El INE revisa al alza hasta el 0,5% el crecimiento del segundo trimestre pero confirma la ralentización de la economía española

Cambian las cifras, pero no la tendencia. Estadística ha actualizado sus datos de crecimiento de la primera mitad del año a la luz de la revisión difundida el pasado lunes, que elevó del 5,5% al 5,8% el crecimiento de 2022, y como consecuencia de ello ha agregado dos décimas al PIB de la primera mitad del año y cuatro décimas al ritmo anual de crecimiento que en julio se estimaba en el 1,8% y ahora se sitúa en el 2,2%.

Pero la Contabilidad Nacional sigue mostrando los signos incipientes de una ralentización económica que según los analistas se agudizará a partir del verano. El crecimiento del primer trimestre fue del 0,6%, en tanto que el del segundo fue del 0,5%, y el ritmo anual de crecimiento que en el arranque del año era del 4,2% se ha desplomado hasta el 2,2%.

No faltan motivos para esta desaceleración. Las economías de la eurozona, principales clientes de la producción española, acumulaban a esa altura tres trimestres de parón económico, lo que ha tenido consecuencias sobre las exportaciones, el puntal que ha sostenido la recuperación española tras la pandemia. Por otra parte, como reconoció este jueves el Banco de España, los efectos de la subida de tipos de interés ha empezado ya a tener impacto sobre el crecimiento y este año 2023 se calcula que detraerá nada menos que un punto al crecimiento.

El impacto de esos factores se aprecia en la información difundida este viernes por el INE. Las exportaciones retrocedieron un 3,2% en el trimestre y las importaciones lo hicieron un 2,1% y como se preveía el encarecimiento de la financiación también ha afectado a la inversión, como revela el estancamiento de la formación bruta de capital fijo, incluso en un contexto de distribución supuestamente masiva de los fondos europeos.

No parece haber afectado, por el contrario, al consumo de los hogares, que no solo no se ha contraído por el efecto de la inflación persistente y el encarecimiento de la financiación bancaria sino que según Estadística se habría acelerado en lo que va de año de forma sustancial, a caballo tal vez de las transferencias realizadas desde las Administraciones Públicas que experimentaron un crecimiento del 5,7% en el trimestre, pese a no conocerse ninguna ayuda adicional que entrara en vigor en ese periodo. Estadística ha corregido al alza también de forma sustancial el gasto de las Administraciones Públicas, al que en julio atribuyó un estancamiento en la primera mitad del año y al que ahora atribuye un crecimiento del 1,1%.

El consumo de los hogares ha sido de hecho el factor que sostuvo el crecimiento durante el segundo trimestre del año, ante la mayor aportación negativa de las exportaciones y la atonía de la inversión, según la información de detalle difundida este viernes por el INE.

Las sorpresas aparecen también en el análisis de la aportación sectorial al PIB. En julio el INE estimó que la agricultura había experimentado un retroceso del 4,2%, que se ha eliminado por completo tras la revisión estadística difundida el pasado lunes. La aportación negativa de la industria, ratificada por los PMI publicados a lo largo de este año, también se ha liquidado tras la revisión del INE, que por el contrario ha incrementado la aportación de los servicios al crecimiento de la primera mitad del año.

La revisión estadística también ha servido para adecentar la comparativa con Europa de la recuperación económica tras la pandemia. El INE estima ahora, según los datos ajustados de estacionalidad y calendario, que el PIB recuperó su nivel precovid ya en el tercer trimestre de 2022 y que ahora se situaría dos puntos por encima de esa frontera.