entrevista
García Albiol: «En Cataluña, no nos votarán en función del pasado sino del proyecto de futuro»
Xavier García Albiol explica a ABC las claves de su éxito electoral: gobernará con mayoría absoluta en Badalona, 18 de los 27 concejales son del PP
Sobre los futuros pactos tras el 23J: «Creo que nos tenemos que sentar con Vox, es constitucionalista. Lo que me daría vergüenza es sentarme con Bildu»

Más de 50.000 ciudadanos optaron por Xavier García Albiol (PP) el domingo en Badalona. Casi el 56% de los que acudieron a las urnas. Mayoría absoluta en la cuarta población más poblada de Cataluña. Ganó en 251 de las 256 mesas ... electorales. Cruzar la diminuta plaza de la Vila, para ir del edificio consistorial a su despacho, en una finca adyacente, es una odisea. Sobre todo si hay que cumplir la apretada agenda. Fotos, besos, felicitaciones, demandas, promesas... Albiol arrancará su mandato, el 17 de junio, traspasando todas las fronteras de lo que es un fenómeno político del PP en Cataluña.
—¿Qué siente una vez que sabe que tiene tanto apoyo y tanta responsabilidad?
—Estoy muy orgulloso y muy contento, pero a la vez también tengo un sentimiento de mucha responsabilidad, hay que estar a la altura de las circunstancias y de las expectativas de los vecinos que nos han mostrado este apoyo tan espectacular, que nunca en la historia de la democracia se había vivido en Badalona. Muy contento, pero a la vez consciente de lo que significa.
—Desde 2011, usted viene ganando las elecciones municipales en Badalona. ¿Se esperaba un resultado como el del 28M: 18 de los 27 concejales?
—Sabíamos que íbamos por el buen camino, que habíamos sido capaces de articular un proyecto político que bajo las siglas del PP habíamos sabido borrar las fronteras ideológicas y crear ilusión en los vecinos. Éramos conscientes de que estábamos en una muy buena posición por el apoyo que nos trasladaban los ciudadanos en campaña y en precampaña. Pero es cierto que este resultado, tan espectacular de dos terceras partes del pleno, 18 concejales, nos ha sorprendido de manera grata.
—¿Le han felicitado los rivales?
—Casi todos, sí. Menos la candidata de la CUP, Dolors Sabater, la exalcaldesa y diputada en el Parlament. El resto me han enviado mensajes.
—¿Por qué cree que no le ha felicitado?
—Tiene una visión distorsionada de la realidad. En sus primeras declaraciones dijo que era la extrema derecha, no tan solo insultándome a mí, sino insultando a más de la mitad de los vecinos de Badalona. La verdad es que el tiempo, las elecciones y los vecinos, sobre todo, nos han situado a todos en el lugar que nos corresponde. A nosotros, con una mayoría absoluta para poder gobernar y trabajar. Y a ella, en la absoluta marginalidad política, con una concejal.

—¿Por qué cree que le votan los independentistas en las municipales y luego no lo hacen por el PP en las autonómicas o las generales?
—En estas elecciones municipales hemos intentado abstraernos de lo que es el debate ideológico. Nos hemos centrado, exclusivamente, en presentar un proyecto político para Badalona. Una alternativa a la situación que está viviendo la ciudad, desde la gestión y desde la credibilidad. Y en este caso, los vecinos, independientemente de las ideologías, han confiado en nosotros. Todo el mundo en Badalona sabe que soy militante del PP desde hace 30 años. Pero esto no ha impedido que vecinos que son independentistas, por miles, hayan cogido la papeleta del PP para depositar su confianza. Creo que es un buen ejemplo de que, si hacemos las cosas bien en Cataluña, podemos aspirar a ampliar nuestra base social.
—Pero el 'badalonismo', su lema, ha escondido el logo del PP.
—Es cierto que le queríamos dar una imagen de transversalidad a nuestro proyecto. Y aquello que es obvio, que yo soy militante del PP y me presento con las siglas del PP, en nuestra estrategia para poder dar visibilidad a esa transversalidad hemos creído que era positivo hacerlo también en las formas. Pero al final, y creo que eso es lo importante, ha habido más de 50.000 vecinos que han cogido una papeleta que tiene el anagrama y el escudo del PP. Eso me hace estar muy esperanzado de cara a otro tipo de convocatorias electorales, especialmente las elecciones generales de julio.
—¿Por qué cree que el PP en Cataluña no consigue unos resultados equiparables a los de Badalona?
—En Cataluña, hemos tenido un problema y es que en los últimos años no hemos tenido estructura territorial. Si no estás representado en los ayuntamientos, como nos ocurría hasta estas elecciones, difícilmente puedes ser capaz de presentar un proyecto político, o consolidarlo, que sea atractivo, que sea creíble. En este caso, hemos triplicado el número de concejales, tenemos 196 concejales; probablemente tengamos cinco alcaldías a partir del 17 de junio. Creo que esta es una muy buena base para trabajar como proyecto de cara a un futuro más inmediato, pero sobre todo, también, para poder afrontar las elecciones generales con cierta musculatura orgánica que hasta hoy era imposible.
—Hace unos días, Feijóo dijo que el PP había cometido errores en Cataluña, ¿a qué errores cree que se refiere el presidente del PP?
—Creo que todos hemos cometido errores, es algo indiscutible. Seguramente, en muchas cuestiones se podrían haber hecho las cosas de manera, no digo mejor, pero sí distinta, pero me parece que lo positivo es mirar hacia adelante. En Cataluña, no nos votarán en julio o en los próximos años en función de lo que hayamos hecho en el pasado, sino de la credibilidad del proyecto que presentemos en este momento y de cara al futuro. Lo importante es centrarse en mirar hacia adelante y no recrearse en aquello que probablemente sean errores, porque ya hemos sufrido sus consecuencias.
—¿No cree, por ejemplo, que usted pagó por unos errores, en diciembre de 2017, de los que no era el responsable?
—Sí, pero al final hay un momento en la vida en que si te piden que des un paso hacia adelante lo das y asumes una responsabilidad que, seguramente, no era la más cómoda en ese momento. Yo me siento muy satisfecho, muy orgulloso del papel que me tocó jugar, un papel, reconozco, muy complicado, muy difícil, desagradable, en algunos momentos, pero… Bueno, sirvió, y yo creo que al final cumplí lo que tocaba. Aunque, es cierto, los resultados electorales en ese momento no nos acompañaron, por la situación política y el contexto que nos tocó vivir.
—¿Es partidario de que tras el 23J el PP pacte con Vox si lo necesita?
—Hay pocas personas que puedan dudar de que el PP va a ganar con una amplia mayoría. A partir de aquí, creo que nos tenemos que sentar con Vox, que es un partido constitucionalista, y con aquellos partidos que sean constitucionalistas para intentar llegar a acuerdos de gobernabilidad y estabilidad para España. A mí, lo que me daría vergüenza es sentarme con Bildu. Con Vox, personalmente, en algún aspecto, puedo estar de acuerdo y en otros muchos, no, pero si aceptan unas reglas de juego y aceptan un programa y puede funcionar de manera positiva para el país, no veo ningún tipo de dificultad en sentarme con ellos.
—¿Cuáles son los principales problemas que tiene Badalona?
—De manera muy clara son la inseguridad, la okupación ilegal y el mantenimiento que ha deteriorado la ciudad en los últimos ocho años. En 2015, cuando la oposición decide no dejarme gobernar, aún habiendo ganado las elecciones, entramos en una deriva de inestabilidad, lo que ha acabado provocando el deterioro de la calidad de vida en la ciudad. Una decadencia importante. Se trata de recuperar el pulso de la ciudad y volverla a situar en el lugar que le corresponde en Cataluña y en el resto de España.
—¿Seguridad significa más policía local?
—Seguridad significa más policía local, significa cámaras de seguridad y significa tomar las medidas que sean necesarias para que los vecinos puedan, lo antes posible, pasear por la ciudad sin estar sufriendo, en algunos casos muy concretos, problemas de incivismo o delincuencia.
—¿Qué papel juegan los Mossos d'Esquadra en el tema de la seguridad?
—Mi relación con los responsables de los Mossos en Badalona es muy buena, y estoy seguro de que los Mossos, cuando pida colaboración, la van a llevar a cabo, sin lugar a duda. Voy a tomar posesión el día 17 de junio y soy consciente de que se tienen que llevar a cabo una serie de acciones, por lo que me voy a poner en contacto de manera inmediata con los responsables de los Mossos en la zona para que esos trabajos, esas operaciones que creo que se tienen que llevar a cabo, sean de manera conjunta, y también con la Policía Nacional, como no puede ser de otra manera.
—¿Qué herramientas tiene un ayuntamiento para resolver el tema de la okupación?
—El problema de la okupación no se resolverá hasta que no haya un cambio de las Cortes y se castigue la okupación ilegal conflictiva. Al igual que ocurre en Francia, Alemania o Italia. Esto no se producirá hasta que no haya un cambio de gobierno y Feijóo sea presidente. Los ayuntamientos tenemos la capacidad limitada, sí, pero tenemos capacidad para poder actuar, para estar al lado de los vecinos y darles apoyo en lo que sea necesario. En esta línea, voy a crear una concejalía específica contra la okupación ilegal, desde la que no tan solo vamos a asesorar a los vecinos y dar un servicio de atención las 24 horas del día, sino que también, en aquellos casos en los que la okupación genere problemas de convivencia y de incivismo, el ayuntamiento se va a personar como parte para defender a los vecinos afectados.
—¿Por qué cree que la oposición, que ha gobernado ocho años en Badalona, no ha sabido afrontar estos problemas?
—Porque cuando hay un gobierno de seis partidos políticos entre los que están formaciones que defienden la okupación o la ven con simpatía, como es el caso de los comunes, Podemos o ERC, es muy difícil que puedas aplicar medidas contra de la okupación. El problema de la okupación, algunos, lo han querido convertir en un debate ideológico y de lo que estamos hablando, en realidad, es de un problema social y mi gobierno tendrá muy claro que, en la okupación, la víctima no es el okupante, la víctima es el propietario o los vecinos afectados y en esta línea es en la que vamos a actuar.
—¿Distingue entre la okupación conflictiva y la de una familia que no puede pagar el alquiler o la hipoteca?
—La inmensa mayoría de las okupaciones que se producen son porque es un 'modus vivendi' o forman parte de una mafia o son personas conflictivas que generan problemas con la comunidad. Pero sí es cierto que hay una parte minoritaria de las okupaciones que son de familias que han sufrido un problema económico momentáneamente y, en este caso, la actuación del ayuntamiento tiene que ser la del acompañamiento a estas personas a través de los servicios sociales. Pero frente a la okupación mayoritaria, que es la conflictiva, la contundencia desde un punto de vista policial y judicial.
—¿Por qué en la campaña de este año no ha necesitado recurrir al famoso y polémico cartel de «limpiando Badalona» de la campaña de 2015 o a un discurso similar?
—Cuando planteamos el cartel nos referíamos a la delincuencia, el incivismo, los problemas de convivencia… Pero es cierto que hubo una parte de la población y de la opinión pública que no lo entendió y, por lo tanto, no lo volvería a repetir en este momento. No es que haya cambiado de opinión respecto a estos problemas, pero sí es cierto que la sociedad evoluciona y las realidades no son constantes en el tiempo, sino que van variando y, en este caso, creo que una de las habilidades de aquellos que tenemos responsabilidades es saber leer en cada momento cuáles son las prioridades de los ciudadanos. Y, en estos momentos, creo que lo que hace falta, después de ocho años de inestabilidad y de conflictividad política en la ciudad de Badalona, es un proyecto en positivo basado en generar ilusión sobre las necesidades de la ciudad. En aquel momento se refería a unas realidades que estaban ahí pero, ciertamente, generó una polémica que si lo sé no me meto en el lío.
—Será alcalde y afrontará un juicio en el que la fiscalía pide su inhabilitación y dos años y diez meses de cárcel, por unas licencias para instalar unas antenas durante su anterior etapa de alcalde. ¿Se ve inhabilitado?
—No creo que sea una posibilidad real. En 2012 ya tuve que ir a un juicio y fiscalía me pedía no sé cuántas cosas. En este caso estamos hablando de un tema de hace 11 años en el que Telefónica y Vodafone colocaron una antena de telefonía móvil y no pidieron el permiso. El hecho de que fiscalía, a dos meses de unas elecciones, saque el tema y pida la barbaridad que pide sobre mí no obedece a la casualidad, sino a una campaña muy premeditada. Pero como tenemos toda la documentación y la información, cuando sea el juicio, se presentará. Estoy tranquilo. La fiscalía ha creado un relato que no tiene nada que ver con la realidad.
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