ESPECIAL ENERGÍA / EMPRESAS EN ACCIÓN
Cómo ahorrar hasta 280 euros al mes en la energía de una vivienda
El 70% de la energía que consumimos se pierde por la mala eficiencia de los edificios. Iberdrola ha desarrollado un servicio a medida para lograr el mayor confort y reducir el gasto en los hogares

Desde la ducha de primera hora de la mañana hasta la última luz que apagamos antes de irnos a dormir, pasando por la calefacción o el aire acondicionado –según la época del año en el que nos encontremos– o cualquier electrodoméstico que tengamos instalado en casa. La energía de nuestros hogares supone el 20% de la que consumimos a nivel nacional, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
Ese porcentaje por sí solo puede que no aporte mucha información, pero cuando averiguamos que el 70% de la energía que consumimos se pierde por una mala eficiencia energética es entonces cuando nos damos cuenta de que, además de estar emitiendo más C02 del necesario, estamos incrementando nuestras facturas energéticas innecesariamente.
La escala de eficiencia energética de los edificios se mide en siete niveles que van desde la letra 'A' que califica a las viviendas más eficientes, hasta la 'G' para las menos eficientes. Más del 80% de los edificios en los que vivimos o donde trabajamos se encuentran en los tres peores niveles (E, F o G) y solo un 0,3% disponen de una calificación 'A'.
Viviendas desactualizadas
Esto es debido a que el 92% de las 25 millones de viviendas que componen el parque residencial fueron construidas antes del 2006, año que entró en vigor el Código Técnico de la Edificación en España, y a que más de la mitad se construyeron antes de 1980, cuando ni tan siquiera existía una normativa de eficiencia energética. En la actualidad, todos los proyectos de nuevas viviendas o de reformas de viviendas deben tener una calificación energética de, como mínimo, una 'B'. Teniendo en cuenta que, según la OCU, el gasto medio de energía por hogar en España es de 205 euros al mes, la diferencia de gasto entre una casa de eficiencia energética 'B' y una 'G' puede llegar a alcanzar los 220 euros al mes, y entre una 'A' y una 'G' los 280 euros.
Pero ¿cómo debe ser una casa para que sea calificada como mínimo con esa 'B'? El lugar más común para ver esta clasificación es en los electrodomésticos, pero invertir en una nevera o en una lavadora con etiqueta 'A' no servirá de nada si no se cumplen otros requisitos. Por ejemplo, las viviendas que está construyendo EMVS Madrid en El Cañaveral cuentan con calificación energética 'A' por tener una buena envolvente térmica, paredes bien aisladas, y un sistema de calefacción y agua caliente mediante aerotermia que incluye suelo radiante refrescante.
Estas mismas características pueden conseguirse en una vivienda antigua realizando diversas actuaciones, una práctica que además permite mejorar, de media, su valor patrimonial en un 20%. Por ejemplo, el aislamiento a través de insuflado de fachadas y cubiertas puede rebajar entre un 20% y un 50% el gasto energético doméstico destinado a calefacción y refrigeración.
La sustitución de las antiguas caldera de combustibles fósiles, como el gas o el gasoil, por bomba de calor o aerotermia, además de evitar la combustión y sus emisiones asociadas, permite ahorrar hasta un 70% en la energía para calefacción en el caso de disponer de suelo radiante y de hasta un 40% si son radiadores. Además, frente al gasoil, esta tecnología es más segura al eliminar la necesidad de almacenamiento y la dependencia de combustible.
Pero, dejando de lado estas ventajas, la rehabilitación de las viviendas es un paso obligatorio para cumplir como país los Objetivos de Desarrollo Sostenible de cara a 2030 y 2050. Según la Asociación para la Renovación Eficiente y Social Urbana con Rehabilitación a Gran Escala (Resurge), unos 20 millones de viviendas en España no cumplen las condiciones de eficiencia energética, y sería necesario pasar de «las 30.000 rehabilitaciones anuales a unas 400.000 para cumplir los objetivos europeos» de reducción de emisiones.
Para facilitar a los ciudadanos, ya vivan en viviendas individuales o en comunidades de vecinos, la rehabilitación energética de sus hogares, Iberdrola ha diseñado una solución a medida con productos personalizados en función de las características de cada vivienda para conseguir el mayor confort, ahorro y eficiencia.
Servicio llave en mano
La oferta de la compañía se diseña como un servicio llave en mano en el que se incluye el proyecto personalizado de rehabilitación, la sustitución de la caldera por bombas de calor y aerotermia, con lo que se consigue agua caliente y una climatización más eficiente, la documentación técnica del edificio y la gestión de las ayudas, como las desgravaciones fiscales o las subvenciones, adelantándolas una vez que se recibe la aprobación de la solicitud presentada ante las administraciones autonómicas. En concreto, una correcta tramitación de las ayudas puede llegar a un ahorro del 80% del coste total de la rehabilitación. Una vez firmado el contrato, Iberdrola se encarga de la coordinación de todas las actuaciones necesarias, de forma rápida y sencilla, con empresas especializadas, y garantiza el resultado final, gestionando su legalización.
La actuación diseñada por la compañía también incluye las instalaciones de paneles solares para que el cliente genere su propia electricidad 100% renovable, que puede suponer para las familias un ahorro en la factura anual del hasta el 70%. Además, los auto consumidores de la energética pueden compensar el 100% de su factura con la energía vertida a la red y derivar los excedentes posteriores para cubrir el consumo en otra residencia.
Así, Iberdrola impulsa el proceso de rehabilitación de viviendas, una tarea pendiente para España, al mismo tiempo que detecta barreras y colabora con empresas especialistas para dinamizar el proceso.
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