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Un preso de 49 años se suicida en el penal catalán de Brians 1

Compañeros del recluso alertaron a los funcionarios tras localizarlo ahorcado en el lavabo

Buzones de aviso, ropa menos resistente y mayor supervisión en las celdas de aislamiento para prevenir los suicidios en las cárceles

Exterior de una prisión catalana, en una imagen de archivo INÉS BAUCELLS
E. B.

E. B.

Barcelona

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Un preso de 49 años se ha suicidado esta madrugada en la unidad psiquiátrica de la prisión de Brians 1 (Barcelona). Según ha informado el Departamento de Justicia en un comunicado, ha sido sobre las 2.30 de la madrugada, cuando los compañeros de celda han encontrado al recluso, colgado dentro del lavabo.

Los internos han alertado entonces a profesionales del centro para tratar de auxiliarlo, activando estos el código de emergencia, pero sólo han podido certificar su fallecimiento. El recluso cumplía condena por un delito contra la propiedad.

Hasta la prisión se trasladó la comitiva judicial, y ahora los Mossos d'Esquadra investigan las causas del suceso. Por su parte, la Dirección General de Asuntos Penitenciarios y el propio penal de Brians 1 están recabando información sobre el caso para «colaborar con las autoridades judiciales», y «buscar señales de alerta para mejorar los sistemas de prevención».

Desde Justicia indican que este es el primer suicidio en una penal de Cataluña desde que en octubre de 2024, ante un incremento de casos, el Departamento que comanda Ramon Espadaler impulsase un plan de choque para reforzar la prevención ante intentos autolíticos en las cárceles del territorio.

Durante los últimos doce meses fueron once los reclusos que se quitaron la vida en centros del territorio. Motivo por el que tanto Justicia como Salud anunciaron diez medidas para tratar de prevenir las conductas autolíticas. Entre ellas, instalar buzones de aviso a los que puedan recurrir los propios internos si detectan riesgo en algún compañero, así como retirar objetos potencialmente peligrosos de las celdas de régimen cerrado. Por ejemplo, cambiar sábanas y prendas por «ropa menos resistente», así como sustituir los barrotes por vidrios blindados, «para evitar la forma más habitual de suicidios en los penales, que son los ahorcamientos», según detalló la directora de Medidas Penales, Elena Pérez, el pasado octubre.

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