teatro de rojas
'Las que limpian', una comedieta con la hiperrealidad social de fondo
«No solo es una especie de performance teatral, es una sátira utópica que cobra vida a través de las historias de las camareras de piso de los hoteles, quienes, organizadas y tenaces, luchan por la obtención de derechos laborales y sociales justos»

Antes de reseñar la representación de «Las que limpian» es conveniente que nos ilustremos un tanto sobre el ingenioso y creativo grupo de teatro A Panadaría, fundado en 2013 en Vigo, que está compuesto por Areta Bolado, Noelia Castro y Ailén Kendelman. Su trabajo se caracteriza por un teatro artesanal que renuncia a los elementos escenográficos tradicionales y la apuesta por el humor irreverente, la música vocal y unas interpretaciones lúdicas y habilidosas. Su labor teatral ha sido reconocida con numerosos premios, tanto en su patria chica, Galicia, como también estatales, destacando su compromiso con los valores feministas y LGTBIQ+2.
A Panadaría es un grupo teatral comprometido con la crítica social y la igualdad, que ha sabido combinar el humor y la reflexión en sus montajes, dejando una huella significativa en el panorama teatral español.
Las que limpian es una creación teatral colectiva que se inscribe en el hiperrealismo social y que se caracteriza por su incisiva crítica y su audaz enfoque político, todo ello envuelto en el celofán del humor. Esta obra nos lleva a conocer a esas personas invisibles que sostienen sobre sus hombros el peso de un sistema turístico precarizador, pero no solo eso, sino que en la sucesión de sketches se da un repaso evidente y reconocible a lo más esperpéntico de la política, jugando esencialmente con frases estrafalarias que retratan a ciertos políticos.
Las que limpian no solo es una especie de performance teatral, es una sátira utópica que cobra vida a través de las historias de las camareras de piso de los hoteles, quienes, organizadas y tenaces, luchan por la obtención de derechos laborales y sociales justos.
A través de escenas cargadas de humor, la obra nos invita a reír y sonreír, pero no sin dejarnos con el regusto ácido de una sociedad profundamente injusta y desigual. Frente a la valiente resistencia de estas trabajadoras, se erige la insaciable avaricia de los propietarios de las cadenas hoteleras, quienes representan la otra cara de esta dura realidad.
Más allá de la superficie de sus risas y sonrisas, Las que limpian nos confronta con una reflexión profunda sobre la lucha de clases y la dignidad humana, ofreciendo una perspectiva crítica y reveladora sobre la realidad social que muchas veces pasa desapercibida.
Las tres creadoras e intérpretes, Areta Bolado, Noelia Castro y Ailén Kendelman, las tres tituladas en Arte Dramático, realizan un fenomenal ejercicio dramatúrgico para que su obra, que no opta por una narrativa lineal para contar una historia, mantenga el ritmo a base de mostrar una realidad caleidoscópica en la que cada estela del mosaico viene a ser un flashazo sobre un matiz de la sociedad, muchas veces relacionado con las que limpian y otras un poco alejado de ese contexto. Y esta multiplicación la resuelven espectacularmente porque las tres se desdoblan en numerosos personajes para ofrecer un retablo vital y cercano al público que se divierte y reflexiona en el patio de butacas. La empatía con el público también constituye una parte clave de la función. El significado está en el texto y la forma en la interpretación de este trío de actrices que se acoplan, complementan y juegan con los papeles con un desparpajo extraordinario, intercambiándose continuamente y ofreciendo un repertorio de registros teatrales propios de una profesionalidad adquirida y de un trabajo de preparación muy estudiado.
Este teatro en acción por supuesto tiene su base en lo que se dice, en lo que se dialoga, en lo que se declara. Bien es verdad que nos puede parecer un texto caótico, surrealista a veces o como si se estuviera improvisando en otras. Da lo mismo, todo se entiende y se une en el ovillo de una comedia que sorprende y da risa, aunque detrás de lo que cuentan estén las historias verídicas de una realidad más trágica. Y no se habla solo de las trabajadoras de la limpieza, sino de mujeres invisibles que limpian también a diario en sus casas y nadie se lo reconoce.
Saben mucho teatro y por eso son capaces de saltarse todas las reglas convencionales para ofrecer un producto en bruto con su punto de ironía envuelta en papel de estraza donde ni falta la crítica a la política, ni al machismo, ni a la explotación y la voracidad empresarial, ni a que ciertos oficios los hagan solo las mujeres, ni al turismo, ni a la mala educación, ni a tantas cosas...
Que la historia se contextualice en un lujoso hotel de una elitista isla de la costa gallega, donde las camareras de piso exponen la realidad y reivindican su dignidad, ya es casi lo de menos. Lo importante es el ambiente que se crea, el dinamismo con el que ocurren las cosas y hasta la opción dramatúrgica de introducir cantos de texto popular, casi a manera de charanga gaditana, para poner de manifiesto mensajes que entran mejor así que por la vía del argumentario. Las ingeniosas composiciones musicales, obra de Ailén Kendelman, interpretadas a trío son un verdadero acierto.
Para este modo de trabajar no es preciso un alarde escenográfico; la funcionalidad de unos cortinones y el típico carro de limpiadora de hotel, a lo que se suman los diferentes elementos que introducen las actrices para caracterizarse (bigotes, pelucas, etc.) es suficiente bagaje escenográfico para dar contexto a la historia. La iluminación también cumple una función de resalte de ciertos protagonismos escénicos. Y los figurines son muy adecuados al universo referencial de la obra y buscan ese desenfado que desmitifica y aligera el uniforme de una camarera de hotel.
Las que limpian, de A Panadaría, es un espectáculo que merece la pena, que provoca la sonrisa y la risa a lo largo de su hora y media de duración, que incita a la reflexión sobre el mundo que vivimos y a veces no vemos, y que emociona y fascina por momentos. Los espectadores que llenaron el teatro de Rojas aplaudieron con ganas y con mucho regusto tras lo presenciado.
Obra: Las que limpian. Creación e interpretación: Areta Bolado, Noelia Castro Ailén Kendelman. Compañía: A Panadaría. Escenografía: Beatriz de Vega. Iluminación: Del Ruiz. Vestuario: Esther Quintas. Producción: Ailén Kendelman. Escenario: Teatro de Rojas.
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