Pedro Vera, el Sherlock Holmes del bochorno
'Tierra trágame'
El autor de tebeos publica el sexto volumen de 'Ranciofacts' (ed. Caramba), con una nueva remesa de comportamientos sonrojantes para nuestro deleite
Alicia en el Barrio de las Maravillas: Carabanchel

Imagen de portada de uno de los tomos de 'Ranciofacts'
Tatuajes con erratas (Jon Bobi por Bon Jovi), fotografías familiares traumatizantes (ese padre ruso apretando la teta de su hija en bikini contra un hacha) o comentarios en redes cuñados sobre ARCO («Señalar un extintor y decir: '¿Cuánto costará? ¡Jajojajota!»), Pedro Vera, el ... detective del bochorno, tiene a su lado al comando 'La Stasi de lo rancio' peinando internet en busca de material para sus 'Ranciofacts', que recopila en volúmenes y acaba de traernos el sexto. Y mucho más.
Doctor cum laude en sonrojo, su ojo clínico penetra en la vastedad de la tontería humana: desde las frases plantilla de Twitter que «si las dijeras en la vida real te partirían la cara» («Me putoflipa», «Se tenía que decir y se dijo», etc.) a los sospechosos habituales de 'First Dates' («No es mi prototipo») o aquel Kilimanjaro de la vergüenza ajena de Juan Magán cuando subió un 'story' al inicio de la guerra de Ucrania: «Abrazaría fuerte a Putin y le diría te amo al oído».
«Entré en el universo de 'Lo Rancio' como un elefante en una cacharerría, beligerante. Enseguida me di cuenta que no era ese el camino, porque yo soy muy rancio y todos, y se disfruta mucho más abrazando nuestras ranciedades. Es mucho más divertido. Hombre, hay algunos casos muy cutres que no merecen ningún tipo de misericordia. Por ejemplo, esos dos cuñados que van en metro y le dice uno a otro: 'Estamos llegando a Chueca, esta es tu parada, te bajas… jojo'»», nos dice al otro lado del teléfono. Y cree que «hay cosas rancias muy molonas que hay que preservar, un costumbrismo añejo». Patrimonio Nacional, básicamente.
Y 'reírse con' y 'no reírse de', en general: «Pensamos que España es el centro universal de lo rancio pero en el extranjero van fuertecitos. Me gusta siempre mentar al actor Dean Norris, el agente de la DEA de 'Breaking Bad', que en redes es el arquetipo de cuñado estadounidense. Es Acción de Gracias y se fotografía persiguiendo con un hacha a un pavo. O se va a Transilvania y se pone dos palillos como colmillos. O me acuerdo que fuimos a un chino en Madrid una vez, que ni Toni Leblanc en su papel más castizo. No le podías meter una: era saque y bolea, saque y bolea… Es universal, todos somos igual de rancios y cuñados».
Aparte de los políticos españoles, que los considera potencia mundial del rubor, entre sus incomodidades subjetivas están Ana Obregón, Nacho Cano, Joaquín Sabina… «Entré muy a saco en los 90. A mí quien me ponía de los nervios era Najwa Nimri, esa forma de hablar y esa afectación, era una fobia; Ray Loriga, el cine independiente español, la música indie… esa gente era mi enemigo. Cosas de la edad, cuando vas muy impetuoso».
Lo bueno es que gracias a las redes sociales no solo los famosos sino todo el mundo puede hacer el ridículo públicamente. «Hay gente que son TT un día y se disuelven como un azucarillo, ya no se acuerda nadie». Justo eso creyó Rubiales. «Es que esa fue mega gorda. Este hombre fue con todo». ¿Y Elon Musk? «Estoy convencido al 90% de que no ha tenido juventud. Es gente que llega tarde y quieren recuperar, tienen una conducta de adolescentes que en su día no pudieron por lo que sea. Y es un cantazo. Y cuando se pusieron con Bezos y el otro de acuerdo para ir al espacio a la misma hora... Parecían los autos locos pero en el espacio, cada uno con su cohete. El de Branson tenía forma literalmente de polla. Madre mía qué basura cósmica».
Y tantas pompas de fantasía embarazosa, como el frondoso bosque del 'clickbait' en la prensa digital o los mágicos titulares deportivos, que Vera también festeja: «Cuando volvió Jenny Hermoso a la Selección: 'El regreso más hermoso', 'Jenny y figura'...», cuenta entre risas el historietista. Y añade una recomendación gourmet: «El community manager del Lidl, eso es un espectáculo. Las promos son juegos de palabras maravillosos. Para mí es el top. Si es una persona sola, ese tío es Miguel Ángel o Da Vinci».
Vera es quien corre la cortina y alumbra a los insectos. «He detectado una moda, que muchas estrellas se están autobajando del pedestal. El otro día, Mick Jagger salió en el 'Saturday Night Life' haciendo un teatrillo en mexicano: 'Yo soy tu papá'. Y luego se hizo una foto en una pared con pintadas chuscas, como perdiendo el aura de Dios distante. Creo que es una estrategia. Soy un poco mal pensado, pero ser más cercano ahora se lleva por el tema de las redes sociales. No puedes estar en tu torre de marfil y gustar. O Rod Stewart, que se quejaba de que el Gobierno estaba abandonando a la mano de Dios su pueblo, se puso un chándal y con un pico y una pala con los vecinos fue a arreglar la carretera. Era muy gracioso porque terminaba diciendo que es una vergüenza porque 'no puedo sacar mi Ferrari porque se me jode la suspensión'. Es de millonario pero te descojonas porque es de gañán».
Así, trabajo parece que no le va a faltar por aquello que decía Einstein de que solo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. E internet dispone: «Cuando dicen a ver si revienta el Twitter... No, joder, no me putees. Twitter es El Dorado».