El FMI dice que los problemas de deuda de EE.UU. podrían «conmocionar» a los mercados mundiales
El 2 de agosto es la fecha límite para que Washington incremente su tope de endeudamiento
El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó este miércoles a EE.UU. a incrementar «lo antes posible» el límite de la deuda federal con el fin de evitar una «conmoción» que podría tener «graves consecuencias» en el país y los mercados mundiales.
Las conversaciones entre la Casa Blanca y el Congreso para elevar el tope de endeudamiento de 14,29 billones de dólares están en un punto muerto, lo que ha incrementado el temor a que no se logre un acuerdo para la fecha límite del 2 de agosto y EE.UU. tenga que declarar una moratoria.
En su informe anual sobre la economía estadounidense relativo al Artículo IV, el FMI advierte también de que la reducción del déficit propuesta en el presupuesto presentado en febrero podría ser «excesivamente intensa» en el período inicial dada la debilidad cíclica y, al mismo tiempo, insuficiente para estabilizar la deuda para mediados de la década.
En este sentido, señala que las políticas deberán lograr un «equilibrio adecuado» entre retirar las medidas extraordinarias de apoyo y respaldar la recuperación en un contexto con «nuevos vientos en contra». Así, incide en que la consolidación fiscal debe seguir su curso, dado que la dinámica de la deuda es «insostenible» y perder credibilidad fiscal sería «sumamente perjudicial».
«El principal desafío de política económica consistirá en realizar un esfuerzo considerable y duradero de consolidación fiscal garantizando al mismo tiempo que la recuperación aún frágil siga su curso. Dado que la deuda pública se mantiene en una trayectoria insostenible , la prioridad es estabilizar el coeficiente de deuda para mediados de la década y reducirlo gradualmente más adelante», incide.
No obstante, el FMI sugiere que el ritmo y la composición del ajuste deberán adaptarse al ciclo, en el marco de una estrategia que cuente con apoyo político, orientada a aumentar los ingresos fiscales a mediano plazo y a hacer frente a las presiones sobre el gasto a largo plazo.
En concreto, reclama nuevas medidas para hacer frente a las presiones derivadas del envejecimiento de la población y del aumento de los costes de atención de la salud. En su opinión, el esfuerzo fiscal debe incluir reducciones adicionales del gasto obligatorio, por ejemplo a través de reformas de las prestaciones, así como aumentos de los ingresos fiscales, reduciendo los gastos tributarios entre otras alternativas.
Nuevas medidas
También debería considerarse la posibilidad de aplicar un IVA o un impuesto sobre las ventas a nivel nacional e impuestos sobre el carbono. La institución prevé que el crecimiento de la economía estadounidense se mantendrá «relativamente modesto» en los próximos años, a medida que la demanda privada vaya recuperándose lentamente y se retire el apoyo proporcionado por la política fiscal.
En concreto, prevé que el PIB aumente un 2,5% en 2011 y un 2,75% en 2012, con una disminución «lenta» del desempleo y una inflación que se mantendrá «reprimida». En este sentido, señala que los riesgos a la baja para las perspectivas de crecimiento han aumentado, entre los que destaca la «debilidad persistente» del mercado de vivienda, unos resultados fiscales desfavorables, un nuevo 'shock' en los precios de las materias primas , unas condiciones restrictivas del crédito y la complicada situación de algunas economías soberanas europeas.
Por otra parte, defiende que la política monetaria acomodaticia aplicada actualmente por la Reserva Federal a través de herramientas como las tenencias de activos «probablemente siga siendo adecuada durante algún tiempo», salvo que las perspectivas de inflación cambien considerablemente en cualquier dirección.
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