'¿Me haces un hueco en tu vida?', la campaña que saca cunas a la calle en busca de familias de acogida
En Castilla y León, 556 menores crecen en centros, de los que más de ochenta son niños de seis años o menos
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En Castilla y León, 556 menores viven en centros de la Junta: sus familias biológicas no pueden hacerse cargo de ellos por varios motivos. Aunque allí reciben cuidado y apoyo, es siempre preferible que crezcan con el calor de un hogar. Por ello, la Junta de Castilla y León y Cruz Roja han presentado este miércoles a pie de calle una campaña para fomentar el acogimiento familiar en la Comunidad. Bajo el lema '¿Me haces un hueco en tu vida?', cunas, cómodas o triciclos han sugerido de forma simultánea en todas las capitales de provincia la presencia de estos pequeños a través de una habitación infantil simulada.
El objetivo de esta actividad es visibilizar el Servicio de Acogimiento Familiar y el Servicio de Estancias Temporales de la Junta de Castilla y León, mediante la sensibilización a la población general, «dando a conocer la realidad de la infancia y la adolescencia que ha estado expuesta a situaciones de desprotección social», incide Cruz Roja en una nota de prensa. También ha puntualizado que se persigue «una búsqueda activa de personas y/o familias interesadas en participar en dichos servicios, pudiendo realizar un acogimiento familiar o una guarda por estancia temporal».
Al comienzo de esta acción simultánea han acudido delegados y delegadas territoriales de la Junta en sus respectivas provincias, así como los gerentes y diversos responsables de las distintas oficinas provinciales de Cruz Roja. A ellos hay que sumar, en el caso de Valladolid, a Esperanza Álvarez Molina, directora general de Familias, Infancia y Atención a la diversidad de la Junta de Castilla y León; a la coordinadora autonómica de Cruz Roja, Eva María Fernández y a la responsable del área de Familias de la entidad, Noelia Aguado.
La directora general ha afirmado que desde la Junta intentan que ese menor «no salga de su contexto», es decir, «si está en un centro en Valladolid, que no tenga que mudarse a otra provincia, algo que Álvarez ha asegurado que »no es fácil«, recoge Ep.
Junto a la fingida habitación infantil y cubos de la campaña, los profesionales de Cruz Roja han informado sobre el sistema de protección del menor en Castilla y León y el proceso de acogimiento familiar, en el que se incluyen las estancias temporales y se ha referido cómo es el proceso de entrevistas y análisis más personalizado que permite determinar que son familias «adecuadas y estables» que van a garantizar que ese acogimiento se lleve «en buenos términos».
En su nota de prensa, la Junta ha incidido en que en la Comunidad «hay una serie de familias que, por diferentes causas, no pueden hacerse cargo de sus hijos». El Sistema de Protección a la Infancia les recibe en centros residenciales pero siempre prioriza «buscarles una familia, ya que es el entorno más propicio para su desarrollo vital en todos los sentidos, desde el cuidado hasta la formación, pasando por la socialización o la vinculación afectiva». En ese sentido, la administración autonómica defiende que el acogimiento familiar se revela como «la medida de protección más adecuada y natural, sobre todo para los menores de entre 0 y 6 años». Y es que de esos 556 menores en el sistema, 84 no llegan a los siete años.
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No obstante, además del acogimiento familiar permanente, existen otras modalidades, como sucede con las estancias temporales, dirigidas a menores que residen en centros de la Junta y a quienes aún no se les ha encontrado una familia. Estas pueden ser de vacaciones –para niños a partir de 7 años en periodos de entre una semana y dos meses– o por periodo lectivo –una medida nueva que comienza a implantarse este año y que está destinada a que quienes tienen más de 6 años puedan pasar el curso en un entorno familiar–. En ambos casos, los menores no se desvinculan de su centro, pero tampoco con la familia de acogida una vez finalice el periodo lectivo si así lo desean.
El programa de acogimientos familiares lleva en marcha en Castilla y León más de tres décadas, lo que convierte a la Comunidad en pionera en el impulso de estas medidas de protección. Prácticamente desde el comienzo, se lleva a cabo en colaboración con Cruz Roja.
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