Final Copa del Rey / Real Madrid - Osasuna
Guerra de pitos y aplausos durante el himno de España
La afición del Osasuna silbó al Rey y a la Marcha Real
Rodrygo y Vinicius son los Reyes (2-1)

Ganó el Real Madrid su vigésima Copa del Rey, con protagonismo en el campo para Rodrygo, autor de los dos tantos al Osasuna, y Vinicius, futbolista que hizo las dos acciones de los tantos. Brasileños al poder en una jornada en la que, con incidentes muy aislados, alguno bastante desagradable, como una pelea en el centro de Sevilla entre hinchas ultras de ambos equipos, se desarrolló en su mayoría con total normalidad. Pero el punto álgido de la final de la Copa del Rey de 2023 ocurrió cuando Su Majestad el Rey Felipe VI accedió, junto a una de sus hijas, la Infanta Sofía, al palco de autoridades. Los videomarcadores de La Cartuja mostraron ese instante y a continuación la gran mayoría de seguidores del Osasuna ofrecieron una sonora pitada al Rey, que no dudó, como su hija, con un terno verde y blanco sabedora de la tierra a la que acudía, en saludar a todos los presentes.
Con los acordes del himno, muchísimos pitos más por la parte navarra. Pero esta vez fueron acallados por la hinchada madridista. Además, los seguidores navarros sacaron un buen número de Ikurriñas, la bandera perteneciente a la Comunidad Autónoma del País Vasco, que fueron respondidas por los aficionados del Madrid con banderas de España y gritos de «¡que viva España!». De hecho, y se notó por televisión, la megafonía del estadio de La Cartuja subió su volumen para que se escuchara más el himno que los pitos. También hubo un momento caliente durante el partido que fue tras una acción con Vinicius como protagonista. El futbolista brasileño vio tarjeta amarilla por una protesta y fue llamado «tonto» por los seguidores del Osasuna, a lo que el futbolista respondió con aspavientos y señalándose el escudo, lo que provocó también las iras de varios miembros del banquillo osasunista, por ejemplo, el ‘Chimy’ Ávila.
El resto de la jornada de ayer fue feliz. Sevilla se convirtió en una auténtica fiesta del fútbol y de las aficiones con una perfecta comunión entre ambas. Los rojillos se concentraron en las calles del centro de la ciudad, muy próximas al entorno monumental de la Catedral y la Giralda. Mientras que los seguidores madridistas se juntaron en la Alameda de Hércules, lugar donde se produjo el incidente anteriormente mencionado en el que la Policía Nacional tuvo que hacer cargas para disuadir a los aficionados de ambos equipos.
Osasuna se desmarca de Bildu
Las Fan Zone de ambos equipos también fueron cogiendo temperatura a lo largo del día. La del Osasuna, situada más lejos del recinto cartujano, contabilizó la presencia de cerca de 5.000 aficionados, que luego, para el partido, fueron escoltados por los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado hacia La Cartuja. Los del Madrid, mucho más cerca del estadio, fueron andando sin ningún tipo de problemas.
Se produjo, además, por la mañana, el hecho de que se taparon las vallas publicitarias que durante la jornada del viernes la formación política EH-Bildu contrató en los aledaños del estadio de La Cartuja. Osasuna se desmarcó totalmente.
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