Natación
Adrián Abadía y Nico García consiguen la primera medalla del trampolín español
Mundiales de doha 2024
La pareja consiguió en la modalidad de los tres metros un bronce que, además, les catapulta hasta los Juegos Olímpicos de París
Dos operaciones, sin Tokio 2020 y su padre fallecido: la épica plata de María de Valdés en Doha

Ni en sus mejores sueños la natación española podría haber empezado con tan buen pie los Mundiales de natación de Doha. Si en la segunda jornada la gesta de María de Valdés en los 10 kilómetros de aguas abiertas (plata y a solo una décima del oro) hizo que los ojos de los presentes se humedecieran, ayer, la actuación en el salto de trampolín sincronizado desde los tres metros de Adrián Abadía y Nico García Boissier, solo permitió un rotundo y prolongado aplauso.
La pareja española mostró una simbiosis casi robótica y, tras sumar una puntuación de 383.28, se colgó un bronce inesperado, magnífico, el primero que consigue España en salto de trampolín durante unos Mundiales de natación. Y por si fuera poco, balear y canario viajarán el próximo verano, junto a la ya clasificada Ana Carvajal, a los Juegos de París tras su excelsa participación en Qatar. Pura y dura historia del deporte nacional.
👏👏¡¡SE NOS SALTAN LAS LÁGRIMAS!!👏👏
— Teledeporte (@teledeporte) February 4, 2024
Un salto que vale una clasificación olímpica (383,28)
🇪🇸Adrián Abadía (@AAbadiaPodium) y Nico García Boissier (@NicoGBoissier) estarán en #París2024 #Doha2024 #AQUADoha24 @RFEN_Oficial pic.twitter.com/gkVuCNTbyJ
No era demasiado esperanzador el escenario para la piscina española y tanto Abadía como García se habían fijado volverse del Golfo Pérsico dentro de las seis mejores parejas, un resultado que les permitiría participar en París 2024. Un plan que requería igualar el último resultado del binomio en los Mundiales del año pasado, celebrados en Fukuoka, Japón, donde fueron quintos clasificados. Pero ya con el chándal en el suelo y suspendidos en el aire, algo maravilloso comenzó a gestarse.
El primer salto ya fue un aviso de que los clavistas no tenían nada que envidiar a los grandes favoritos. 45.60 fue su primera marca, pero la segunda, de 48.60, les permitió despegar en la clasificación, del décimo al quinto puesto. Saltos comedidos pues la reglamentación no permitía hacer virguerías que superasen la categoría 2.0 de dificultad. Pero en el tercero, donde todo valía, fue cuando los españoles plantaron su bandera.
Una nota de 66.60 fue el aperitivo de un triple mortal y medio y de un inverso, coregrafías que les valieron unas puntuaciones de 72.54 y de 71.40 respectivamente. Y, en la quinta y última ronda, con 3.4 de dificultad, Abadía y García se fueron hasta 78.54, su máxima del día que les permitió firmar los 383.28 puntos finales. los chinos Zongyuan Wang y Daoyi Long, oro con 442.41, y los italianos Lorenzo Marsaglia y Giovanni Tocci, que se hicieron con la plata gracias a una nota final de 384.24, saltaron a otro nivel, pero a nadie se le pasó que el trampolín español había renacido en el lejano Golfo Pérsico.
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