La Audiencia Nacional rebaja dos años la condena por cohecho del comisario que fue jefe de Barajas
La Sala de Apelación anuló la sentencia inicial de 5 años y 8 meses y ordenó rehacer la resolución, que se queda en 3 años y un día

La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha rebajado la condena por cohecho al comisario Carlos Salamanca, que fue jefe de la Unidad Central de Fronteras con sede en el Aeropuerto de Barajas, de 5 años y 8 meses a tres años y un día de cárcel ... tras revisar la redacción de la sentencia por orden de la Sala de Apelación, que apreció incongruencias en los hechos que se daban por probados respecto de los delitos por los que se le condenaba.
La nueva sentencia, a la que tuvo acceso ABC, le impone esos tres años y un día de prisión y siete años de inhabilitación para cargo público por delitos continuados de cohecho pasivo, y una multa de tres meses por otro delito también continuado de cohecho activo, mientras mantiene su absolución por los delitos contra los derechos de los extranjeros por los que también fue juzgado.
Salamanca estaba acusado de permitir el paso a ecuatoguineanos que blanqueaban capitales en España por el aeropuerto de Barajas en condiciones ventajosas e incluso con trato VIP a cambio de dádivas y regalos que incluyen coches de alta gama, relojes de lujo, invitaciones a viajes y dinero en efectivo. Anticorrupción había pedido diez años de cárcel para él.
Esas prebendas eran canalizadas por el abogado de los ecuatoguineanos, Francisco Menéndez, a la sazón primer denunciante del caso Villarejo y conocido en el contexto de la investigación como 'el pagafantas'. Su condena se mantiene en tres meses de cárcel en calidad de cohechador de Salamanca en la nueva sentencia, con todas las atenuantes de colaboración con la justicia.
En la sentencia inicial, la Sala daba por probado que Salamanca había recibido esos regalos a cambio de dar un trato de favor a los ecuatoguineanos en Barajas, pero no se concretaba qué actos concretos constituían esa conducta y se le absolvía además de los delitos contra los derechos de los extranjeros porque no quedaba acreditado que hubiese expedido visados de manera irregular para facilitarles la entrada en España.
El Cayenne, el Panamera, el Rolex...
La nueva redacción lo que señala es que efectivamente, el comisario vino «aceptando regalos de carácter suntuario, en unos casos –como el del empresario ya fallecido Fernando Luengo Juan- como mera atención y en consideración a su cargo, y en otros casos –como el del también acusado Francisco Menéndez- con el objetivo de que dispensara un trato preferente de favor al oferente, a sus clientes ecuatoguineanos y a los familiares de aquél cuando llegaran al aeropuerto», pero «sin que conste que ese mejor trato se materializara en algún acto concreto de que fueran beneficiarios dichos pasajeros que venían a Madrid».
«Consintió la entrega de sobornos proporcionados por el acusado Francisco Menéndez con objeto de recabar la prestación de servicios de atención preferente para sí y sus familiares, así como para sus clientes (...) desconociéndose si realmente se llevaron a efecto las contraprestaciones acordadas».
Los regalos se pagaban por cuenta de la empresa del abogado, que se lo repercutía a esos clientes relacionados con la petrolera estatal ecuatoguineana Gepetrol, «como recompensa a los favores que el Comisario acusado iba a prestarle».
Para la Sala, claramente el letrado «corrompió a Carlos Salamanca, con la anuencia de éste, mediante el abono de vehículos de alta gama, relojes, viajes, beneficios económicos a terceros vinculados al Comisario y entregas de dinero en efectivo».
La lista incluye dos vehículos Porche, un Rolex, un Hublot, un viaje familiar a Londres, 66.000 euros para que unos cantaores amigos de Salamanca grabasen un disco, 25.000 euros para la boda de su hijo y otras entregas de efectivo que suman 110.000 euros.
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