La gran huida que puede reactivarse: Cataluña roza ya las 9.000 empresas fugadas desde el 1-O
La mitad de las firmas que han salido de la región catalana se han mudado a Madrid en busca de seguridad jurídica
El Gobierno no podrá obligar a las empresas a regresar a Cataluña
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Sabadell mudó su sede a Alicante tras el referéndum ilegal
El pacto del PSOE con los partidos independentistas para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, reactiva la posibilidad de convocatoria de un referéndum de independencia para Cataluña y trae de vuelta consigo algunos de los fantasmas económicos que dejaron a la región hecha ... un solar en los años siguientes al 1-O. La votación ilegal y la declaración de independencia que Carles Puigdemont proclamó días después en el Parlamento catalán, obligaron a hacer las maletas a miles de compañías que emprendieron el viaje a otras regiones del país en busca de estabilidad política y seguridad jurídica. Según los datos a los que ha tenido acceso este periódico, de un tiempo a esta parte, la cifra superará las 9.000 cuando finalice 2023.
Porque la sangría de salidas empresariales, aunque más moderada desde el inicio de la pandemia, continúa produciéndose. En concreto son 8.934, las sociedades que se han mudado desde la región a otros lugares de España desde el último trimestre de 2017, según los datos proporcionados a este periódico por los Registradores de España. La región catalana es la líder absoluta como autonomía que peor saldo de mudanzas (diferencia entre las que entran y las que salen) muestra año tras año. Y 2023 no está siendo una excepción. Entre enero y septiembre 679 firmas de todos los sectores y tamaños se han ido a otras comunidades autónomas por las 571 que se han mudado allí. Lo que deja un saldo negativo de 108 compañías perdidas, la que más, al igual que ha ocurrido en todos los años precedentes desde el referéndum ilegal.
Son números que están lejos de las más de 2.000 empresas perdidas en saldo neto durante el año y medio siguiente al 1-O, pero igualmente el curso pasado la diferencia entre entradas y salidas dejó un déficit de 181 firmas que buscaron cambiar su domicilio social a otras comunidades autónomas. De las 811 que dejaron Cataluña, más del 40%, 329, lo hicieron para irse a Madrid, la región predilecta para las empresas que han deslocalizado su sede por el procés. Desde 2017, 4.439 firmas han cogido el puente aéreo con dirección a la capital, prácticamente la mitad de las que se han fugado.
Es una pérdida de tejido que ha hecho mucha mella en Cataluña a nivel político y económico, pero también reputacional, en un área que antaño ha sido un vergel industrial y una de las zonas geográficas mejor miradas por los inversores extranjeros. Ahora, ERC y Junts quieren revertir el asunto incluso incentivando la vuelta de las grandes empresas que huyeron por la inestabilidad política y las revueltas en las calles. Entre ellas, grandes entidades bancarias como Caixabank o Sabadell, pero también Cellnex, Naturgy o Colonial, todas cotizadas. Por el momento ninguna de estas empresas se ha mostrado favorable a volver.
Retorno difícil a corto plazo
¿Podría producirse un gran retorno en un futuro próximo? El economista, profesor e investigador en la Universidad Politécnica de Valencia, Fernando Castelló Sirvent, cree que para que las empresas tomen esa decisión deberían generarse los entornos jurídicos y políticos necesarios para facilitar la estabilidad de las operaciones y la certidumbre normativa. «Serviría también para disminuir posibles movimientos de salida y deslocalización societaria futura», detalla el docente. Pero no cree que este sea un movimiento que se produzca a corto plazo.
Al economista, Javier Santacruz, sin embargo, le preocupa las presiones que se puedan ejercer sobre los empresarios desde las instituciones catalanas para que vuelvan a la región. «Cuanto más relevante sea la compañía, mayor va a ser la presión para que vuelva», relata. «Puede ser un problema para los directivos que decidan devolver la sede a Cataluña por la responsabilidad que eso supone, porque si en un futuro ocurren movimientos parecidos al 1-O habrán incurrido en una causa que está bastante vigiliada por las empresas como es la mala gestión, algo que puede ser dañino para el futuro de la compañía» concluye el economista.