El 46% de los contratos de trabajo destruidos cada mes son fijos
Los volumen de ceses de indefinidos se triplica después de la reforma laboral
Fijos discontinuos y despidos en periodo de prueba copan el 51% de estas bajas
La precariedad del empleo estacional en España aflora a espaldas de la reforma laboral
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El mercado laboral aún absorbe el impacto de la nueva normativa aplicada con la reforma introducida hace ya más de un año y medio, y lejos de los triunfos que arroja la reducción drástica de la tasa de temporalidad, en el entorno del 17% ... en el sector privado, las entrañas del mapa de contrataciones que se recompone mes a mes con cifras espectaculares de firmas de contratos indefinidos afloran ciertas problemáticas ya conocidas en nuestro tejido productivo.
Aunque el aumento de los contratos indefinidos ha sido exponencial en el periodo de aplicación de la reforma laboral, suponiendo ya casi la mitad de todas las firmas que se formalizan cada mes, el ritmo de destrucción de los contratos fijos se producen casi al mismo ritmo. Concretamente, según las cifras oficiales de la Seguridad Social a mes de -último dato disponible de extinción de contratos laborales- los indefinidos suponen el 46% de todos los contratos destruidos -son 41.005 de las 89.305 firmas que se rompieron en el mes-. Este volumen, más allá, se ha más que triplicado en el año y medio de aplicación de la reforma laboral si lo comparamos con el 14% de fijos que se destruyeron en el mismo mes de 2021, el periodo comparable previo a la aplicación de la nueva normativa que penaliza el temporal, incluso llegando a acabar con la figura del contrato por obra y servicio.
Teniendo en cuenta que el volumen de contratos de carácter indefinido se ha elevado sustancialmente en este plazo podría presuponerse que es normal una mayor destrucción de contratos de este tipo. Sin embargo, descendiendo al detalle de las causas por las cuales se están zanjando estas relaciones laborales es donde se detecta que el nuevo esquema está lejos de acabar con los 'vicios' de un tejido productivo inapelablemente marcado por la estacionalidad y las necesidades puntuales de contratación por las temporadas, principalmente asociadas al turismo. Lejos de ello, parece haberse producido un 'trasvase' de temporales hacia el contrato estrella de la reforma, el fijo discontinuo, e inusualmente también al contrato indefinido ordinario con fecha límite de seis meses, la duración del periodo de prueba.
De hecho, de los 41.005 contratos indefinidos que se resolvieron en el mes de julio, los fijos discontinuos que pasaron a la inactividad y los despidos en periodo de pruebas supusieron el 51%, más de la mitad (sumando 21.000 contratos destruidos). Es aquí donde se detecta la existencia de cierto refugio para la temporalidad, toda vez que en el mismo mes hace dos años -previo a la reforma- estas resoluciones apenas suponían el 25,4%, la mitad que en este momento. Luego se puede deducir que en este momento, suscribir un contrato indefinido ni mucho menos implica una ganancia de estabilidad en el puesto de trabajo.
Si observamos la tendencia de estas causas de pérdida de empleo por separado se aprecia el salto exponencial y la pérdida de resiliencia de los trabajadores sujetos a ellos. Mientras que en julio de 2021 se pasaron a la inactividad en España un total de 2.527 trabajadores con contrato fijo discontinuo, este nivel ascendió a 17.579 en el mes de referencia de 2023, lo que supone un 595% más. Aunque no es este el dato más revelador de cómo se ha incrementado la mortalidad del contrato fijo en este periodo, ya que estos trabajadores están en un periodo de letargo que presupone una siguiente activación cuando se vuelva a necesitar por algún aumento de actividad.
Sin embargo, son los despidos durante el periodo de prueba de los contratos fijos los que hacen sonar las alarmas de la temporalidad encubierta. Mientras que en julio de 2021 se producían en España un total de 348 despidos dentro de los seis meses de periodo de prueba el contrato indefinido, en el séptimo mes de este año la cifra ascendió hasta los 3.421 despidos. Lo que supone un 833% más.
Inseguridad jurídica
No en vano, esta tendencia sí que acarrea una circunstancia en pro del empleado con este tipo de relación laboral. Al tratarse de contratos indefinidos, sobre todo en el caso de los fijos discontinuos, el coste del despido sí que es mayor para el empleador ya que está sujeto a las condiciones de un contrato fijo. «Hay un segmento de los trabajadores que, a pesar de que su contrato ahora tiene la etiqueta de indefinido, sigue siendo muy precario cuando miramos al número de días trabajados, a su salario, al tipo de jornada y a los elevados periodos de inactividad que presentan», avisaban recientemente los expertos de Fedea que plantean que las nuevas reglas de contratación que introdujo la reforma de 2021 «están generando problemas de inseguridad jurídica que necesitarían una aclaración normativa o una jurisprudencia rápida».
Estos problemas, explica Fedea, se concentran en la frontera entre los nuevos contratos temporales de circunstancias de la producción y las distintas modalidades de fijos discontinuos creadas con la reforma de 2021. Los expertos José Ignacio Conde-Ruiz y Jesús Lahera abogan en este punto por o bien ofrecer cobertura legal expresa a la negociación colectiva sectorial estatal para adaptar la extinción objetiva de los contratos indefinidos a las singularidades de cada sector, dando naturaleza dispositiva a las causas organizativas, técnicas y productivas, o bien extender legalmente a otros sectores que lo soliciten el acuerdo social estatal alcanzado en el sector de la construcción.

Pérdida de consitencia de los contratos indefinidos
Evolución del volumen total de contratos destruidos y cuántos de ellos son fijos
Total contratos
Indefinidos
% contratos indefinidos destruidos sobre
el total de contratos destruidos en el mes
51,3
46,9
46,0
45,9
44,2
45,7
44,6
42,9
42,0
41,1
39,0
38,8
37,0
33,6
33,4
29,3
21,7
19,0
14,6
15,2
13,9
15,0
14,8
12,2
13,1
20.000
J
A
S
O
N
D
E
F
M
A
M
J
J
A
S
O
N
D
E
F
M
A
M
J
J
2021
2022
2023
Fuente: Ministerio de Seguridad Social / ABC

Pérdida de consitencia de
los contratos indefinidos
Evolución del volumen total de contratos destruidos
y cuántos de ellos son fijos
Total contratos
Indefinidos
20.000
J
A
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N
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F
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A
M
J
J
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O
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F
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A
M
J
J
2021
2022
2023
Contratos indefinidos destruidos sobre
el total de contratos destruidos en el mes
En %
J
A
S
O
N
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M
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F
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M
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J
2021
2022
2023
No en vano, la sintomatología que advierte de que la caída de la temporalidad no está detrás de una mejora de las condiciones va más allá. Tal y como publicó recientemente este medio, la duración de los contratos de trabajo parece dar cuenta de que la rotación estacional persiste: con el mayor volumen de contratos fijos firmados en la historia, la extensión de los mismos se ha desplomado a mínimo de los últimos diecisiete años.
A finales de julio, la duración media los contratos suscritos en nuestro país, contabilizando tanto temporales como indefinidos, se sitúa en 45 días. Es el menor nivel desde el inicio de la serie, la menor duración en los últimos diecisiete años. Respecto a 2006 la caída es del 38%, pero si atendemos al periodo afectado por la reforma laboral y lo comparamos con el inmediatamente precedente, correspondiente a 2021, se aprecia como en solo un año y medio la duración media se ha reducido en un 15% bajo el paraguas de la nueva normativa. En julio de hace dos ejercicios la duración media de las firmas ascendía a 53 días.
Más control de la Inspección
Con todo, los expertos señalan la necesidad de dar tiempo al mercado laboral para aplicar la nueva normativa y saber cuál es el verdadero efecto sobre los flujos de trabajadores en nuestro país. Durante un reciente foro organizado por el Consejo General de Economistas, el profesor en la Escuela de Relaciones Laborales de la Universidad de La Coruña y asesor económico del Ministerio de Trabajo y Economía Social, José Manuel Lago, llegó a reconocer que puede haber en cualquier caso «un mal uso» de la figura del contrato fijo discontinuo «por parte de algunas empresas», ya que resulta llamativo que mientras que sólo por la vía de los fijos discontinuos se hayan firmado más de 2,5 millones y sin embargo se mantengan intactas las resistencias a rebajar el número de desempleados en nuestro país.
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«Habría que llevar un mayor control», admitía el asesor económico del Ministerio de Trabajo. Precisamente, este resorte fue activado por el gabinete dirigido por la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que a través de la Inspección ha enviado en los últimos meses más de 80.000 cartas a empresas que presuntamente tienen a trabajadores fijos discontinuos en situación irregular por existir una vinculación de, al menos, el 87,5% en el periodo observado.
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