El incierto impacto del 'tsunami' DeepSeek en el despliegue empresarial de la IA
La democratización que promete la 'ballena azul' podría tardar en atraer a las compañías por las dudas sobre su potencial real y sus lagunas en seguridad
Quién es Liang Wenfeng, el hombre detrás de DeepSeek que ha hecho tambalear a Wall Street con un equipo de menos de diez personas

La IA es una de las palancas que impulsan el proceso de transformación digital en el que las organizaciones se juegan su ser o no ser, y si el lanzamiento de ChatGPT desató un primer tsunami, la llegada de su rival chino DeepSeek ha ... provocado un terremoto de enorme magnitud porque viene a demostrar que puede haber modelos con capacidades similares, pero con un menor coste de desarrollo. Las empresas españolas, como las de medio mundo, siguen de cerca cualquier movimiento que se produzca en el mercado en busca de oportunidades, por lo que ya se plantean si mantener sus actuales inversiones en IA o 'pausarlas' hasta que analicen a fondo esta alternativa 'low cost' y comprueben su utilidad como instrumento de trabajo.
La popularidad cosechada por el sistema y su naturaleza de código abierto han propiciado que algunas compañías estén dispuestas a iniciar pruebas piloto, aunque con una actitud cautelosa debido a los posibles peligros en materia de seguridad y privacidad, que esta misma semana han llevado a la OCU, así como a tres organizaciones de consumidores integradas en Euroconsumers, a presentar una queja ante las correspondientes autoridades competentes en la materia. El Garante para la Protección de los Datos Personales de Italia ha ordenado el bloqueo «de forma urgente y efecto inmediato» de la aplicación ante la insuficiente información proporcionada por los gestores de la misma, mientras que Australia ha prohibido su instalación y uso en los dispositivos de organismos gubernamentales bajo el argumento de que representa un «riesgo inaceptable» para la seguridad nacional. A ello se suma que, poco después de su debut, la firma informó haber sido víctima de un ciberataque malicioso a gran escala que le obligó a suspender temporalmente el registro de usuarios.
Envuelta en polémicas, pero con una acogida espectacular por parte del público, todo parece indicar que DeepSeek provocará cambios de calado y podría traducirse en una democratización de la inteligencia artificial, lo que contribuiría a disminuir la brecha existente entre los actores de cierta dimensión, con capacidad para sacar todo el potencial de esta tecnología, y las pymes, cuyos recursos (no solo económicos) en este ámbito son más reducidos. Según datos del INE, en el primer trimestre de 2024, tan solo el 9,54% de las empresas de 10 a 49 empleados utilizaban tecnologías de IA, un porcentaje que sube al 21,17% en las de 50 a 249 trabajadores y que se dispara hasta el 45,29% en el caso de las que cuentan con 250 y más.
Hasta ahora ha sido un nicho de negocio centralizado en un puñado de jugadores, como OpenAI, Google o Microsoft, de modo que la propuesta china ha agitado el avispero, evidenciando que los gigantes de Silicon Valley no son los únicos candidatos a forjar el futuro de esta tecnología. Pero, ¿cuál será su efecto en el segmento corporativo? ¿Dará una velocidad extra a la implementación de la inteligencia artificial o dilatará la toma de decisiones?
Fran Monzonis, Chief AI officer de Capgemini España, reconoce que la aparición de cualquier nuevo modelo de inteligencia artificial suscita un «interés máximo», pero cree que todavía es pronto para valorar la incidencia de DeepSeek en el tejido empresarial. «Al ser muy reciente, vamos a tener un periodo de análisis por parte de las compañías, que ponderarán diferentes factores a la hora de abordar la adopción», señala. Un elemento crucial que están estudiando es dónde viajan los datos y qué se hace con ellos. A partir de ahí, siempre que se cercioren de que la tecnología hace un uso adecuado de los mismos y de que la privacidad está asegurada, examinarán caso a caso, situación a situación, su potencial aplicación.
«A corto plazo, donde puede haber una mayor adopción a nivel empresarial, una vez garantizados todos los aspectos de cumplimiento normativo, es en las startups, que poseen una capacidad de adopción tecnológica muy ágil», considera el experto, que deja claro que lo importante es entender muy bien la necesidad que se quiere resolver y, en base a eso, ver cuál es la solución que mejor encaja. «Hay problemas de negocio específicos que quizá con modelos no tan potentes se pueden solventar», apunta. En este sentido, defiende que una de las tendencias a futuro serán los ecosistemas de soluciones de IA híbridas, basados en distintos modelos de lenguaje y en diferentes inteligencias artificiales.
Cautela y evaluación
Iñaki Tabernero, CTO de IndesIA, asociación para el impulso del uso de los datos y la inteligencia artificial en empresas y pymes de la industria española, afirma que «es probable que haya un periodo de cautela y evaluación antes de que se adopte de manera generalizada». Lo justifica repasando las luces y sombras asociadas a DeepSeek: «Representa una gran oportunidad para continuar avanzando en el desarrollo de la inteligencia artificial generativa, un campo que ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos dos años. En teoría, este nuevo modelo podría acelerar la implementación de la IA gracias a su rendimiento, comparable a modelos más costosos y su menor consumo de recursos», comienza por indicar.
Sostiene que puede ser de ayuda para las empresas que quizás no cuenten con los recursos de infraestructura que requieren otros modelos. «DeepSeek ofrece además una ventaja y es que, debido a su carácter 'open source' (código abierto), a medida que se van liberando nuevas versiones del modelo, podemos obtener detalles sobre cómo se ha entrenado, algo muy relevante para poder explicar los resultados que nos ofrece, y clave para garantizar el cumplimiento normativo de este tipo de soluciones en un mercado regulado como el europeo», agrega.
No obstante, recuerda que existen preocupaciones considerables en torno a la privacidad y la seguridad: «DeepSeek recopila y almacena una gran cantidad de datos de los usuarios, lo que ha suscitado inquietudes sobre cómo se utilizan y protegen. También la falta de transparencia en la gestión de la información, así como la posibilidad de censura y sesgos en sus respuestas son factores que podrían ralentizar su adopción hasta que se aclaren estas cuestiones».
Enrique Serrano, presidente de la Comisión de Inteligencia Artificial y Big Data de Ametic, cree que la herramienta tendrá un impacto positivo y acelerará la incorporación de la IA en aquellas empresas que detecten que responde a sus necesidades. «Ayudará a una mayor democratización y a romper el oligopolio vigente», comenta. La versión que ahora se ofrece, dice el experto, todavía se queda corta para las organizaciones, pero sí sirve como base para hacer lo que se denomina generación aumentada de recuperación (RAG, por sus siglas en inglés), una técnica de reentrenamiento de un modelo existente con datos propios de la empresa. «Se supone que DeepSeek daría rendimientos parecidos a otras opciones como Gemini o ChatGPT», precisa.
Al ser de código abierto, fomenta la transparencia y, según explica Serrano, permite una mayor innovación y a un ritmo más acelerado porque un montón de usuarios en todo el mundo está ampliando el modelo e introduciendo mejoras. «Dentro de las decenas de soluciones que hay, DeepSeek es un actor más que podría estar dentro de los diez primeros en cuanto a rendimiento. No interesa que haya monopolios, así que cuanta más competencia, mejor», zanja.
Su despliegue coincide con que a finales de enero el Gobierno publicó los primeros modelos de ALIA, una inteligencia artificial pública entrenada en castellano y lenguas cooficiales, también de código abierto. Un contexto que Serrano considera que alentará a las empresas, tanto grandes como pequeñas, a adentrarse en este mundo y perder el miedo al código abierto. «La idea es que, sobre estas soluciones, construyan sus modelos de lenguaje con información propia, lo que se conoce como 'small language models' (SLM)», completa. Nadie quiere quedarse atrás en la carrera por la inteligencia artificial. Europa, a través de un consorcio integrado por 20 instituciones, entre las que se incluye el Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC–CNS), está inmersa en el proyecto OpenEuroLLM, cuyo objetivo es alumbrar la primera familia de modelos de código abierto multilingüe para la Unión Europea.
Acceso de las pymes
El mercado atraviesa una fase de ebullición, con el surgimiento de nuevos protagonistas dispuestos a luchar por un trozo del pastel y, por consiguiente, las organizaciones cada vez tienen más opciones a las que acogerse a la hora de llevar a cabo una transformación digital que, en el caso de las pymes, presenta una serie de dificultades. Carlos López Blanco, presidente de la Comisión de Digitalización de Cámara de España, explica que la inteligencia artificial se ha incorporado más recientemente, pero recalca que lo importante no es entender la tecnología en sí, sino saber qué puede hacer con ella. «Nosotros les decimos a las pymes que si les ofrecen un servicio tecnológico basado en IA y no entienden qué pueden hacer con él para su negocio, que no lo compren», cuentan. En este sentido, recuerda que la IA puede ser de gran utilidad para las empresas pequeñas, pero su incorporación todavía es muy incipiente y hay gran confusión, por lo que recomienda que acudan a suministradores fiables y acreditados que estén bien asesorados.
Situación distinta es la de las empresas grandes o las de tecnología: «Para ellas la irrupción de la IA generativa no ha sido una gran sorpresa porque ya vienen utilizando sistemas algorítmicos de IA desde hace muchos años y hace tiempo que comprendieron que el uso de la tecnología y la IA no son una posibilidad, sino una necesidad de competitividad y, a veces, de supervivencia».
Preguntado por el fenómeno DeepSeek, López Blanco se muestra bastante prudente y pone sobre la mesa algunas incógnitas sin resolver. «En el corto plazo todavía es pronto para entender bien el modelo y sus consecuencias, pero en todo caso no parece que sea muy innovador comparado con los servicios de las empresas americanas como OpenAI». Las novedades que plantea, matiza, se encuentran más bien en dos factores complementarios, pero muy importantes para el desarrollo de la IA: el consumo energético y el coste de su desarrollo, sobre todo de los sistemas de entrenamiento. «Si estos elementos se confirman sí supondrán un cambio en los fundamentales de los servicios de IA generativa, pero aún es pronto para saber el impacto que va a tener», subraya.
A su juicio, existe a medio plazo un elemento que no podemos ignorar y que tarde o temprano habrá de afrontarse: la condición de DeepSeek como empresa china y, por tanto, sometida al control de su gobierno. «No es difícil predecir –advierte– que si un servicio más trivial y recreativo como el de TikTok ha provocado la reacción enérgica de las autoridades americanas y europeas, el desarrollo de un servicio chino de IA generativa plantee problemas parecidos o incluso mayores». Ahí radica el principal foco de incertidumbre en torno a la alternativa china.
«Las empresas tienen un cierto recelo por las dudas en torno a la seguridad, por lo que el impacto de DeepSeek no será inmediato», vaticina Juan Ignacio Rouyet, profesor de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de la Universidad Internacional de La Rioja (Unir). Habla de un 'impasse' causado también por el hecho de que muchas organizaciones aún se afanan en descubrir cómo sacar partido a los modelos que llevan más tiempo entre nosotros, como ChatGPT, «están buscando los casos de uso y los beneficios que les pueden dar, tanto en términos de productividad como de ingresos», por lo que la adopción masiva de la inteligencia artificial china no será de la noche a la mañana. «Ahora es una repercusión más social que empresarial –expone–. Habrá que esperar a que se solventen todas las cuestiones de seguridad, de recolección de datos, etc. y ver cómo se ajusta a la Ley de IA europea, que entrará en vigor en 2026».
Interrogantes que, cuando se aclaren, propulsarán el despegue de esta solución que ha sacudido a la industria tecnológica. «Hace un año, muchas organizaciones prohibían el uso de ChatGPT a sus empleados, pero ahora ya están publicando directrices sobre su utilización, por lo que DeepSeek ha llegado con ese camino recorrido», destaca. Sobre el papel, otro de sus ases bajo la manga sería el precio competitivo que ofrecería a los usuarios corporativos: «Si se ha desarrollado con unos costes tan bajos como dicen, se supone que generaría una serie de APIs más baratas».
Las dudas en torno a DeepSeek persisten y la precaución es la tónica dominante en un panoama empresarial en metamorfosis permanente que aún necesita tiempo para tomar decisiones definitivas sobre la IA china de moda.
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