El Gobierno asiste a Zapatero en sus viajes a Venezuela
La ayuda, que en este caso es en asuntos logísticos y de seguridad, contrasta con que el exlíder se desmarque de la línea oficial dando aire al régimen de Maduro
Cada vez que José Luis Rodríguez Zapatero viaja a Venezuela, el Gobierno le presta asistencia. Tanto el Ministerio de Asuntos Exteriores como la Embajada en el país iberoamericano están obligados, por ley, a ponerse a disposición de los expresidentes cuando realizan viajes de este tipo. ... Pero en el caso de Zapatero llama la atención que, pese a las atenciones recibidas, el exdirigente socialista rompa con la posición oficial tanto de España como de la Unión Europea al hablar en público del régimen de Nicolás Maduro.
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La ley es clara en este punto y el Gobierno, en una respuesta escrita a una pregunta formulada por el PP en el Congreso, admite que asiste al expresidente cada vez que viaja a Venezuela, aunque lo haga a título personal, si bien evita completamente dar detalles del montante y partidas. El pasado 9 de diciembre las diputadas populares Belén Hoyo, Valentina Martínez y Marta González preguntaron al Ejecutivo qué cobertura recibió Rodríguez Zapatero durante su viaje a Venezuela del 4 al 6 de diciembre, así como qué medios públicos se emplearon para sufragarlo, si realizó gestiones en nombre del Gobierno, si el desplazamiento pertenecía a la esfera pública o privada, cuántas salidas del exlíder socialista ha sufragado el erario público, así como una completa batería de cuestiones sobre las implicaciones políticas del apoyo que presta a Maduro.
Sin respuesta
El Gobierno, sin embargo, dejó la mayor parte de todas estas preguntas sin contestar a pesar de que tanto el Reglamento del Congreso como la Constitución le obligan a facilitar a la oposición cuanta información le sea reclamada por los diputados. De este modo, se limitó a reconocer que aquel viaje recibió «las atenciones habituales» que se prestan a cualquier traslado de un expresidente del Gobierno. La respuesta también reconoce que Rodríguez Zapatero visitó la residencia del encargado de negocios en «la tarde del 5 de diciembre» pero que sus posiciones «representan su opinión personal y no son un reflejo de la posición oficial del Gobierno».
Fuentes diplomáticas consultadas por este diario explican que en ese viaje, coincidente con unas elecciones fraudulentas que no reconoció nadie en la comunidad internacional, la ayuda se limitó a « cuestiones logísticas y de seguridad ».
Si el viaje se realiza, como es el caso de Zapatero, a título personal, el Gobierno no tiene la obligación de pagar nada. Como destacan otras fuentes de la carrera diplomática, en casos similares al del socialista no se abonan billetes de avión u otro tipo de gastos relacionados con el viaje. Cuestión que, en su respuesta, el Gobierno no aclara. La situación cambiaría si se tratara de un viaje oficial, cuando el Ejecutivo sí tendría que afrontar los gastos de la expedición. Zapatero, en este caso hipotético, tendría que acudir a Venezuela en representación de España y, por ende, someterse a una agenda oficial.
La norma que respalda el apoyo gubernamental que recibe Zapatero en sus viajes a Venezuela es, como indican desde Exteriores, el Real Decreto 405/1992, que en su artículo 2 expone lo siguiente: «En sus desplazamientos fuera del territorio nacional (los expresidentes) podrán gozar del apoyo de los servicios de la representación diplomática española». Pero para poder disfrutar de esta prerrogativa, Zapatero debe advertir de su viaje con anterioridad para que el ministerio o la embajada afectada tomen nota de sus necesidades. Quizá así se pueda entender mejor el encuentro que la ministra Arancha González Laya y el expresidente del Gobierno mantuvieron en secreto , como desveló ABC, en febrero del año pasado antes de que Zapatero se citara en Caracas con la plana mayor del régimen bolivariano en pleno caso Delcy.
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