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La ANC amenaza a ERC y Junts por el control del movimiento independentista

La entidad preguntará en marzo a sus asociados si da el salto y presenta una Lista Cívica por la Independencia a las elecciones de 2025

La crisis de la ANC aflora la falta de estrategia unitaria secesionista

Dolors Feliu y Uriel Bertran, hoy, durante la presentación del proyecto de la lista cívica electoral ANC
Daniel Tercero

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«¿Estás de acuerdo que la Assemblea impulse la Lista Cívica por la Independencia en las próximas elecciones al Parlamento de Cataluña, para hacer efectiva la independencia?». Esta es la pregunta que responderán los asociados de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), entre el 1 y el 14 de marzo, para determinar si la entidad da el salto y se presenta a las próximas elecciones autonómicas, previstas para febrero de 2025, con una lista propia y compitiendo con ERC, Junts y la CUP.

La presidenta de la asociación y exmilitante de CiU, Dolors Feliu, y el coordinador de Estrategia y Discurso y exdiputado regional con ERC y con Solidaritat per la Independència, Uriel Bertran, han presentado este jueves la iniciativa, que se concreta en este momento en una página web (con información de la propuesta) desde la que se podrá votar la consulta. El objetivo último es que el Parlamento autonómico «ratifique» y «haga efectiva» la declaración de independencia que siguió al referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

Feliu ha señalado, en la rueda de prensa ante los medios, que la cita con las urnas de 2025 serán unas elecciones «plebiscitarias», recordando así al carácter que el nacionalismo catalán otorgó a las elecciones autonómicas de 2015, cuando Convergència y ERC se presentaron juntos bajo las siglas de Junts pel Sí después de celebrar la consulta ilegal del 9-N (2014) y que la ANC, entonces presidida por Carme Forcadell, 'empujara' a Artur Mas a convocar las elecciones: «Presidente, ponga las urnas».

En este sentido, la presidenta de la ANC ha defendido que la iniciativa de la asociación aspira a superar la «tendencia abstencionista a la que le falta un proyecto que pueda canalizar la voluntad de hacer efectiva la independencia», algo que, en su opinión, no está en la hoja de ruta de ERC y Junts, partidos a los que ha vuelto a criticar por aceptar el marco autonomista y negociar aspectos del día a día con el Gobierno.

Bertran, por su parte, según recoge Ep, ha dicho que una quinta lista independentista (a sumar a las de ERC, Junts, la CUP, pero también a la de Aliança Catalana de Sílvia Orriols, que podría dar el salto e intentar acceder al Parlamento de Cataluña) no supone más fragmentación de voto. «La más peligrosa de las fragmentaciones», ha señalado, es que la gente se quede en casa y no vote como pasó en las últimas elecciones, las generales de julio, en las que el PSC arrasó y sumó más que todos los partidos secesionistas juntos.

El trámite establecido por la ANC, que no pasa por su mejor momento de aceptación social en el movimiento independentista, arranca esta semana. Luego, la votación será 'online' entre el 1 y el 14 de marzo. Si sale el 'sí' a la cuestión planteada, cualquier catalán podrá proponer cinco nombres para incluir en la futura lista electoral. Tras «el proceso participativo», la ANC propondrá «una lista preliminar con los candidatos más votados» y se les consultará si estos están dispuestos a participar. Nunca podrán ser exdiputados.

Feliu ha asegurado que ningún miembro de la actual dirección de la ANC, ni del equipo que surja en mayo, podrá formar parte de la Lista Cívica por la Independencia, que si finalmente se traduce en una propuesta real (agrupación de electores) tendrá que recoger firmas (el 1% del censo) para poder presentarse: «Desde dentro de la entidad entendemos que nos tenemos que excluir por una cuestión de mantener la entidad (al margen del partidismo institucional)». Y Bertran ha recordado que la ANC «ni quiere ni puede convertirse en un partido político».

Parece evidente que el movimiento de la ANC, si cristaliza, pondrá en jaque a las fuerzas políticas independentistas con representación en la Cámara autonómica. A cada formación le afectaría de una manera diferente, pero podría suponer, si la lista cívica obtiene un resultado insuficiente como para obtener representación institucional (pero obtiene un buen número de votos), la pérdida de la mayoría absoluta por parte del nacionalismo catalán en el Parlamento de Cataluña. Se abriría así un nuevo escenario político.

En cualquier caso, ese no es el objetivo de la ANC. La entidad ha planificado tres escenarios posibles tras la cita con las urnas prevista para poco más de un año (si Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, no avanza las elecciones): una mayoría absoluta independentista para «activar la declaración unilateral de independencia», con la lista cívica jugando «un papel determinante»; una mayoría independentista en la que ERC y Junts posponen la activación de la independencia, por lo que la lista cívica bloquearía el inicio de la legislatura y habría repetición electoral; y un pacto de los partidos independentistas con el PSC (que ganó las elecciones de 2021), escenario en el que la lista de la ANC «denunciaría» el autonomismo y participaría de «manera intermitente» en la Cámara catalana.

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