Toros en el cine, sí

Poco importaba que unos meses antes, el Tribunal Constitucional hubiera tumbado la prohibición de las corridas de toros aprobada por el Parlament en 2010. Una prohibición contra derecho por parte de sus señorías que ha conllevado una abolición de facto, un cierre empresarial.

Después de aquel «de momento, no» llegaron los sucesos de septiembre y octubre del 17, las condenas por el procès, los indultos, la amnistía también, los siete votos de Junts, Puigdemont de ida y vuelta e Illa en la Generalitat. Nadie sabe si para la empresa Balañá habrán cambiado aquellas condiciones sociales, políticas y económicas. Aunque en todo ese torbellino la realidad es que la empresa Balañá no ha dudado en ofrecer en sus salas de cine la película «Tardes de soledad», que está triunfando como demuestra la buena asistencia de público.

Vivimos en esa ironía que hay entre el héroe ante el toro, en este caso el diestro Andrés Roca Rey, y las innumerables ya mañanas, tardes y noches de soledad, que vive la Monumental y por ende la resistencia viva y pasional que mantienen los aficionados catalanes.

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Tardes de soledad, Barcelona y Balañá

Ángel González Abad

Que un film inmerso en la verdad de la tauromaquia como «Tardes de soledad» triunfe en Barcelona es, sin duda, un dato que nos podría hacer pensar que algo está cambiando en aquellos condicionantes sociales, políticos y económicos que frenaban a Balañá para volver a dar actividad a su plaza.