baloncesto
Maluach, obligado a triunfar para no ser deportado por Trump
El sursudanés, estrella universitaria, debe llegar a la NBA o mantener su visa estudiantil para no exponerse a ser expulsado de Estados Unidos por la nueva política migratoria
La mina genética de Sudán del Sur
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Donald Trump, en unas pocas semanas, ha puesto patas arriba el tablero de la política internacional y los mercados financieros más importantes del mundo, una gesta política que incluso ha conseguido penetrar hasta en el deporte estadounidense. Khaman Maluach, sursudanés de 18 ... años y que esta temporada ha brillado en la liga universitaria de baloncesto (NCAA) de la mano de Duke, situada en Carolina del Norte, ha sido uno de los pocos atletas de primer nivel que lo ha sufrido en sus carnes. El pívot de 2,18 metros y 113 kilos, al que se le auguraba un prometedor desembarco en la NBA la próxima temporada, está ahora mismo atrapado en el país americano debido a las leyes migratorias del actual presidente .
La extraña y tensa situación se debe a que el pasado día cinco, la administración canceló todas las visas de los ciudadanos del país africano ya que este rechazó la vuelta de sus expatriados que viven su suelo, como confirmó el jefe de la diplomacia estadounidense Marco Rubio en un comunicado del Departamento de Estado. Además, Washington acusa al gobierno de transición de Yuba de «aprovecharse de Estados Unidos» por negarse a aceptar el regreso de sus ciudadanos expulsados.
La maniobra, que sí ha funcionado en otras naciones como Venezuela, que de forma periódica reciben remesas de cientos de inmigrantes procedentes de EE.UU., ha provocado que ningún sursudanés pueda entrar en sus fronteras y los que viven dentro de ellas, han quedado en un limbo jurídico de lo más complejo, como es el caso de Maluach.
De momento, el jugador se ha salvado de la deportación debido a que cuenta con un visado estudiantil en Duke, una de las pocas excepciones que ha permitido el gobierno de Trump. Sin embargo, el futuro apremia para el joven astro pues, si su universidad no se lo renueva o no consigue un contrato en la NBA en los próximos meses, situación que le proporcionaría un permiso de residencia especial, podría exponerse a una devolución en caliente, como el resto de sus conciudadanos, a Sudán del Sur, una de las patrias más pobres y la más joven del planeta tras independizarse de Sudán en 2005, y que desde entonces ha sufrido una serie de cruentas guerras civiles que han segado cerca de 400.000 vidas. De hecho, son varios los expertos internacionales que auguran que podría enfrentarse a un nuevo proceso bélico en los próximos años.
La NBA está al tanto de la situación de Khaman Maluach y Travis Murphy, un asesor de la liga en política internacional, ha declarado al medio 'The Athletic' que «si su visa es cancelada, no puede abandonar el país ya que no podría volver a entrar en él. Su baza ahora tiene que ser no moverse de Estados Unidos». Mientras, su universidad ha sido más cauta y emitió un comunicado en el que afirmaba «estar al tanto de la medida».
Maluach vive horas de angustia, el primer bache de su corta y estelar carrera. Nacido en Rumbek en 2006, el africano solo lleva jugando al baloncesto seis años. Tardío inicio que no evitó que su compatriota Luol Deng, exjugador de equipos como los Chicago Bulls o Los Angeles Lakers, lo captase en una de sus iniciativas para impulsar el básquet del continente negro. Su potencial quedó en evidencia y el pasado verano, Duke, uno de los programas de baloncesto con más caché de EE.UU., se hizo con sus servicios. Aunque en este curso solo ha promediado ocho puntos y seis rebotes, son muchas las franquicias de la NBA que siguen sus pasos, un salto al éxito que ahuyentaría a una posible deportación.
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