado febrero ABC
Elena Burés

Elena Burés

Barcelona

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Trece años de cárcel. Es la pena que ha fijado la magistrada después de que el jurado considerase culpable a Marc T. de causar un accidente mortal, tras conducir 12 kilómetros en dirección contraria, la madrugada del 4 de marzo de 2018. Lo hizo después de consumir alcohol y cocaína, y tras ignorar tanto la alerta de otros conductores, como a dos patrullas de los Mossos d'Esquadra que intentaron, sin éxito, darle el alto. Transcurridos seis minutos, su Peugeot 5008 chocó, a la altura de Gurb (Barcelona), contra el Jaguar en el viajaban Alfons junto a su hija Meritxell, y la prima y una amiga de ambas. Meritxell, de 17 años, murió a causa del impacto, y los otros tres resultaron heridos de gravedad.

Tras el veredicto de culpabilidad, la sentencia lo condena por un delito de conducción con manifiesto desprecio por la vida de los demás y bajo la influencia de bebidas alcohólicas, en concurso uno de homicidio y tres de lesiones. El individuo tampoco podrá conducir durante nueve años, una vez cumplida la pena de cárcel, y estará en libertad vigilada durante otros cinco. Además, el fallo fija que deberá indemnizar a los padres de la víctima con 220.000 euros, así como 30.000 euros a cada una de sus dos hermanas y con 55.000 y 17.000 a cada una de las otras dos jóvenes que viajaban en el Jaguar contra el que se estrelló el kamikaze.

El fallo considera probado que Marc T. condujo en sentido contrario durante más de 12 kilómetros a 150 km/h «percatándose de que con ello ponía en peligro a las demás personas que circulaban por la vía y mostrándose absolutamente indiferente a la situación de peligro generada, al no detenerse, ni desplazarse hasta el arcén o llevar a cabo cualquier otra maniobra encaminada a cesar la situación de riesgo».

Lo hizo de madrugada, bajo los efectos del alcohol y la cocaína. El individuo no modificó su trayectoria, en dirección contraria, pese a las advertencias de las treintena de conductores que se cruzó hasta chocar contra el Jaguar de las víctimas. Tampoco atendió a las indicaciones de los Mossos, una de cuyas patrullas se interpuso en la la vía, con un luminoso que indicaba «carretera cortada». Los agentes tuvieron que apartarse para evitar una colisión. Tal y como relató una de las policías durante el juicio, este pasado febrero: «Venía directo a mucha velocidad hacia nosotros. Como un kamikaze, igual».

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