Puigdemont: «Hemos de saber aprovechar la oportunidad que tenemos en Madrid»
El líder de Junts, que no aclara el rol que jugará en el Parlament, recuerda al PSOE que no tiene mayoría para gobernar y anima a los suyos a «ser útiles»
Puigdemont llamó a Illa tras el pleno de investidura y su posterior huida de Barcelona

El líder de Junts, Carles Puigdemont, ha recordado este miércoles, desde Waterloo (Bélgica), que el Gobierno de Pedro Sánchez no tiene mayoría en el Congreso y está en sus manos. Una situación similar a la que tienen Salvador Illa (PSC) y Jaume Collboni ( ... PSC), en la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona, respectivamente, si bien estos mantienen pactos con ERC y los comunes, firmados o no, que les permiten cierta tranquilidad y mayor estabilidad. Puigdemont ha definido la situación como «monopolio de las instituciones», todas en manos socialistas.
Pero el expresidente autonómico, en su intervención en abierto a la prensa durante las jornadas de trabajo del grupo parlamentario de Junts del que forma parte, ha dicho a los diputados y advertido a Sánchez de que Junts utilizará todos los «recursos» a su alcance para pasar «a la ofensiva». «Hemos de saber aprovechar la oportunidad que tenemos en Madrid [en el Congreso] en beneficio de todos los catalanes», ha dicho. Añadiendo, seguidamente, que las exigencias de Junts en la Cámara Baja se mantendrán independientemente de que gobierne el PSOE o el PP y de que Junts esté en la Generalitat o en la oposición. «Ser útiles es nuestra razón de ser», ha zanjado; y ha enviado otro mensaje al presidente del Ejecutivo: «Lo que tiene que hacer Sánchez es hablar directamente con Junts y no hablar con el Círculo de Economía para enviar no-sé-qué mensaje».
Una manera de «ser útiles» entendida por el líder de Junts, por ejemplo, es el papel que los diputados de esta formación en el Parlament y dirigentes y militantes del partido jugaron el 8 de agosto, cuando Puigdemont se presentó en el centro de Barcelona, dio un breve discurso y se fugó de España, volviendo a Bélgica, sin que los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional o la Guardia Civil pudieran detenerlo. el expresidente autonómico les ha agradecido su ayuda. «Hicisteis el papel, el rol, que se esperaba de todos vosotros. Gracias a vosotros la operación fue un éxito histórico», ha dicho, y cuyas palabras han sido respondidas con un aplauso.
En esta línea, Puigdemont ha utilizado buena parte de los veinte minutos de su intervención para criticar a Illa y el nuevo Govern. «El bla bla bla de la normalización es mentira porque esta reunión, si hubiera normalidad, tendríamos que haberla hecho en algún lugar de la Cataluña Sur», ha arrancado el líder de Junts y fugado de la Justicia española, en referencia directa a que la ley de Amnistía no se aplica para su caso particular. Según él, «las urnas [tras la cita electoral de mayo] dejó un gobierno frágil, un gobierno que se aguanta por un pacto de investidura que no se lo creen ni los que lo han firmado», en referencia al PSC y ERC, sobre todo. Por lo que Junts tiene que ser la «alternativa», la única posible, ha añadido.
Siguiendo esta línea argumentativa, Puigdemont ha insistido en acusar al PSC e Illa de querer «desnacionalizar» Cataluña, y ha dicho que esta idea la camuflan los socialistas con el término «normalizar». Para ello ha recordado que el presidente de la Generalitat acudió a las manifestaciones de Societat Civil Catalana en 2017, para rechazar el 'procés' en su momento de mayor tensión, en octubre, y defender la Constitución en Cataluña. Se juntó, ha dicho, con «la derecha y la ultraderecha» manifestándose «contra los intereses de la mayoría de los catalanes».
Para Puigdemont, «la matriz de Societat Civil Catalana es notoria» en el gobierno de Illa y ha lamentado que el 'president' no le dedicará, ayer, 1 de octubre, «ni un minuto» de su agenda a recordar la celebración del referéndum independentista ilegal de 2017, pero sí se viera con Josep Antoni Duran i Lleida, exlíder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), «un partido que ya ha desaparecido». También ha criticado el «discurso impropio» del Rey del 3-O de 2017, un mensaje a todos los españoles con el que Felipe VI salió en defensa de la legalidad y el orden constitucional.
Por otro lado, la intervención de Puigdemont no ha servido para aclarar el papel que debe jugar en el grupo parlamentario de Junts en Barcelona. El expresidente autonómico se presentó a las elecciones del 12 de mayo asegurando que serían las últimas y que si no era elegido presidente de la Generalitat dejaría la primera línea política. Pero a pesar de que no ha conseguido ser reelegido no ha renunciado al acta de diputado regional. Ni su grupo ha escogido al líder de la oposición, cargo institucionalizado al que tiene derecho Junts al ser el primer grupo del Parlament sin estar en el Govern.
En cualquier caso, Puigdemont ha animado a los diputados del Parlament ha que salgan de «los cuarteles de invierno» y utilicen todos los «recursos», «capacidades», «talentos», para revertir «la adversidad» de que los socialistas tengan tanto poder político. «Junts es el partido más transversal que hay en la sociedad catalana», ha llegado a decir. Y ha defendido que el partido, a menos de un mes de la celebración de su congreso, renueve «discursos» y «liderazgos».
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