La fusión de Honda y Nissan, cerca de colapsar por diferencias acerca del control de la futura compañía
Los productores automovilísticos, segundo y tercero en su país, pretendían desbancar a Toyota con la creación de un coloso de la automoción
Sin embargo, la posición menor de Nissan llevó a Honda a ofrecerle ser su subsidiaria, algo que no gustó a la compañía que dirigió Carlos Ghosn
La ascensión meteórica del grupo chino BYD amenaza el futuro del sector, que busca hacerse fuerte y conservar sus cuotas de mercado
Fusión de Nissan y Honda: las claves para ser un gigante de la automoción

Las negociaciones para completar una posible fusión entre Nissan y Honda se encuentran a punto de colapsar, según informó el diario japonés 'Nikkei'. El posible acuerdo de colaboración, entre la segunda (Honda) y la tercera (Nissan) marca de automoción de Japón, habría supuesto la ... creación del tercer mayor productor de automóviles por ventas a nivel mundial.
Las acciones de Nissan cayeron un 4% antes de que la Cámara de Comercio de Tokio suspendiera temporalmente el acuerdo. Las acciones de Honda, por su parte, terminaron la jornada con un alza superior al 8%, lo que podría significar que los inversores están aliviados de que el trato no haya salido adelante.
Ambos productores automovilísticos, rivales desde tiempos inmemoriales pero unidos por las expectativas de adelantar a Toyota y establecer su preeminencia como el mayor fabricante de coches japonés, anunciaron a finales de 2024 que se encontraban en plenas negociaciones para fusionarse, lo que provocó un terremoto en el sector de la automoción.
Una amenaza llamada BYD
El momento, por supuesto, no es fortuito, pues los productores con una posición tradicional en el mercado tratan de hacerse fuertes ante una amenaza cada día más clara: China, con su productor de eléctricos BYD derribando todas las barreras que tiene por delante.
El fabricante chino logró matricular más de cuatro millones de vehículos eléctricos e híbridos enchufables el pasado año, un 41,3% más que en 2023. Dentro de estos datos destacan las exportaciones, que se han convertido en un mercado fundamental para el grupo asiáticos. 417. 204 vehículos cruzaron las fronteras de China en 2024 para repartirse por el mundo, un 71,9% más que en 2023.
De esta manera, BYD se consolidó como el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, así como el sexto fabricante mundial a nivel de entregas. A pesar de que aún no supera a la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, protagonista de esta historia, o al Grupo Stellantis, el conglomerado chino asciende a velocidad de crucero en el mercado automovilístico mundial.
Una propuesta temeraria
El motivo por el que las negociaciones parecen haber alcanzado un punto muerto, según fuentes citadas por Reuters, son las crecientes diferencias entre las partes. A pesar de que el asunto no ha terminado formalmente, todo indica que Nissan podría abandonar las negociaciones, a pesar de que fuentes internas alegan que la junta directiva parece aún deliberar acerca de la cuestión.
Reuters indica que uno de los movimientos fundamentales en la ruptura vino de Honda, que habría propuesto a Nissan que esta se convirtiese en una subsidiaria. De este modo, la primera mantendría una posición muy superior a la segunda, lo que ha resultado ser uno de los factores clave para que las negociaciones, que inicialmente preveían una fusión de igual a igual, se hayan diluido casi definitivamente.
El motivo de esta oferta desigual puede inferirse de las dificultades económicas que atraviesa Nissan en la actualidad. El productor automovilístico se encuentra en una crisis profunda, y según diversos medios de comunicación, planean despedir a más de 9.000 trabajadores y disolver el 20% de sus instalaciones a nivel mundial.
Por tanto, Honda, que posee un valor de mercado que casi quintuplica al de Nissan, comenzó a preocuparse acerca del progreso de su rival y posible socio, lo que citan las fuentes internas como un motivo clave para que el posible acuerdo de fusión se encuentre en un punto muerto, cerca de fracasar.
Un escándalo interno aún les lastra
En la revolución de los coches eléctricos, comandada por China y su gigante automovilístico BYD, Nissan se ha llevado la peor parte. En 2018, la compañía recibió toneladas de atención mediática a raíz del cese y detención de su ex-directivo, Carlos Ghosn, que actualmente sigue prófugo. Debido al inmenso descontrol interno de la compañía, le fue difícil adaptar su estructura al nuevo paradigma productor, por lo que perdió una posición en el mercado que aún les pasa factura.
Debido a esta posición de debilidad, Honda aprovechó su superioridad para cambiar las condiciones iniciales del acuerdo. Nissan, sin embargo, no claudicó, por lo que el mando de la futura compañía nacida de la fusión parecía ser un escollo insalvable para las partes.
Renault, compañero y aliado de Nissan en el mercado internacional, declaró que estaba abierto a una posible fusión con Honda. El fabricante francés es dueño del 36% de Nissan, según Reuters.
Mitsubishi Motors, otro de los productores japoneses de automóviles, aunque de menor posición en el mercado, participó en la rueda de prensa conjunta de Nissan y Honda, y parecía dispuesto a unirse a la fusión. Sin embargo, debido a que el acuerdo pende de un hilo, parece que su intención de participar ha quedado en anécdota.
Ambas compañías han declarado en comunicados separados que la información de Nikkei no se basa en declaraciones públicas. Del mismo modo, declararon que la intención conjunta es la de «llegar a un acuerdo», o a un desacuerdo finalmente, a finales del mes de febrero, momento en que llegaría el anuncio oficial del resultado de las negociaciones. Esta declaración estaba prevista para finales de enero. Sin embargo, en parte debido a los graves desacuerdos entre las partes, la decisión tuvo que ser aplazada.
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