Una mirada al Valladolid del último siglo, «a través del prisma de la Semana Santa»
La Sala de Exposiciones de La Pasión reúne cerca de 300 documentos que muestran cómo la celebración religiosa es considerada «un fenómeno de ciudad»
De los Mozos anima, desde el altavoz de Madrid, a vivir la «imponente» Semana Santa de Valladolid

Hablar de la Semana Santa en Valladolid es hacerlo de dos periodos bien diferenciados: el primero, vivido durante el Antiguo Régimen, cuya etapa de esplendor se inició en el siglo XVI y tuvo su declive en las primeras décadas del XX, cuando las cofradías languidecían en un mundo cada vez más laico; el segundo, a partir de 1920 y de la mano del arzobispo Remigio Ganásegui y Gorrochátegui, que en su labor de restaurar la «preeminencia social» de la Iglesia revitalizó la celebración de la Pasión.
Es en esta segunda parte en la que se detiene la exposición 'Cien años de la Semana Santa en Valladolid', que reúne cerca de 300 documentos procedentes de una veintena de instituciones públicas y privadas -carteles, fotografías, guías, folletos y postales entre ellos- con el fin de remarcar esa «característica» de esta celebración como «fenómeno de ciudad». «En realidad, de lo que trata esta muestra es de la ciudad de Valladolid y los vallisoletanos vistos a través del prisma de la Semana Santa durante el último siglo», ha señalado durante su inauguración el director del Archivo Municipal, Eduardo Pedruelo, comisario de la misma. Ha recordado que fue a partir del arzobispo Gandásegui cuando la ciudad comienza a ver la «importancia» que la Semana Santa tenía para la economía y el turismo de la misma y consecuentemente, comienza a desarrollar «una labor propagandística» de la misma que sigue en la actualidad.
Pedruelo ha remarcado el «carácter documental» de la exhibición, «algo que no es frecuente», y ha explicado que está nutrida sobre todo por dos tipos de fondos: aquellos que generan devoción y los de tipo turístico. Asimismo, ha apuntado que no ha sido sencilla la labor de compendio porque se trataba de un universo «muy efímero» y, como ejemplo, ha citado el primer cartel que se hizo en 1928, del cual no se conserva ningún ejemplar pese a la gran tirada que se hizo -de él sólo se conserva una reproducción en un libro de 1939-.
La muestra, concebida con un recorrido cronológico, se articula en cinco capítulos. Tras los dos primeros, destinados a los dos periodos mencionados, mira a la época de la posguerra. Luego, se detiene en el desarrollismo de los años 60 y 70, donde se fija en la actividad propagandística, y en la llegada de la Democracia, cuando gracias al apoyo municipal y a su declaración de Interés Turístico Internacional gana visibilidad.

Junto a documentos muy antiguos, algunos datan del siglo XVI -es el caso, por ejemplo, de la licencia otorgada a la cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo para la corrida de toros de su fiesta de la Degollación de San Juan-, la sala de La Pasión reúne singularidades como la posibilidad «única» de ver juntos los tres cuadros que se conservan de la serie de cuatro pintada por Felipe Gil de Mena sobre las fiestas de la Cofradía de la Vera Cruz del año 1656. Se trata, ha añadido el archivero, de «una cámara de las maravillas que permite todo tipo de lecturas».
Además, la iniciativa se completará con un programa de actividades, que incluyen conferencias, conciertos y el estreno de un documental producido para la ocasión que versa sobre tres películas promocionales de 1941, 1984 y 1961, conservadas en la Filmoteca de Castilla y León y recuperadas para la ocasión.
«Ha sido un trabajo ingente por parte del Archivo», ha destacado el presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa, Miguel Vegas, para quien esta exhibición «nos marca el camino de lo que tenemos que hacer». «A veces es bueno parar y ver lo que tenemos detrás, y es lo que nos esta mostrando esto», ha reflexionado, recordando que «no podemos sentirnos propietarios» de esta «gloriosa tradición de la que somos unos meros transmisores». Por su parte, el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha remarcado el «carácter interactivo» de la muestra gracias a sus actividades complementarias.
El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, que se ha encargado de cerrar el acto de inauguración, ha afirmado que estas iniciativa ofrece al espectador «una propuesta sinfónica, de personas e instituciones, a través de la voz de expertos, del cine y de la música». «El tema de esta exposición, además de situarnos en el espacio lo hace también en el tiempo, nos invita a preguntarnos qué papel juega el ayer y el mañana en nuestras vidas, el ayer en sus diversas lecturas, el mañana en sus incertidumbres, pero también nos sitúa en el presente con la esperanza para abordar los desafíos extraordinarios del tiempo que nos toca vivir», ha concluido.
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