Pink Floyd vende a Sony sus derechos musicales y de imagen por 400 millones de dólares
La operación incluye los derechos de música grabada pero no la composición de las canciones, en manos de los compositores
Queen ultima la venta de su catálogo musical a Sony por 1.000 millones de dólares

La legendaria banda de rock Pink Floyd, emblema de la psicodelia lunar de los sesenta y de las producciones faraónicas, ha acordado vender a Sony Music sus derechos de música grabada y de nombre e imagen por aproximadamente 400 millones de dólares, según informa la revista 'Variety'.
La operación, que se suma a movimientos similares protagonizados por Bob Dylan, Bruce Springsteen o Queen (estos últimos, con una compraventa de récord: más de mil millones ha pagado Sony por su catálogo musical), incluye los derechos de música grabada pero no la composición de las canciones, que está en manos de los escritores individuales, así como el nombre y la imagen, que incluye productos, derechos teatrales y similares.
Según 'Variety', el acuerdo incluiría también la mayoría de las ilustraciones de los álbumes de la banda británica, diseñadas en gran parte por la firma británica Hipgnosis. En el catálogo musical de Pink Floyd destacan discos como 'The Piper at the Gates of Dawn' (1967), 'Meddle' (1971), 'The Dark Side of the Moon' (1973), 'Wish You Were Here' (1975), 'The Wall' (1979) o 'Animals' (1977).
Según fuentes conocedoras de la operación, por el el catálogo de Pink Floyd se llegaron a pedir 500 millones de dólares y a punto estuvo el grupo de firmar en 2022, pero las diferencias internas acabaron por abortar el pacto. Nada nuevo en un grupo cuya historia ha estado marcada por las luchas internas y los enfrentamientos públicos de sus dos principales compositores, Roger Waters y David Gilmour. Ahora, en este nuevo acuerdo con Sony también están involucrados el baterista Nick Mason y los albaceas del teclista Richard Wright y el cantautor y fundador Syd Barrett.
Tal y como explicó Gilmour el pasado mes de agosto a la revista 'Rolling Stone', él estaba interesado en cerrar la venta no tanto por razones financieras sino para librarse de la toma de decisiones y de las discusiones que implicaba que esta siguiera en marcha.
Entre las discográficas interesadas estuvieron en el pasado Warner Music y BMG, pero polémicas declaraciones de Waters sobre Ucrania, Rusia e Israel parecieron influir en que no saliera adelante. Waters llegó a decir que algunos judíos en Estados Unidos y el Reino Unido tienen responsabilidad por las acciones de Israel «porque lo pagan todo».
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