Daniel Arasa ejerce de corresponsal en el Paraíso en su último libro «¿Tú por aquí?»
Vuelve a hablar de la existencia del premio y del castigo tras esta vida. Del Cielo, sobre todo, pero también del Infierno, el purgatorio y el juicio ante Dios

«¿Tú por aquí?« Conversaciones en el Cielo (Ediciones Carena), de Daniel Arasa, se presentará esta tarde a las 19,30 horas en la librería Garbí-Troa, de la barcelonesa Vía Augusta, 9. Dialogará con el autor la periodista Margarita Borrull. Arasa es un ciclón de actividad: Periodista, profesor universitario, ensayista con más de una veintena de ensayos históricos sobre la Guerra Civil española y la participación de los españoles en la Segunda Guerra Mundial, es también promotor de distintas asociaciones. Casado y padre de siete hijos, es un defensor de la familia y preside la Plataforma para la Familia Cataluña-ONU y lo fue del Grupo de Entidades Catalanas de la Familia (GEC) y dirige CInemanet.
Arasa es un hombre de fe y predica que los cristianos deben «salir del armario» sin miedo a que les etiqueten en su participación plena en la vida pública. Como periodista de raza que es, en su último libro «¿Tú por aquí? ejerce de corresponsal en el Paraíso y entrevista a todo tipo de personajes, tanto los que pasaron por el mundo terrenal como grandes por su poder, dinero, inteligencia o belleza, que son retratados como liliputienses delante de Dios, a los que deambularon sin valoración ni reconocimiento, de quienes muestra su grandeza ante el Eterno y son considerados unas estrellas en el Cielo.
Este libro podría considerarse el último vértice de una trilogía compuesta por «A las 9 en la luna (subtitulado Un paseo a través de 50 años de amor imperfecto) y de «Dios no pide el currículum», donde Arasa muestra referencias ante una vida de desorientación total. Vuelve a hablar de la existencia del premio y del castigo tras esta vida. Del Cielo, sobre todo, pero también del Infierno, el purgatorio y el juicio ante Dios. Y lo hace porque en la actualidad prácticamente nadie lo hace, ni en las iglesias. Y recuerda las cuatro últimas etapas o postrimerías por las que ha de pasar el ser humano: muerte, juicio, infierno o gloria.
El protagonista cree que, por la gracia de Dios, irá al Cielo. Allí seguirá ejerciendo el periodismo y de historiador, como un corresponsal en el Cielo, para desvelar muchos aspectos de la historia entrevistando a personalidades importantes, como Dolores Ibarruri, Pasionaria, a quien trató al igual que a la luchadora social Núria de Gispert, el intelectual Josep Maria Ainaud de Lasarte, el indómito anarquista Domingo Ibars, Roset, o el dirigente eurocomunista Antoni Gutiérrez, Guti. Pero también entrevista a Robert Schuman, Cherterton, Jaurés, Mijail Gorbachov, Von Staufenferg, Winston Churchill y al último emperador de Austria y testigo de la descomposición del Imperio austrohúngaro, Carlos de Habsburgo-Lorena.
También entrevista a personas que han pasado a la historia como grandes perversos y que es posible que se hayan salvado, porque se arrepintieron. Por ejemplo, el criminal nazi Hans Frank. O de otros se dice que quizás no fueron tan malos como aparecen en las referencias históricas, como Lucrecia Borgia o María Estuardo (Bloody Mary). Tampoco faltan preguntas para Thomas Malthus, Gilbert Keith Chesterton o el Dr. Jerôme Lejeune, fundador de la genética moderna, descubridor de la trisomía 21 y gran defensor de la vida.
En el caso de que estén en el Cielo, Arasa se propone entrevistar a masones como Diego Martínez Barrio, Fernando de los Ríos, Luis Jiménez de Asua o Marcelino Domingo para que detallen los porqués de su agresividad anticatólica. También al poco valorado presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, y a un general del que escribió una biografía, pero al que desea abrazar y saber más de él, Antonio Escobar. También desea el abrazo celestial de todos los contendientes de la Guerra Civil española.
A través de las referencias a muchas personas, se dan a conocer en este libro numerosos acontecimientos de la historia, especialmente del siglo XX. Desvelar hechos históricos. Arasa habla de los niños evacuados a la URSS, o de los maquis, y cuestiona a los fiscales y jueces de los consejos de guerra que acusaron y condenaron a muerte a tantos que no gozaron de garantías para defenderse. Se cuestiona también si estarán en el Cielo algunos mafiosos, a los que no dejará de entrevistar. Y no olvida a dos personajes de la antigüedad por los que siente fascinación. Uno es el cartaginés Aníbal, el otro, una figura que quizás no existió: Héctor, héroe troyano de la Ilíada. Es, en conjunto, una visión de muchos aspectos de la historia a través de sus protagonistas de todos los colores y tendencias, contemplados desde la eternidad y con visión de dron. En su anterior libro, «Dios no pide el currículum», Arasa dejó dicho que la muerte nunca coge desprevenido al sabio. A él seguro que no.
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