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EMPRESAS

La Robla Green: transición del 'negro' carbón al verde

NUEVOS PROYECTOS

Un proyecto pionero en la localidad leonesa para la producción de e-metanol con energía renovable a partir de biomasa prevé una inversión de 400 millones

Los gases renovables buscan su espacio en el puzle energético

Infografía de la presentación del proyecto La Robla Green abc

J. J. Porras

LEÓN

La Robla Green es el nuevo proyecto integrado de energías verdes de Castilla y León, que prevé poner en marcha en la localidad leonesa de La Robla dos grandes instalaciones punteras: una planta de generación de energía eléctrica renovable a partir de biomasa con balance negativo en CO2, llamada Roblum, y la mayor planta de e-metanol verde de Europa, denominada La Robla Nueva Energía. Un proyecto en el que las empresas Reolum, Tresca Ingeniería e Incus Capital invertirán casi 440 millones de euros y con el que pretenden convertir la vieja térmica de La Robla en el nudo productor de hidrógeno más importante de España y en un centro clave de la producción con biomasa.

Una iniciativa pionera que se desarrolla en una zona de Transición Justa, ya que La Robla había sido conocida hasta ahora por haber estado ligada a la industria del carbón y por su gran central térmica, dos alternativas que han desaparecido de la localidad con el proceso de descarbonización. Precisamente, las tres compañías impulsoras de esta iniciativa buscan revitalizar esta zona aprovechando instalaciones ya existentes de la antigua térmica y el potencial de biomasa que existe en la agricultura leonesa.

Roblum será la primera planta de generación de energía verde en el mundo con balance energético negativo en carbono. Esto es posible porque el CO2 fijado por la biomasa compensa el generado en las instalaciones y, además, en el caso concreto de esta planta, el dióxido de carbono que se origine en el proceso de convertir biomasa en energía se capturará y almacenará para su uso en la producción de e-metanol verde.

Según Yann Dumont, director general de Reolum, la planta de biomasa generará electricidad con la quema de paja de maíz, algo que no es habitual, pero que precisamente la zona de León alberga la mayor producción de esta gramínea en España, esta campaña superará las 75.000 hectáreas sembradas gracias a que la provincia cuenta con la superficie de regadío más moderna de todo el país.

Por otra parte, el proyecto La Robla Green contará con La Robla Nueva Energía, la primera planta de e-metanol verde de Europa, instalándose las dos en el polígono industrial El Crispín. En sus instalaciones, el CO2 extraído de la planta de biomasa se mezclará con el hidrógeno verde producido mediante electrólisis del agua a través de energía eléctrica renovable para dar lugar a un producto de nueva generación, neutro en emisiones de dióxido de carbono, no contaminante del agua y que se mantiene en estado líquido a temperatura ambiente.

Así, se logrará un producto indispensable para descarbonizar dos sectores que se encuentran con problemas para reducir las emisiones de su actividad: la industria química y el transporte. De hecho, el grupo ya tiene cerrados contratos con firmas químicas de Alemania y España y mantiene contactos con otras compañías interesadas en el e-metanol verde. La producción ascenderá a 400 gigavatios hora (GWh) anuales, 34 megavatios hora (MWh) de red de calor y 100.000 toneladas al año de e-metanol verde. Asimismo, La Robla Green aportará aproximadamente 16 millones de euros anuales de ingresos para el sector agrícola y logístico.

El proyecto, que calcula el inicio de su construcción a finales de este 2024 y su puesta en marcha dos años después, supondrá la creación estimada de 450 puestos de trabajo en la fase de construcción, así como 190 empleos directos para el funcionamiento de las plantas, de los que más de 100 serán industriales y los otros 90 relacionados con la actividad derivada de la biomasa. La contratación priorizará a la población del municipio de La Robla con el objetivo de asentar población; un empleo que contará con formación específica.

Antes de arrancar, ya han surgido voces críticas con el proyecto. Las comunidades de regantes del bajo Bernesga y Ecologistas en Acción presentaron hace unas semanas alegaciones ante la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) pidiendo que no se autorice ni se declare de utilidad pública la concesión de un aprovechamiento de 6.000 millones de metros cúbicos al año del río Bernesga a La Robla Green. Desde el campo, alegan que «no» tiene asegurado el riego y en los últimos años sufren restricciones por falta de agua, por lo que reclaman que se respete su uso histórico preferente. Si bien este proyecto requiere un aprovechamiento hídrico de 6.000 millones de litros al año, la antigua central térmica de La Robla dispuso en su día de cerca del doble durante gran parte de su actividad industrial.

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