Fútbol
El futbolista informal: los continuos retrasos de Koundé que sacan de quicio a Flick
El técnico alemán afea al francés tras la victoria ante el Rayo: «No es tan difícil presentarse y cumplir. Va de respeto»
El Barça líder y atraco al Rayo
Meritocracia, rectitud y disciplina conforman el libreto de Hansi Flick para manejar fuera del terreno de juego a un vestuario repleto de egos como el del Barcelona. Por encima de nombres e incluso estado de forma y no le tiembla el pulso a ... la hora de hacer cumplir sus normas de orden interno. Una de ellas es la puntualidad. Y aquí Jules Koundé ha pinchado en hueso. Se pudo comprobar este pasado lunes cuando se caía inesperadamente del once titular, algo inusual porque es pieza clave en el esquema del alemán y además está en un gran momento de forma. Pero el francés cometió el error de retrasarse en una charla técnica y Flick ejecutó el castigo previsto sin mirar el DNI ni los perjuicios que podía conllevar para el equipo. Ya lo demostró con Iñaki Peña, al que un leve retraso de tres minutos en la charla previa a la semifinal de la Supercopa contra el Athletic en Arabia, le costó la titularidad. Un golpe que tuvo graves consecuencias porque el portero, que hasta ese día era el portero titular, se quedó en el banquillo y la actuación de Szczesny convenció al preparador que ya le considera «el número uno».
Hector Fort ocupó la banda derecha en detrimento de Koundé, que además, posteriormente fue afeado por el propio Flick en la sala de prensa. «Es día de partido y para mí antes del encuentro ya sabemos todos lo que hay que hacer. A lo mejor hay dos o tres reuniones con los jugadores y es muy importante que estén en la reuniones. No es tan difícil presentarse y cumplir. Va de respeto. Tengo que hablar con él. Llegó tarde, pero es una norma que debe quedar clara. Eso es lo que ha pasado», explicaba en Montjuïc tras la victoria ante el Rayo el preparador con relación a la suplencia de Koundé. El vestuario es tan consciente de esta regla que muchas veces algunos jugadores aparecen en el campo de entrenamiento en la Ciudad Deportiva corriendo o también hacia el autocar para evitar un posible retraso con su consiguiente sanción.
Antes de la llegada de Flick era Ousmane Dembélé el que acumulaba retrasos, incluso incomparecencias pensando que un entrenamiento matinal se había trasladado a la tarde, pero Valverde, Setien, Koeman o Xavi no fueron tan severos. Koundé se perfila como el favorito para tomar el testigo de su compatriota y acumula ya tres retrasos, lo que está acabando con la paciencia de Flick, que no se cansa de repetir que no ser puntual es una falta de respeto y, pese a que tiene un perfil conciliador y dialogante, no admite ningún retraso. Poco importó que fuera el segundo jugador con más minutos disputados de todo el quipo azulgrana, solamente por detrás de Rapinha.
Koundé no descansa nunca. Ni siquiera entró en las rotaciones ante el Barbastro, en la Copa del Rey, y solo ha comenzado en el banquillo en tres ocasiones: ante el Alavés, el Espanyol y ayer ante el Rayo. Precisamente su primera impuntualidad se produjo en Mendizorroza, en el partido de la primera vuelta ante el Alavés. El lateral llegó unos minutos tarde a la charla previa al duelo y Flick le castigó relevándole por Héctor Fort, aunque igual que este lunes, acabó saliendo en la segunda parte. Un mes después sorprendió verle en el banquillo de nuevo en el partido en el que el Barcelona recibía al Espanyol. También acabó jugando los doce últimos minutos. La reincidencia es una de las cuestiones que más molesta a Flick, ya que cree que el jugador debería haber entendido que la puntualidad es importante para él y para el resto del vestuario.
Varios jugadores han valorado este aspecto disciplinario de Flick. «Cada entrenador tiene sus castigos, con Xavi eran multas que se doblaban cada minuto. Con el dinero de las multas se pagaban comidas y normalmente lo donábamos a asociaciones. Con Flick ya no es así, directamente si ya llegas tarde no juegas. Para mí, no jugar es peor», aseguraba Pedri este pasado noviembre. También Pau Víctor opinaba sobre este asunto: «Cuando él puso las normas, yo aún no estaba, pero ya las vi al llegar y me advirtieron sobre que tenía que vigilar. Es muy estricto con la puntualidad, si dice a las 11 en el campo y llegas tres segundos tarde, para él has llegado tarde».
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