Courtois y Alisson, noche de fallos garrafales en Anfield

El Liverpool - Real Madrid no decepcionó en sus primeros minutos. Los ingleses propusieron un inicio eléctrico, con una presión altísima y un Mo Salah como en sus mejores noches. Un escenario que hizo que los de Klopp marcasen a los tres minutos de partido, obra de Darwin Núñez, que sorprendió con un taconazo de alta gama.

Sin embargo, el punto de inflexión de la primera parte fue el 2-0 de los ingleses, en el minuto 14, obra del delantero egipcio. Carvajal, ante el empuje británico, cedió un balón un poco complicado a Courtois. El belga, rebosante de confianza, decidió controlarlo en vez de despejarlo. Y el error fue fatal.

El esférico rebotó en su rodilla y Salah, que buscaba el balón como si de un poseído se tratase, solo tuvo que estirar su pierna para hacer estallar de júbilo al público de Anfield. Pese a que se las prometían muy felices, Vinicius tenía otro plan para el devenir del duelo.

El delantero brasileño hizo el 2-1 con un golazo pero sería el empate a dos el que acapararía todas las miradas, porque fue otro fallo garrafal. Valverde filtró un pase en profundidad al brasileño que sin embargo fue interceptado por Joe Gomez. El central inglés cedió a Alisson y fue esta vez el portero del Liverpool quien no atinó a la hora de despejar. El balón impactó directamente en Vinicius y el Madrid, tras sudar la gota gorda, llegó al descanso con un valiosísimo empate a dos.