Aumentan un 20 por ciento las agresiones a funcionarios de prisiones en Cataluña
El asociación Marea Blava denuncia que las medidas implementadas por el Departamento de Justicia para frenar los ataques son insuficientes
Protesta de funcionarios catalanes por el aumento de agresiones en las cárceles

Cinco funcionarios heridos por un preso que les agredió con una cuchilla de afeitar. Lo hizo en el penal de Brians 2, aprovechando un traslado. El interno contaba con antecedentes por conductas violentas. En la misma cárcel de Barcelona, a principios de este año, se produjo un intento de motín, en el que participaron una decena de reclusos. El pasado 23 de junio, durante la noche de San Juan, un preso de Lledoners (Barcelona) agredió a otro con un objeto punzante. El resultado fue un corte en la cabeza y otro en el cuello. En total, en los primeros ocho meses de 2023 se han registrado 468 ataques de presos a funcionarios. De ellos, 87 graves, según los datos de la Administración que recoge la asociación Marea Blava. Un informe que muestra un incremento cercano al 20 por ciento de este tipo de agresiones en los nueve centros penitenciarios de Cataluña, en el citado periodo.
También crecen las agresiones sexuales, entendidas como incidentes no consentidos con contacto físico o conductas explícitas. Fueron 16 los registrados entre enero y agosto, el doble que durante el mismo periodo del año anterior. Las víctimas, además de funcionarias, también tres voluntarias, una psicóloga, una profesora, una educadora, una enfermera y una cocinera.
En cuanto a las cifras globales de agresiones a funcionarios de prisiones por número de internos de cada penal, el centro de jóvenes de la Roca del Vallès es el que más ataques registra por cada 1.000 reclusos. Tras éste, Brians 1 y Ponent (Lérida). Con los datos en la mano, el colectivo de trabajadores vuelve a denunciar el «fracaso absoluto de la política penitenciaria», ya que la evolución de ataques aumenta año tras año. Un fracaso, apuntan desde Marea Blava, que «no se ha traducido en ninguna asunción de responsabilidades» por parte del Departamento de Justicia.
El pasado marzo, la Consejería implementó algunas medidas con el objetivo de erradicar los ataques, como incrementar las plantillas, o nuevos medios de contención para los presos más conflictivos, pero ahora la asociación de funcionarios sostiene que, hasta la fecha, no han sido efectivas.
Armas incautadas
Según los datos del mismo colectivo, la incautación de objetos peligrosos en los penales del territorio aumentó un 30 por ciento durante 2022. Fueron 435, entre éstos, elementos punzantes, cortantes y contundentes. De trozos de vidrio, a cuchillas.
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