Tenis
De los pelotazos en El Palmar a conquistar Wimbledon: quién para a Alcaraz
Consolida un crecimiento espectacular, sobre todo mental, en un viaje supersónico y no se observa rival a su altura
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No hay mejor exponente para iniciar la nueva era del tenis que Carlos Alcaraz, un tenista completísimo con 20 años y 72 días, campeón de Wimbledon, que crece a ojos vista, a sets disputados, a partidos ganados. Cuando Alcaraz ganó su primer partido ... en la ATP, contra Albert Ramos el 18 de febrero de 2020, se hablaba de una promesa de futuro, pero Alcaraz ha conducido la máquina del tiempo para traer el futuro hasta el hoy.
«Es el mejor joven de 20 años que he visto en mi vida. Lo tiene todo: un juego increíble, un atleta increíble, una gran personalidad. Es mejor que Federer a esa edad, mejor que todos ellos», dice John McEnroe. Y se pregunta el personal quién puede frenarlo. No hay muchas respuestas porque el chaval ha crecido a un ritmo vertiginoso y, todavía con mucho margen de mejora, se observan pocas fisuras.
En poco más de tres años en el circuito profesional, un recital de triunfos y, sobre todo, de aprendizaje. Pertenecía a ese grupo de aspirantes a todo, con Daniil Medvedev, Alexander Zverev, Stefanos Tsitsipas, Casper Ruud, Jannik Sinner, Holger Rune, que aún sufren los altibajos de la edad y la falta de consistencia. Quizá también falta de hambre. Pero él se desmarca de todos ellos superándolos en tenis y, sobre todo, en cabeza. Nadie tan amueblada a esta edad como la del español.
Como punto de partida para el gran público, el partido con el que celebró su 18 cumpleaños, contra Rafael Nadal en Madrid. Fue un 6-1 y 6-2 como regalo. Sí, como regalo, porque tomó buena nota de aquella lección y fue construyendo su crecimiento con bases muy sólidas y sin despistes.
Una esponja llena de ambición, introdujo cambios en sus rutinas para liderar este tenis potente y veloz. De pequeño se intentaba saltar el día de la fruta en el colegio, reacio a comer plátanos en edad escolar; de incipiente estrella del tenis, aceptó un cambio en la dieta: proteínas, pescado, fruta. Horas y horas de ejercicios para desarrollar la resistencia, consciente de que los grandes títulos se ganan a cinco sets, pero sin olvidar la explosividad, consciente de que podía marcar la diferencia en los golpes de instinto hacia la red.
Los resultados fueron una consecuencia: desde aquel no tan feliz cumpleaños, primer título 250 en Umag, semifinales en el ATP 500 de Viena. Del 141 al 32 a finales de 2021. Repetía su entrenador, Juan Carlos Ferrero, que los pasos debían ser cortos.
El objetivo para 2022 era entrar en el top 15, pero lo cumplió en apenas cuatro meses. Con un título en Miami donde ningún otro español había triunfado para iniciar su propio camino. En la segunda cita con Nadal, en el Masters 1.000 de Indian Wells, también hubo derrota, pero la lección se la llevó el balear: fisura en la costilla y mensaje de que el niño había crecido. Confirmó el estirón apenas un par de meses después, ante un Nadal renqueante eso sí, victoria por fin, y sobre Djokovic al día siguiente, del tirón, y sobre Zverev al siguiente, y campeón en Madrid.
De los calambres al golpe de estado
Y aunque en Roland Garros (Zverev en cuartos) y en Wimbledon (Sinner en octavos) dio un pequeño paso para atrás, solo era un impulso para la matrícula de honor en el US Open de septiembre: primer Grand Slam, número 1 más joven con 19 años, 4 meses y 6 días.
Hubo vértigo, pero no demasiado. Al revés, cada día más confianza. Lo comprobaron en Buenos Aires, Barcelona, Madrid, hasta el parón de París. Los calambres mentales que paralizaron su cuerpo. Otra lección.
En apenas un mes, Alcaraz cambia los calambres por un golpe de estado. Y en la hierba, donde apenas había jugado cinco partidos antes de este 2023. Y en menos de dos semanas, doce victorias del tirón, entre Queen's y Wimbledon. En esa prestigiosa lista: McEnroe, Connors, Becker, Sampras, Hewitt, Nadal y Murray.
Y a esperar rival, porque derribada la torre más alta, 94 títulos, 23 Grand Slams, 35 victorias consecutivas en Londres, no hay nadie a la vista que pueda tumbarlo a él. A los veteranos, todavía presente la magia de los Murray y Wawrinka, por ejemplo, les faltan piernas y pulmones. A los jóvenes les falta esa madurez de la que él ya anda sobrado; mientras unos se conforman con algunas victorias, Alcaraz solo piensa en ganar, en ganarlo todo.
Por el momento, con menos de 21 años ya tiene dos Grand Slams, y solo Mats Wilander (4), Borg y Becker (3) consiguieron semejante hazaña. Y en este 2023 suma seis títulos (Buenos Aires, Indian Wells, Barcelona, Madrid, Queen's y Wimbledon). Doce en total, y de todos los colores. Desempata con Daniil Medvedev en lo más alto de esta clasificación por títulos en este curso y se aferra al número 1 un poco más, y ya son 28 semanas en lo más alto del planeta tenis masculino.
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