Polonia descarta entrar como accionista minoritario en Talgo tras el bloqueo de La Moncloa a la opa de PFR
Asegura estar abierta a «explorar» otras formas de «cooperación», pero no prevé realizar ninguna inversión
El Gobierno impone su criterio y entrega el 29% de Talgo a Sidenor

Polonia no quiere ser un actor secundario en Talgo. El Fondo Polaco de Desarrollo Capital Group (Polski Fundusz Rozwoju o PFR) asegura que no prevé «realizar ninguna inversión de capital en Talgo como accionista minoritario», pero sigue abierto «a explorar otras formas de cooperación en ... el futuro». Estas declaraciones llegan después de que el pasado viernes se confirmara la compra del 29,7% del fabricante de trenes por parte de un consorcio vasco liderado por Sidenor. Una adquisición que contó con la intervención directa de La Moncloa, que logró sacar de la puja a la propietaria de Pesa, además de a la india Jupiter Wagons, amenazando con usar el escudo antiopas con el que meses atrás ya había tumbado la oferta de la húngara Magyar Vagon. Las dos extranjeras estaban dispuestas a lanzar una opa por el 100% de Talgo a un precio de cinco euros por acción.
En un comunicado, PFR explica que el paso atrás dado en relación al lanzamiento de la opa, que hizo oficial días antes que lanzaría, se debe a que en el análisis final y «exhaustivo» del fondo, concluyó que la operación «no podía materializarse por completo en las circunstancias actuales». En ese estudio, la SEPI polaca asegura que se abarcaron tanto factores directamente relacionados con la operación «como otros aspectos externos e indirectos».«En consecuencia, PFR ha decidido no presentar su oferta final», esgrime la compañía.
No obstante, PFR considera a Talgo como «un socio de valor» y dice que existen oportunidades para que la colaboración entre Talgo y Pesa continúe en el marco del Memorando de Entendimiento (MoU) firmado en septiembre de 2024, con el que ambas se presentarán en conjunto a licitaciones en el marco del desarrollo de la alta velocidad ferroviaria en Polonia.
El mensaje lanzado hoy por PFR no es baladí, teniendo en cuenta que entre los planes del Gobierno estaba que Pesa entrara como socio en Talgo de Sidenor para dotar de suelo industrial inmediato al fabricante español. Para el Ejecutivo de Pedro Sánchez, de hecho, fue una de las bazas jugadas para que Polonia reculara en el lanzamiento de la opa y tratara de entrar en una segunda fase, pero ahora esa opción está siendo decartada desde Varsovia.
Por lo que, por el momento, todo queda en manos del nuevo accionista de referencia en la compañía, que tendrá su participación dividida entre Sidenor, el Gobierno vasco (Finkatuz), BBK y la Fundación Vital. Ayer, el lehandakari vasco, Imanol Pradales, aseguró que una vez se cierre la operación -espera que eso ocurra en aproximadamente tres semanas- el nuevo consejo de la empresa elaborará un «gran plan industrial» para que el fabricante de trenes se siga desarrollando y «compitiendo en el mercado».
La llegada de ese plan industrial resulta clave en el futuro de Talgo. La compañía tiene su cartera de pedidos en máximos históricos, con un volumen de 4.000 millones de euros, y con sus dos plantas, la de Rivabellosa en Álava y la de Las Matas en Madrid, al límite de producción. El fabricante, que ya ha tenido graves retrasos en la entrega de los trenes Avril a Renfe, necesita atender grandes pedidos como los de la alemana DB y la danesa DSB, a la vez que transmite confianza al mercado para poder optar a nuevas licitaciones.
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